Beneficios de la práctica informada en trauma en el sistema de justicia
11 Dic 2025

La práctica informada en trauma es crucial si se busca construir un sistema de justicia infanto-juvenil basado en la evidencia. Estas intervenciones aplicadas en los contextos judiciales están asociadas a mejoras significativas en la sintomatología traumática y en la salud mental general y bienestar de los jóvenes, así como en la mejora de la participación en el proceso judicial. Así lo concluye un estudio publicado en la revista Journal of Child & Adolescent Trauma.

La revisión resume los hallazgos de revisiones sistemáticas y metaanálisis recientes para ofrecer una visión general de la evidencia más importante para la implementación de servicios de justicia juvenil informada en trauma. Los autores realizaron una «revisión paraguas” para recopilar y sintetizar la evidencia disponible, proporcionando información que apoya la adopción de este tipo de enfoques en los sistemas judiciales para menores.

Foto: Freepik. Autor: Wirestock. Descarga: 23/10/25

El contexto de la justicia juvenil y la necesidad de un cambio.

Los servicios de justicia juvenil en todo el mundo occidental han estado bajo una presión creciente para desarrollar formas de trabajo nuevas y más eficaces. Así, los autores citan investigaciones y revisiones que han puesto de relieve prácticas dañinas y abusivas, reavivando el debate sobre el propósito del sistema de justicia juvenil e identificando la necesidad de desarrollar prácticas que estén basadas en la evidencia y sean menos punitivas. En este contexto, ha surgido la idea de la «práctica informada en trauma» (PIT) como una vía prometedora para desarrollar nuevas políticas, programas e intervenciones que puedan lograr mejores resultados para los niños y jóvenes implicados en estos procesos judiciales.

Tal y como explican los autores, la justificación para implementar la práctica informada en trauma se deriva, en parte, de investigaciones que muestran que muchos niños y jóvenes involucrados en el sistema de justicia tienen antecedentes de maltrato y adversidad. Así, algunos estudios han establecido que las experiencias de victimización en la infancia están asociadas tanto con síntomas de trauma clínicamente significativos como con la delincuencia.

De acuerdo con el texto, las reacciones al trauma a menudo son un catalizador para la participación en el sistema de justicia penal y pueden aumentar el riesgo de delincuencia y reincidencia. Por este motivo, los autores del estudio señalan que las presentaciones clave del trauma (como la impulsividad, las conductas de riesgo y el bajo autocontrol) deben convertirse en objetivos de intervención importantes para cualquier servicio que tenga como objetivo reducir la reincidencia. Por consiguiente, una respuesta lógica del servicio, según exponen, no es «castigar» a los jóvenes, sino ofrecer un enfoque más alineado terapéuticamente que les ayude a sentirse seguros y a controlar las reacciones intensas, los pensamientos destructivos y los comportamientos impulsivos en el contexto judicial.

Principios de la práctica informada en trauma.

Tal y como exponen los autores, un enfoque informado en trauma es, fundamentalmente, un enfoque universal diseñado para «no causar más daño» a aquellos que han experimentado eventos traumáticos.

Este enfoque difiere de los sistemas legales occidentales tradicionales, puesto que no distingue entre «víctima» y «agresor»; en su lugar, el «riesgo» se conceptualiza en términos de vulnerabilidades que surgen en respuesta al maltrato infantil y a las desigualdades sociales y estructurales. El objetivo principal de la prestación de estos servicios es proporcionar un entorno en el que se reconozcan, procesen y resuelvan los impactos del maltrato y la adversidad, tal y como se explica en el texto.

Una práctica que incluye acciones a nivel individual, organizacional y sistémico.

Asimismo, la justicia juvenil informada en trauma busca ir más allá de la mera provisión de servicios de salud mental que aborden los síntomas de trauma (lo que se denomina intervención «centrada en el trauma»), e incluye mitigar el riesgo de que los jóvenes se comporten, o sean tratados, de maneras que los retraumaticen o causen daño a otros o a sí mismos. Una forma de reducir la retraumatización es proporcionar un entorno estructurado y seguro, con elementos como comidas regulares, horarios fijos y protocolos de comportamiento. En esencia, el objetivo es alcanzar múltiples resultados: reducir los síntomas de trauma, promover la buena salud mental y el bienestar, y reducir los comportamientos externalizados y delictivos.

