El 85% de las personas usuarias de atención primaria de 45 o más años vive con, al menos, una enfermedad crónica. De ellas, el 52% presenta 2 o más condiciones crónicas. Estas personas, a menudo, se enfrentan no solo a las limitaciones físicas impuestas por sus problemas de salud, sino también a desafíos psicológicos y emocionales, siendo mayor el impacto psicológico en los casos en los que se convive con múltiples enfermedades crónicas, especialmente, entre quienes presentan, además un problema de salud mental.
Estas son algunas de las conclusiones recogidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, Organisation for Economic Co-operation and Development) en su primera encuesta internacional sobre pacientes con enfermedades crónicas: las Encuestas de Indicadores Notificados por los/as Pacientes (PaRIS, Patient-Reported Indicator Surveys).
El objetivo de esta iniciativa pionera es conocer la opinión de las personas con enfermedades crónicas sobre los distintos sistemas de salud y sus experiencias con la atención recibida. Para tal fin, se ha contado con una muestra de más de 107.000 personas de 45 años o más, diagnosticadas de una o varias enfermedades crónicas, pertenecientes a 1.800 centros de atención primaria de 19 países (entre ellos, España).

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Tal y como señala la OECD, la transición demográfica, la evolución de los hábitos de salud, el éxito de la salud pública y la atención sanitaria para prolongar la esperanza de vida, contribuyen a aumentar la proporción de personas mayores en la población. De hecho, se prevé que la proporción de la población mayor de 65 años aumente del 18% en 2022 al 26% en 2060. El envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida van de la mano con la creciente prevalencia de enfermedades crónicas que, en la actualidad, representan el 74% de todas las muertes a nivel mundial.
Las enfermedades crónicas son prevalentes, costosas y suponen una carga considerable para los/as pacientes, los/as cuidadores/as, los/as profesionales sanitarios/as y los sistemas de salud. A medida que la población mundial de personas con estas enfermedades continúa creciendo, la necesidad de que los sistemas de salud se adapten a sus necesidades nunca ha sido tan urgente.
A este respecto, la encuesta PaRIS desempeña un papel crucial, ofreciendo datos que respaldan la reorganización de la atención sanitaria en torno a las experiencias de atención sanitaria y cómo impacta en diversos ámbitos de la vida de las personas.
Recogemos, a continuación, las principales conclusiones de este informe:
Las personas con más de una enfermedad crónica corren el riesgo de tener una peor calidad de vida
- La mayoría de las personas pasarán décadas de su vida lidiando con una o más enfermedades crónicas. Los hallazgos enfatizan la necesidad de una atención más centrada en las personas y coordinada, especialmente para el 85% de los usuarios de atención primaria de 45 años o más que viven con al menos una enfermedad crónica y el 50% que viven con múltiples enfermedades crónicas (dos o más).
- La interacción entre enfermedades crónicas puede tener efectos combinados, lo que resulta en una disminución de la calidad de vida. Las personas a menudo se enfrentan no solo a las limitaciones físicas impuestas por sus problemas de salud, sino también a desafíos psicológicos y emocionales, ya que estas enfermedades pueden afectar las relaciones sociales, las oportunidades laborales y el bienestar general. Además, el manejo de múltiples enfermedades puede generar necesidades de atención médica complejas, lo que dificulta el acceso a la atención adecuada.
- Vivir con más de una enfermedad crónica conlleva un peor estado de salud y bienestar. Se detectan diferencias entre las personas con varias enfermedades crónicas y aquellas que conviven solo con una. Este patrón pone de relieve la carga de salud acumulada que experimentan las personas con múltiples enfermedades crónicas, destacando el impacto creciente de cada enfermedad crónica adicional en la salud y el bienestar (éste disminuye a medida que aumenta el número de enfermedades crónicas adicionales). El impacto psicológico de múltiples enfermedades crónicas puede generar sentimientos de frustración, impotencia y aislamiento social, lo que repercute aún más en el bienestar general.
Discrepancias de género entre las personas con enfermedades crónicas
- En todos los países encuestados, existen importantes brechas de género en las experiencias y los resultados de los/as pacientes. En promedio, las puntuaciones de bienestar de las mujeres suelen ser entre un 3% y un 5% inferiores a las de los hombres. El nivel socioeconómico, la edad y la convivencia con múltiples enfermedades crónicas explican parte de la diferencia, pero, incluso considerando estos factores, el informe muestra que el bienestar de las mujeres sigue siendo peor que el de los hombres. Los hombres pueden vivir menos, pero reportan una mejor salud física y mental que las mujeres.
