El Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Estadística han hecho públicos los datos preliminares de la Encuesta de Salud de España (ESdE) 2023. Este estudio, realizado entre agosto de 2023 y agosto de 2024 a más de 24.000 personas en todo el país, ofrece una radiografía detallada del estado de salud, el uso de servicios sanitarios y los hábitos de vida de la población española.
Desigualdades en la percepción del estado de salud general, según edad, sexo y clase social
Según los datos ofrecidos, el 74% de la población valora su estado de salud como bueno o muy bueno, lo que refleja una percepción mayoritariamente positiva del bienestar general. Sin embargo, esta cifra global oculta importantes desigualdades. Los hombres muestran una percepción más favorable (78%) que las mujeres (70%), una diferencia que podría relacionarse con la mayor carga de enfermedades crónicas y mentales entre las mujeres.
La edad también juega un papel determinante: mientras que el 94% de los menores de 5 años considera que goza de buena salud, este porcentaje se reduce al 38% entre los mayores de 85 años, lo que evidencia el impacto del envejecimiento en la percepción del bienestar. Además, según se detalla en la nota de prensa, la clase social condiciona notablemente esta valoración, siendo menos positiva entre los grupos socioeconómicos más desfavorecidos.

Salud mental en deterioro: uno de cada tres adultos presenta síntomas depresivos
Uno de los datos más preocupantes del informe es el deterioro de la salud mental en la población adulta. Según la ESdE 2023, el 29,8% de los adultos presenta sintomatología depresiva, con una clara diferencia de género: el 35,1% en mujeres frente al 24,4% en hombres. Estas cifras suponen un incremento notable respecto a ediciones anteriores: en 2014, los casos eran del 20,4%, y en 2019 alcanzaban el 24,4%, lo que indica un empeoramiento sostenido.
La encuesta ESdE también recopila información sobre tipos de medicamentos consumidos en las últimas 2 semanas. A este respecto, 48.329 encuestados afirman haber consumido tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir en ese periodo y 41.929 antidepresivos o estimulantes, siendo las cifras ligeramente más elevadas para el caso de las mujeres frente a los hombres.
Problemas de asistencia a la atención a la salud mental
La encuesta ESdE analiza la necesidad de atención sanitaria en diferentes niveles y las dificultades de los encuestados para acceder a ella.
En relación con la salud mental, un total de 48.329 ciudadanos afirman que no pudieron acceder a servicios de la salud mental por motivos económicos (24.645 mujeres vs 23.683 hombres).
Enfermedades crónicas y envejecimiento: retos persistentes
La población española continúa envejeciendo, lo que se refleja en un aumento de enfermedades crónicas. Hipertensión, colesterol alto y dolor de espalda crónico encabezan la lista de dolencias más frecuentes. También se detecta un deterioro de las capacidades funcionales en mayores de 65 años: el 41,6% sufre limitaciones de movilidad y un 28,8% manifiesta deterioro cognitivo. Las mujeres siguen mostrando mayor prevalencia de trastornos mentales y enfermedades crónicas no transmisibles.
La percepción de salud mejora, pero persisten desigualdades
A pesar del envejecimiento poblacional, el 74% de los españoles valora su salud como buena o muy buena, una mejora desde el 65% registrado en 1987. Esta percepción positiva ha aumentado en todos los grupos de edad, aunque sigue disminuyendo con los años: solo el 38% de los mayores de 85 años la mantiene. También se mantienen desigualdades por clase social y género.
Obesidad estabilizada, pero en niveles altos
Uno de los retos estructurales más persistentes es el sobrepeso y la obesidad. Aunque su crecimiento se ha ralentizado en la última década, las cifras siguen siendo alarmantes: el 62,2% de los hombres y el 48% de las mujeres presentan exceso de peso en 2023, frente al 45,3% y 33,5% respectivamente en 1987. En el caso infantil, el sobrepeso ha descendido ligeramente hasta situarse en torno al 28%, tras haber superado el 32% en los años 2000.
Mejores hábitos alimenticios y más actividad física
En el lado positivo, los hábitos de alimentación han mejorado. El consumo diario de fruta ha subido hasta el 63,9% en hombres y el 69,6% en mujeres, y el de verduras alcanza el 52,3% y 74,1% respectivamente. Sin embargo, estos avances aún están condicionados por el nivel socioeconómico.
La práctica de actividad física en el tiempo libre también ha mejorado. En 2023, solo el 32,6% de las mujeres y el 25,3% de los hombres se declaran sedentarios en su tiempo libre, cifras notablemente inferiores a las de 2014, cuando eran del 46,6% y 35,9% respectivamente.
Caída histórica en el consumo de tabaco y alcohol
El consumo de tabaco diario ha descendido a mínimos históricos: del 32,1% en 1993 al 17% en 2023. Este descenso es especialmente significativo entre los jóvenes de 15 a 24 años, donde ha bajado de más del 40% en 1995 a menos del 14% actual.
También se ha registrado un descenso en el consumo habitual de alcohol. En hombres, ha pasado del 64,8% en 2006 al 52,4% en 2023; en mujeres, del 46,4% al 40,8%. El consumo diario ha caído aún más drásticamente, en ambos sexos.
Conclusión: avances saludables conviven con desafíos estructurales
En definitiva, los resultados preliminares de la Encuesta de Salud de España 2023 (ESdE) ofrecen una imagen compleja: aunque se observan mejoras en hábitos saludables y una percepción más positiva del estado general de salud, persisten desafíos importantes, especialmente en el ámbito de la salud mental.
Teniendo en cuenta estos datos, se evidencia la necesidad de reforzar las políticas públicas para priorizar la salud psicológica de la población, así como invertir mayores esfuerzos en la prevención de enfermedades crónicas y en la reducción de desigualdades sociales si se quiere avanzar hacia una salud más equitativa y sostenible.