Los autores exponen tres dominios principales para la práctica informada en trauma de un sistema de justicia juvenil: (1) la inclusión de servicios clínicos (como la detección y el tratamiento centrado en el trauma, incluyendo tratamientos cognitivo-conductuales); (2) el contexto de la organización (incluyendo la participación del joven y su familia, la capacitación del personal que trabaja en el servicio, la provisión de un entorno seguro y las políticas, procedimientos y objetivos de la organización alineados con un enfoque informado del trauma); y (3) el nivel de sistemas (que se refiere a la colaboración interinstitucional y la evaluación de la calidad de los servicios).

Diseño del estudio: una revisión paraguas.

Para revisar el conocimiento disponible, los investigadores emplearon una metodología de revisión paraguas. Esta es una estrategia estructurada que sintetiza hallazgos de revisiones sistemáticas y metaanálisis existentes.

Los autores buscaron revisiones publicadas entre 2017 y 2023 en bases de datos académicas como PsycINFO, PubMedCentral y Embase. Para ser incluidas, las revisiones debían contener al menos una evaluación cuantitativa de una intervención grupal, informada o centrada en el trauma, dirigida a jóvenes involucrados en el sistema de justicia (de 10 a 24 años, con al menos algunos participantes menores de 18 años).

Nueve revisiones sistemáticas (tres metaanálisis y seis revisiones narrativas) cumplieron con los criterios de inclusión. Estas nueve revisiones cubrieron un total de cuarenta y siete estudios primarios grupales relacionados con la justicia juvenil, involucrando a 86.115 participantes en total (aunque los números de muestra variaron considerablemente según la revisión). Los autores evaluaron las revisiones utilizando los indicadores de calidad para determinar su solidez metodológica.

Principales resultados.

Los resultados principales de esta revisión muestran que las intervenciones informadas en el trauma producen mejoras significativas en los síntomas de trauma, la salud mental y el bienestar general de los menores, así como en la participación en el sistema de justicia.  

1. Síntomas de trauma.

La evidencia más sólida se relaciona con el impacto de las intervenciones centradas en el trauma en los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los autores citan resultados que muestran una disminución significativa en los síntomas de TEPT después de la aplicación de tratamientos centrados en el trauma en comparación con el grupo de control, siendo los efectos del tratamiento de medianos a grandes en los síntomas de TEPT en nueve estudios.

2. Salud mental y bienestar.

La evidencia también indica una mejora en los problemas de salud mental concurrentes. Por ejemplo, las intervenciones cognitivo-conductuales dieron lugar a reducciones significativas en el TEPT, mientras que la capacitación en habilidades de afrontamiento se asoció con una mejor autoestima. Las intervenciones centradas en la regulación emocional también mostraron efectos positivos significativos en las estrategias de regulación emocional adaptativas y desadaptativas, aunque los efectos fueron pequeños.

3. Resultados relacionados con la justicia y reincidencia.

Los autores también encontraron evidencia de un impacto positivo de estos enfoques en los niveles de reincidencia y problemas de conducta de los jóvenes en los contextos judiciales, si bien los resultados son mixtos.

Conclusiones y direcciones futuras.

En definitiva, los autores del estudio enfatizan que la aplicación de enfoques de práctica informada en trauma en el sistema de justicia muestra resultados muy prometedores, siendo los enfoques cognitivo-conductuales para el tratamiento del trauma los que actualmente cuentan con mayor apoyo empírico.

En lo que respecta a las prácticas informadas de trauma a nivel organizacional y sistémico, la evidencia disponible es menos numerosa, por lo que los autores alientan a los investigadores a dirigir sus esfuerzos más allá del enfoque clínico y desarrollar programas informados de trauma que contemplen a toda la organización. Para ello, se requiere una mejor comprensión del impacto que las diferentes prácticas del sistema judicial tienen en los jóvenes implicados.  

Finalmente, los autores abogan por un futuro en el que se utilicen diseños de investigación más sólidos que puedan dar cuenta de cómo los componentes a nivel individual, grupal y organizacional de la práctica informada en trauma pueden interactuar para producir resultados más robustos. Además, sostienen que es crucial comprender mejor las experiencias y opiniones de los jóvenes involucrados en el sistema de justicia, escuchando lo que tienen que decir sobre los servicios que reciben.

Fuente.

Malvaso, C. G., Day, A., & Boyd, C. M. (2024). The Outcomes of Trauma‑Informed Practice in Youth Justice: An Umbrella Review. Journal of Child & Adolescent Trauma, 17(4), 939–955. https://doi.org/10.1007/s40653-024-00634-5

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