- La hipertensión arterial es la afección más frecuente, afectando principalmente a los hombres (58,5% de los hombres y al 49,1% de las mujeres con al menos una afección crónica), al igual que las enfermedades cardiovasculares o cardíacas (26,9% vs el 16,8% de las mujeres) y la diabetes (23,0% frente al 15,2% de las mujeres). Por otro lado, las mujeres son más propensas a reportar artritis o problemas articulares persistentes (43,3 % frente al 29,1 % de los hombres), así como depresión, ansiedad u otros problemas de salud mental (19,5% frente al 11,0% de los hombres). Las enfermedades neurológicas como la epilepsia o la migraña también son más prevalentes entre las mujeres (8,6% frente al 4,6% de los hombres).
- De acuerdo con la OECD, si bien las diferencias de género en la prevalencia pueden atribuirse en parte a factores biológicos, también pueden reflejar sesgos de diagnóstico y tratamiento relacionados con el género o diferencias en la tendencia a buscar atención médica para ciertas afecciones.
Abordar las necesidades de salud mental es crucial para el manejo exitoso de múltiples enfermedades crónicas
- Aproximadamente, 2 de cada 10 personas con enfermedades crónicas califican su salud mental de forma desfavorable.
- Los datos sugieren que las personas con enfermedades crónicas con un bajo nivel educativo reportan una salud mental mucho peor. Las personas desfavorecidas con bajos niveles de educación e ingresos se enfrentan a una doble desventaja: enferman y desarrollan más enfermedades crónicas a una edad más temprana y, consecuentemente, experimentan peores resultados de salud, en comparación con quienes presentan enfermedades crónicas pero tienen una mejor situación en términos de educación o ingresos. También hay diferencias significativas en las puntuaciones de salud mental y física entre los grupos con mayor y menor nivel educativo e ingresos.
- Según la OECD, abordar las necesidades de salud mental es crucial para el manejo exitoso de múltiples enfermedades crónicas. Un 15% de los/as pacientes con enfermedades crónicas en la encuesta viven con, al menos, un problema de salud mental, lo que reduce su confianza a la hora de manejar su propia salud.
- Las cifras revelan que las personas con más de una afección crónica reportan peor salud física y tienen menos confianza en poder controlar su propia salud cuando hay además un problema de salud mental. Los datos muestran que la mala salud mental afecta de manera particularmente importante el funcionamiento social de las personas que conviven con más de una enfermedad crónica.
- Las puntuaciones más bajas en salud mental podrían reflejar el mayor estrés, ansiedad y depresión asociados con tener múltiples enfermedades crónicas.

La OECD considera clave el acceso a la atención en salud mental y su integración en Atención Primaria
- El informe señala que el acceso a la atención en salud mental y su integración en Atención Primaria deben ser más sistemáticos para mejorar la atención de las personas con múltiples enfermedades crónicas. Abordar las necesidades de salud mental de las personas con múltiples enfermedades crónicas requiere servicios integrales de salud mental integrados en la gestión de la atención crónica.
- En este punto, una medida clave que han venido proponiendo en los últimos años, expertos y organizaciones -entre ellas el COP-, sería la incorporación de psicólogos clínicos en atención primaria, un cambio que, de implementarse, redundaría en una mejora de este primer nivel de atención, aliviando la importante carga asistencial que suponen los problemas de salud mental para el Sistema Sanitario.
- La OECD considera crucial comprender el impacto de los problemas de salud mental sobre la salud física, dado que pueden implicar cambios físicos en el cuerpo y el cerebro, que afectan a diversas funciones corporales. Por lo tanto, es necesario un enfoque de la salud que tenga en cuenta la interacción entre el bienestar físico y mental para una atención sanitaria eficaz para las personas con múltiples enfermedades crónicas.
