LOS PSICÓLOGOS ADVIERTEN DE LOS RIESGOS DE LA GUERRA PARA LA SALUD MENTAL Y SOLICITAN EL ALTO EL FUEGO EN GAZA

13 Ene 2009

La organización Psychologists for Social Responsibility (PsySR, «Psicólogos para la Responsabilidad Social») es una asociación internacional independiente, no gubernamental, que aplica el conocimiento psicológico para el desarrollo de culturas basadas en la paz y la justicia. Compuesta por psicólogos, estudiantes, y profesionales que trabajan en el área de la justicia social, PsySR se dedica desde hace 25 años a la producción de proyectos y recursos basados en aproximaciones innovadoras, no violentas y participativas, para abordar problemas actuales de interés social (resolución de conflictos, discriminación, violencia global, ayuda humanitaria, niños en riesgo, cambio climático, etc.). Entre sus numerosos proyectos, este año la organización está especialmente volcada en cuatro líneas de actuación: la eliminación de la tortura, la promoción de espacios de paz y reconciliación, la evaluación de las dimensiones psicológicas del cambio climático y el desarrollo de una educación para la paz.

 

Estos días, con motivo de la crisis de Gaza, han difundido el siguiente comunicado, solicitando, en nombre de los psicólogos de la PsySR: el cese inmediato de la ofensiva militar en Gaza; el respeto por los acuerdos internacionales; el respeto por las convenciones de los derechos humanos; la protección de la población civil; el cese del bombardeo de las ciudades israelíes; y la asunción de responsabilidades sobre el sufrimiento humano.

Psychologists for Social Responsibility

El ejército israelí continúa la operación militar «Plomo Fundido» y la guerra contra los palestinos en la Franja de Gaza. Los cazas F-16 del ejército aéreo israelí arrojaron 100 bombas durante la primera jornada y actualmente tienen lugar entre 40 y 60 ataques militares en un área de 360 km2, donde viven un millón y medio de personas. Israel ha destruido la mayoría de los ministerios palestinos, una universidad, seis mezquitas, numerosas instalaciones civiles y estatales, hospitales y casas de civiles. Las muertes se aproximan a las 400 y hay más de mil palestinos gravemente heridos. Es obvio que la solución militar no es efectiva, ya que la población del sur de Israel sigue siendo objetivo de los cohetes de Hamas. La ofensiva militar de Israel debería parar inmediatamente y ambas partes deberían alcanzar un alto el fuego.

Como psicólogos conocemos las heridas, el odio y la desesperanza que resulta de las injusticias y los asesinatos. No existe justificación política a las acciones militares por parte de ninguno de los bandos.

Israel ha mantenido un completo asedio de Gaza durante los últimos 18 meses. Los suministros médicos en los hospitales están agotados y el bloqueo impide que los médicos y el resto del personal sanitario puedan llevar a cabo sus tareas básicas de salvar vidas humanas. El bombardeo de la infraestructura ha dejado a la mayor parte de la Franja de Gaza sin energía ni agua. La ofensiva militar ha causado de este modo ya una catástrofe humana de la cual nosotros, la comunidad internacional, también somos responsables.

Como trabajadores de la salud mental, es nuestra responsabilidad social cuidar del bienestar psicológico y del sano desarrollo de la población infantil. Debemos, por tanto, advertir que la exposición de la población general a una situación de estrés traumática extrema puede dar lugar a una gran catástrofe de salud pública, incluyendo el aumento de enfermedades somáticas y estrés psicológico.

Queremos expresar nuestra solidaridad con los colegas en Gaza que están haciendo todo lo posible por ayudar a sus conciudadanos expuestos a esta grave catástrofe, masacre y destrucción humanas. Igualmente queremos ofrecer nuestro apoyo a los activistas humanitarios de Israel y a los profesionales que defienden los principios morales en tiempos de reglamento militar de emergencia.

Sabemos que el bombardeo israelí ha destruido también la infraestructura en salud mental, incluído el Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza (Gaza Community Mental Health Program, GCMHP). Esto es sumamente lamentable en momentos en los que se hace necesario cualquier esfuerzo para proteger a las familias y a los niños, y en los que es crucial el mantenimiento de la protección de la salud mental. Los profesionales del programa GCMHP están dedicados a prevenir los problemas de salud mental en niveles comunitarios, aliviar el estrés agudo y mantener la esperanza y la dignidad humanas.

Reclamamos a nuestros gobiernos de la comunidad internacional a que ejerzan presión para que Israel cese los asesinatos masivos en Gaza y la destrucción de las propiedades e infraestructuras. Hasta que no se asegure esto, la violencia inmediata no finalizará ni podrá asegurarse una paz más duradera.

Exigimos una acción internacional sólida que garantice la protección de los civiles de ambos bandos. Se trata de una condición previa para poder alcanzar una reconciliación y paz verdaderas.

Como profesionales de la salud mental recordamos que la devastación militar de objetivos de población civil constituye un claro riesgo para la salud mental de los niños, tanto de las poblaciones palestinas como israelíes. Se les debe ofrecer la oportunidad de recuperarse y desarrollarse como seres humanos.

Enero, 2009

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