Los y las futbolistas que trabajan su preparación psicológica muestran un mayor rendimiento percibido que aquellos/as que no lo hacen, independientemente de los niveles de ansiedad precompetitiva. Con esta contundente conclusión, un estudio realizado por Gonzalo Ardura-González y María de la Villa Moral-Jiménez, psicólogos de la Universidad de Oviedo, subraya un hallazgo esencial: el rendimiento en el fútbol profesional está más condicionado por las habilidades psicológicas adquiridas que por los niveles de ansiedad experimentados antes de competir.
Publicado en la Revista de Psicología Aplicada al Deporte y al Ejercicio Físico, el estudio explora, desde una rigurosa metodología cuantitativa, cómo interactúan diversas variables mentales con el desempeño percibido por los propios jugadores y jugadoras. La investigación se centra, especialmente, en la ansiedad precompetitiva, la supervisión psicológica, la preparación mental, la autoeficacia y la inteligencia emocional, en un intento por arrojar luz sobre qué factores marcan realmente la diferencia en el campo de juego.

Preparación psicológica y exigencias del fútbol de élite
En el contexto del deporte profesional, la psicología ha dejado de ser un mero complemento y se ha consolidado como un pilar fundamental para alcanzar el máximo rendimiento. El estudio destaca cómo los psicólogos y las psicólogas del deporte desempeñan un papel crucial tanto en categorías formativas como en niveles de alta competición, principalmente, a la hora de entrenar variables psicológicas relacionadas con el éxito deportivo.
Los autores del presente estudio señalan que el fútbol, por su impacto económico, social y político, es uno de los deportes donde más se demandan estos conocimientos. En particular, se ha comprobado que la preparación mental —que incluye habilidades como la visualización, el autodiálogo, la reestructuración cognitiva y la inteligencia emocional— puede marcar la diferencia en el desempeño en el terreno de juego.
Ansiedad precompetitiva: entre la normalidad y el obstáculo
Uno de los focos del estudio es la ansiedad precompetitiva, un estado emocional transitorio que emerge ante situaciones altamente exigentes, como puede ser un partido. Esta ansiedad se manifiesta tanto a nivel cognitivo (preocupaciones, pensamientos negativos) como somático (sudoración, taquicardia). Aunque en niveles moderados puede favorecer la activación y la concentración, cuando se desborda tiene un efecto negativo sobre el rendimiento.
El estudio confirma que, en general, los y las futbolistas presentan puntuaciones más bajas en ansiedad somática que los/as atletas de disciplinas individuales, posiblemente, debido al papel amortiguador del apoyo grupal. Aun así, las diferencias entre modalidades se han diluido con el tiempo, ya que los deportes individuales han adoptado dinámicas colectivas.
Diseño y metodología del estudio
El trabajo se basa en una muestra de 132 futbolistas profesionales, hombres y mujeres, de entre 18 y 38 años, que compiten en diferentes categorías del fútbol español. Se han aplicado dos instrumentos principales: el Inventario de Ansiedad Competitiva Revisado (CSAI-2R) y el cuestionario de Características Psicológicas Relacionadas con el Rendimiento Deportivo, adaptado al fútbol (CPRD-F).
Se han analizado, entre otras variables, la ansiedad somática y cognitiva, la preparación mental, la autoeficacia percibida, la fase de la temporada, la edad de los jugadores, su categoría deportiva y el hecho de trabajar o no con un psicólogo deportivo.
Resultados: la ansiedad no predice el rendimiento
Una de las principales conclusiones del estudio es que no se encuentran diferencias estadísticamente significativas entre los niveles de ansiedad precompetitiva (somática y cognitiva) y la percepción del rendimiento deportivo. Este hallazgo pone en cuestión la creencia de que la ansiedad previa a la competición, por sí sola, compromete el rendimiento del futbolista.
En contraste, sí se detectan diferencias significativas en la actitud y preparación mental en función del rendimiento. Los jugadores que perciben su rendimiento como excelente o bueno puntuan más alto en habilidades psicológicas como el control del estrés y la preparación mental. Estas habilidades incluyen técnicas como el ensayo mental, el uso del autodiálogo positivo, la aceptación del feedback externo o la evaluación objetiva del propio rendimiento.
La categoría sí importa… para la mente entrenada
Si bien no se observan diferencias en niveles de ansiedad entre futbolistas de distintas categorías, sí se evidencia que quienes compiten en Primera y Segunda División presentan mejores habilidades relacionadas con la actitud y la preparación mental. Esto sugiere que los jugadores y jugadoras de élite disponen de más recursos para enfrentar los desafíos psicológicos de la competición, reforzando la idea de que la preparación psicológica es un componente clave del éxito deportivo.
Edad y experiencia
Aunque el estudio no encuentra diferencias significativas en los niveles de ansiedad en función de la edad, sí identifica correlaciones positivas entre la edad, los años de experiencia y la actitud y preparación mental. Los jugadores y jugadoras más veteranos/as muestran mayor madurez psicológica, lo cual respalda la hipótesis de que ciertas habilidades mentales se desarrollan con el tiempo y la vivencia de múltiples temporadas competitivas.
La importancia de la figura del psicólogo/a deportivo/a
Si bien no se encuentra una relación directa entre trabajar con un psicólogo y menores niveles de ansiedad precompetitiva, sí se observa que los jugadores que recibían asesoramiento psicológico presentaban mejores puntuaciones en actitud y preparación mental. Este dato confirma la utilidad del entrenamiento psicológico, aunque también sugiere que para reducir la ansiedad específica se requieren intervenciones dirigidas y estructuradas, como las basadas en la Terapia Cognitivo-Conductual.
Autoeficacia, inteligencia emocional y rendimiento: conexiones evidentes
El estudio revisa investigaciones previas que demuestran cómo la autoeficacia y la inteligencia emocional se relacionan inversamente con los niveles de ansiedad. Los y las futbolistas que presentan mayores niveles de inteligencia emocional tienen más control percibido sobre su ejecución, lo que incrementa su autoconfianza. Estas competencias psicológicas, junto con una alta motivación intrínseca, están vinculadas a un mejor rendimiento.
Además, se observa que variables como la cohesión grupal y el liderazgo también contribuyen a una gestión más efectiva de la ansiedad y a un mayor bienestar mental en los/as futbolistas. Se trata, por tanto, de un enfoque integral donde confluyen aspectos individuales y sociales.
Conclusiones: hacia un modelo psicológico integral del rendimiento
El estudio de Ardura-González y de la Villa Moral-Jiménez concluye que la ansiedad precompetitiva no es el factor determinante en el rendimiento de los y las futbolistas profesionales. Por el contrario, variables como la actitud y la preparación mental, moldeadas a través de la experiencia y el entrenamiento psicológico, se revelan como mucho más influyentes.
Por ello, resulta imprescindible continuar integrando a los psicólogos y a las psicólogas del deporte en las estructuras técnicas de los clubes. Su labor no solo repercute en la mejora del rendimiento, sino que también actúa de forma preventiva sobre los niveles de estrés y ansiedad competitiva, mejorando así el bienestar mental general de los jugadores y las jugadoras.
Se puede acceder al estudio completo desde la página web de la revista de Psicología Aplicada al Deporte y al Ejercicio Físico, o bien directamente a través del siguiente enlace:
Ardura-González, G. y Moral-Jiménez, M. V. (2025). Ansiedad precompetitiva y rendimiento deportivo en futbolistas profesionales: relación con categoría y supervisión psicológica. Revista de Psicología Aplicada al Deporte y al Ejercicio Físico, 10(1), Artículo e3.