Es urgente adaptar los sistemas de salud a las necesidades de la población que convive con enfermedades crónicas
- Vivir con múltiples enfermedades crónicas presenta desafíos significativos tanto para las personas, como para los sistemas de salud. Existe una necesidad urgente de adaptar los sistemas de salud a las necesidades de una población creciente que vive con múltiples enfermedades crónicas, dado que su abordaje es mucho más complejo y costoso que el de las que conviven con una sola enfermedad de esta índole. Las personas con muchas enfermedades crónicas experimentan una peor calidad de vida y toman múltiples medicamentos. Aproximadamente, más del 70% toma al menos tres medicamentos de forma regular y más de un tercio toma cuatro o más, lo que «aumenta el riesgo de problemas de seguridad del paciente y una autogestión compleja».
- Entre las personas que viven con enfermedades crónicas, más de seis de cada diez (64%) presentan dos o más enfermedades crónicas. Alrededor del 35% afirma tener tres o más enfermedades crónicas, lo que indica que la multimorbilidad se ha convertido en la norma, y no en la excepción, en la atención primaria, y subraya la necesidad de que los sistemas de salud y los profesionales sanitarios estén adecuadamente capacitados para atender a pacientes con múltiples enfermedades crónicas.
Determinadas combinaciones de enfermedades crónicas conllevan mayores costes de atención sanitaria
- No se trata solo de cuántas, sino también de qué combinaciones de afecciones presentan estas personas. Ciertas combinaciones de enfermedades crónicas conllevan mayores costes de atención sanitaria, lo que resalta la necesidad de intervenciones políticas específicas. Por ejemplo, presentar un problema de salud mental junto con el cáncer incrementa los costes de atención sanitaria hasta seis veces en comparación con otras díadas de afecciones, como la hipertensión y el dolor de espalda. Algunas combinaciones son altamente prevalentes, y cualquier díada que incluya hipertensión, abarca más de la mitad de la población adulta.
- Los datos de PaRIS destacan la alta prevalencia de ciertas enfermedades crónicas que se presentan simultáneamente, en particular las que incluyen hipertensión, artritis, enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental, lo que subraya la necesidad de modelos de atención integrados para abordar estos problemas de salud superpuestos.
- Por ejemplo, la combinación más común es la artritis con hipertensión, que afecta al 27% de la población. Es especialmente importante abordar esta combinación, ya que la artritis y otros problemas musculoesqueléticos podrían asociarse con un peor funcionamiento físico y bienestar que otras enfermedades crónicas, lo que, a su vez, conlleva una menor participación en actividades sociales. Les siguen las enfermedades cardiovasculares con hipertensión, con un 20%, y la diabetes con hipertensión, con un 18%.
Una mejor experiencia de atención se asocia con mejores resultados de salud y una mayor confianza en el sistema sanitario
- Se requiere una atención integral, coordinada y continua, idealmente proporcionada por atención primaria para abordar las repercusiones físicas, mentales y sociales de estas afecciones.
- En países con mayor disponibilidad de personal sanitario, las personas reportan, en promedio, mejor salud física, salud mental y bienestar. Aunque la OECD no puede establecer causalidad, sí destaca los beneficios potenciales de invertir en personal sanitario para mejorar los resultados de salud informados por los pacientes, particularmente, en áreas donde la disponibilidad de personal puede mejorar directamente la eficacia de la atención.
- Las características de la atención primaria influyen en la salud y la calidad de vida de las personas con múltiples enfermedades crónicas. Una mejor experiencia de atención se asocia con mejores resultados de salud y una mayor confianza en el sistema sanitario. Además, existe evidencia sólida de que las intervenciones de atención primaria pueden influir positivamente en los resultados de salud mental, incluyendo mejoras en los síntomas de depresión y ansiedad.
- La atención primaria desempeña un papel crucial en la coordinación de la atención a estas personas, lo que la convierte en un entorno esencial para implementar estrategias e intervenciones como la coordinación de la atención. También ayuda a empoderar a los pacientes para que gestionen su propia salud de forma más eficaz. Los sistemas de atención primaria bien diseñados ofrecen ventajas significativas desde la perspectiva de la salud poblacional, con una sólida evidencia que respalda su impacto positivo en los resultados de salud.
Se puede acceder al informe completo desde la página de la OECD o bien directamente aquí:
OECD (2025). Does Healthcare Deliver?: Results from the Patient-Reported Indicator Surveys (PaRIS), OECD Publishing, Paris. https://doi.org/10.1787/c8af05a5-en