¿QUÉ INFLUYE EN LA APARICIÓN DE ATRACONES Y CONDUCTAS PURGATIVAS?

4 Sep 2008

Los factores de riesgo que impulsan a los jóvenes a los trastornos de alimentación son diferentes para niños y niñas. A los adolescentes varones parece preocuparles más comentarios acerca de su estado físico, sobre todo, si provienen de las figuras paternas. Sin embargo, en las chicas parece que tiene más influencia la presión mediática y la promoción de un ideal de belleza poco saludable. Éstas son las conclusiones de un estudio publicado recientemente en la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.

 

Las preocupaciones por el peso y el aspecto corporal son bastante comunes en niños y adolescentes, tanto es así, que se estima que entre un 2% y un 4% de las mujeres jóvenes presenta trastornos del comportamiento alimentario, y está tendencia sigue en aumento cada año. Las cifras son más preocupantes si tenemos en cuenta que las tasas de morbilidad en España asociadas a dichos trastornos oscilan entre un 3,3% y un 5,6% en jóvenes de 12 a 20 años.

Aunque existen numerosos estudios sobre los trastornos de la alimentación en adolescentes, todavía no se conocen qué factores intervienen en la aparición de atracones y conductas purgativas (como provocarse el vómito o utilizar laxantes para controlar el peso) en menores de edad antes de recibir tratamiento. Por este motivo, diversos investigadores están estudiando los factores precipitantes del inicio de patrones de conducta de control de peso no saludables y de alimentación compulsiva en adolescentes, con el objetivo de realizar programas de prevención eficaces.

En esta línea, un reciente estudio, llevado a cabo por investigadores de la universidad de Harvard, ha analizado la relación entre distintos factores de riesgo, como realización de dietas frecuentes, imitación de modelos, comentarios negativos por parte de familiares y amigos, entre otros; y el desarrollo de atracones y conductas purgativas. Para ello, realizaron un seguimiento periódico de 6.916 niñas y 5.618 niños, de entre 9 y 15 años de edad al inicio del estudio, durante 7 años.

Al finalizar el seguimiento, se observó que el 10,3% de las niñas y el 3% de los niños habían iniciado algún tipo de conducta purgativa y de episodios de atracones al menos una vez a la semana. Las niñas presentaron unos porcentajes ligeramente similares de conductas purgativas (5,3%) y de atracones (4,3%), mientras que los niños mostraron una tendencia mayor hacia los episodios de alimentación compulsiva (2,1% frente al 0,8% de conductas purgativas).

Así mismo, se observaron diferentes factores de riesgo para el desarrollo de estas conductas en función del género. La realización de dietas frecuentes y la imitación de modelos son factores predictores del desarrollo de atracones y conductas purgativas en niñas. Sin embargo, a los niños les afectan más los comentarios negativos sobre su peso realizados por los padres. Por otro lado, la historia previa de problemas de alimentación en la madre no se identificó como un factor predictor del desarrollo de estos patrones de conducta no saludables en ninguno de los dos grupos.

Estos resultados tienen importantes implicaciones para el desarrollo de campañas eficaces de prevención en menores de edad, señalando que éstas deben ser específicas en función del sexo y de la edad del público al que van destinadas. Así, las campañas de prevención dirigidas a niñas deben contemplar aspectos relacionados con la implementación de estrategias de protección frente a la presión mediática, como el desarrollo de actitudes críticas hacia el culto a la imagen que se da en los medios de comunicación. Por otra parte, los programas de prevención para varones deben centrarse en estrategias para aumentar la resistencia hacia los comentarios negativos sobre su peso realizados dentro del entorno familiar, así como pautas de psicoeducación para padres.

El artículo original puede consultarse en la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine: Field, A.E., Javaras, K.M.; Aneja, P.; Kitos, N.; Camargo, C.A. et al (2008). Family, Peer, and Media Predictors of Becoming Eating Disordered. Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, 162(6):574-579.

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