ESPECIAL 11M: ENTREVISTA A AURORA GIL ÁLVAREZ, DECANA DEL COP DE CANTABRIA Y COORDINADORA DEL ÁREA DE EMERGENCIAS Y CATÁSTROFES DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE PSICÓLOGOS

10 Mar 2006

Haciendo un poco de historia, cuéntenos cómo se crea el Área de Emergencias y Catástrofes del Consejo.

 

Existen números antecedentes de catástrofes en nuestro país, algunos de ellos: el embarrancamiento del buque «Casón» (1987), el accidente nuclear en el Centro Nuclear Vandellés I (1989), las inundaciones en Levante y Málaga (1989), movimientos sísmicos en Almería, la catástrofe de Bisecas (1996), rotura de la presa de Melilla (1997), accidente aéreo en Melilla (1998), accidente de tráfico en Soria (2000), naufragio del barco «Nuevo Pilín» (Santander 2004) y un largo etcétera hasta hoy.  

Pero fue a raíz de la avalancha de agua ocurrida en el camping «Las Nieves» (Bisecas 1996) cuando hubo una demanda social de ayuda psicológica por parte de las víctimas y las diferentes instituciones que marca un antes y un después.

En febrero de 1997 se aprobó la constitución de un Grupo de Trabajo de Intervención Psicológica en Desastres por parte de la Junta de Gobierno Estatal, que impulsaría la creación de estos grupos en los distintos Colegios Autonómicos. Se crea, por tanto, el Comité Nacional de Intervención Psicológica en Desastres, formado por un representante de cada Colegio Autonómico que a su vez coordina a un grupo de psicólogos/as que, una vez recibida la formación especializada, son requeridos para intervenir en diversos sucesos.

Actualmente contamos con equipos de profesionales que cuentan con una amplia experiencia en el área.

¿Cuáles son las acciones de las que se ocupa este Área?

Desde este Área las acciones van encaminadas a la prevención, coordinación, asesoramiento, intervención, investigación y formación.

  • Prevención: Información a la población en general sobre aspectos psicológicos relacionados con estas situaciones, selección del personal que forman los equipos intervinientes y apoyo psicológico a los componentes de los equipos de intervención.

  • Coordinación: Coordinación interna de los equipos de intervención psicológica y a su vez, coordinación con los distintos equipos de intervención participantes.

  • Asesoramiento: En los gabinetes de crisis o salas de emergencias en cuanto a la organización ambiental, relaciones con los medios de comunicación, transmisión de la información, comunicación persuasiva, etc.

  • Intervención: Evaluación, diagnóstico e intervención con las víctimas primarias y secundarias. Seguimiento de las víctimas a corto plazo y derivación (si procede) a los servicios de atención primaria, servicios sociales, etc.

  • Investigación: Tanto sobre el comportamiento de las víctimas e intervinientes como sobre los procedimientos de intervención, secuelas, etc.

  • Formación: La formación del psicólogo/a interviniente así como la de otros colectivos que intervienen.

Como coordinadora del Área de Emergencias y Catástrofes, ¿nos podría definir en pocas palabras en qué consiste la labor de un psicólogo en este ámbito?

Es importante señalar que estos/as profesionales intervienen en sucesos que ocurren de repente, inesperada e incontroladamente, que implican la pérdida o la amenaza de la vida o de la propiedad, perturba el sentido en la comunidad y, a menudo, provoca situaciones psicológicas adversas para los supervivientes.

La labor de un/a psicólogo/a en el momento inmediato de la intervención es abordar los aspectos derivados de las respuestas emocionales, cognitivas, comportamentales y psicosomáticas que habitualmente se dan en las víctimas o familiares afectados. Estas intervenciones contribuyen a paliar las consecuencias nocivas de estos sucesos, atendiendo a aspectos psicológicos que demandan una atención profesional y que se complementa con la atención médica y la atención social, superando así el reduccionismo médico-asistencial como única intervención necesaria.

Otras labores como la preparación al duelo, acompañamiento en el reconocimiento de cadáveres, atención al personal interviniente y funciones de coordinación, organización y asesoramiento son, entre otras, algunas de las funciones de estos profesionales.

En su opinión, ¿cuál es la perspectiva de la Psicología de Emergencias y Catástrofes para los próximos años?. ¿Y qué está haciendo desde el Consejo de Colegios de Psicólogos para fomentar el reconocimiento de los psicólogos en este campo?

Es indudablemente un área de la Psicología en expansión, y no sólo porque la realidad cotidiana así lo indica, sino también por la demanda social existente y el reconocimiento del trabajo de estos profesionales.

Asumí la coordinación del Área en Julio de 2005. Desde entonces hemos llevado a cabo dos reuniones, la primera coincidiendo con el Congreso de Granada en Julio de 2005 y la segunda en Noviembre de 2005 en Madrid.

El programa de actuación planteado en este Área abarca varios aspectos:

  • Aspectos formativos, como la elaboración de un plan de formación especializado, avalado por el Consejo. La unificación de criterios tanto en la admisión en los equipos de intervención y su reglamento, como la revisión y actualización del perfil profesional.

  • Por otra parte promover y/o consolidar convenios de colaboración con la Administración para optimizar, estructurar y reglamentar las intervenciones, que dotados del presupuesto económico necesario, cubran las intervenciones que estos profesionales atienden en los casos de emergencias y/o catástrofes, sustituyendo el voluntariado por un servicio profesional especializado y que, por tanto, conlleve al reconocimiento de los/as profesionales en este campo.  

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