Las intervenciones basadas en mindfulness (IBM) están significativamente asociadas con mejoras en comportamientos de estilo de vida modificables que son cruciales para la salud en adultos. Así lo concluye un reciente y exhaustivo metaanálisis y revisión sistemática, publicada en la revista American Journal of Lifestyle Medicine.
El estudio destaca el potencial de estas prácticas para reducir las alteraciones del sueño, aumentar la actividad física, mejorar el abandono del tabaco y disminuir el consumo de alcohol, ofreciendo una perspectiva prometedora para la prevención de enfermedades y promoción de la salud.

Foto: Freepik. Autor: Nensuria. Descarga: 17/09/25.
Los «pilares de la salud cerebral».
Tal y como exponen los autores, la salud cerebral no es meramente la ausencia de enfermedad, sino el funcionamiento óptimo del cerebro a lo largo de todas las edades, integrando mente, cerebro y cuerpo. Un creciente volumen de investigación subraya la importancia de los comportamientos de estilo de vida en este aspecto. Factores como la actividad física, el sueño, la dieta, el uso de alcohol, el abandono del tabaco y las actividades sociales y mentales han sido consistentemente identificados como los «pilares de la salud cerebral» por diversas instituciones de salud pública y expertos. Comprometerse con estos comportamientos saludables contribuye a reducir la carga de enfermedades neuropsiquiátricas, ralentizar el declive cognitivo y preservar la estructura cerebral con el envejecimiento.
Según los autores, las enfermedades neuropsiquiátricas representan una prioridad de salud pública debido a su impacto global en la discapacidad y la mortalidad, así como su elevado coste económico. Los beneficios de modificar estos factores de riesgo en el estilo de vida comienzan en la mediana edad o antes y se acumulan con el envejecimiento, lo que subraya la importancia de adoptar hábitos saludables a lo largo de toda la vida.
Los beneficios de la práctica del mindfulness.
En este contexto, la práctica del mindfulness, definida como una conciencia no enjuiciadora del momento presente, ha demostrado beneficios directos para la salud cerebral y puede fomentar el cambio de comportamiento en el estilo de vida. Así, los autores señalan que el mindfulness «aumenta la autoconciencia, disminuye la impulsividad y permite a los individuos tomar decisiones de estilo de vida intencionales en lugar de actuar en ‘piloto automático'». Asimismo, las prácticas de mindfulness fortalecen la regulación emocional, el control atencional y cognitivo, y los procesos relacionados con el yo, mejorando la capacidad de tomar decisiones más saludables y de afrontar el estrés que podría desviar los objetivos de estilo de vida.
Metodología.
Los investigadores llevaron a cabo esta revisión sistemática y metaanálisis siguiendo un protocolo preregistrado y las directrices PRISMA y Cochrane Handbook. La búsqueda bibliográfica abarcó varias bases de datos importantes. La búsqueda se limitó a ECA publicados desde el inicio hasta 2020. Los criterios de elegibilidad incluyeron ECA publicados de IBM dirigidas a uno o más comportamientos de estilo de vida modificables para la salud cerebral en adultos mayores de 18 años, tanto en poblaciones de pacientes como no pacientes. La evaluación del riesgo de sesgo se realizó utilizando la herramienta de Riesgo de Sesgo de la Colaboración Cochrane, y la calidad de la evidencia también se valoró.
Intervenciones basadas en mindfulness: resultados clave.
El estudio, que analizó un total de 79 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) publicados con 9.233 participantes, encontró que las intervenciones basadas en mindfulness (IBM) tienen efectos significativos en varios de los pilares del estilo de vida vinculados a la salud cerebral. Específicamente, los investigadores destacan las siguientes asociaciones:
1. Reducción de las alteraciones del sueño.
Las IBM se asociaron con una disminución significativa de las alteraciones del sueño en 40 de 54 ECA analizados, incluyendo a 3.537 participantes. Los autores observan que el mindfulness puede disminuir los patrones negativos de pensamientos rumiantes y la reactividad emocional que contribuyen a las alteraciones del sueño.
2. Aumento de la actividad física.
Se observó un incremento en la actividad física en 9 de 17 ECA analizados, con 685 participantes. Los procesos de mindfulness pueden promover la tolerancia a pensamientos y sensaciones incómodas durante el ejercicio, fomentando así la actividad física sostenida.
3. Mejora en el abandono del tabaco.
Las IBM estuvieron significativamente asociadas con mayores probabilidades de dejar de fumar en 8 de 12 ECA, que involucraron a 1.234 participantes. La literatura sobre el uso de sustancias sugiere que las IBM pueden mejorar la regulación emocional frente a experiencias aversivas que contribuyen a este tipo de conductas.
4. Disminución del consumo de alcohol.
Los resultados mostraron una reducción en el consumo de alcohol en 4 de 6 ECA analizados, con 261 participantes.
Calidad de la evidencia y otros resultados.
El estudio destaca que la evidencia de la calidad de estas asociaciones es de moderada a alta. Para la cesación del tabaco, la calidad de la evidencia fue alta, mientras que para la calidad del sueño, la actividad física y el uso de alcohol fue moderada.
Por otro lado, los autores no encontraron una asociación significativa de las IBM con la actividad social. Es importante señalar que, debido a la falta de medidas consistentes entre los estudios, no fue posible analizar los efectos de las IBM en la dieta ni en las actividades mentales. De manera exploratoria, solo dos artículos incluyeron resultados cognitivos, pero los datos fueron insuficientes para incluirlos en el metaanálisis, según indican los autores.
Factores que influyen en la eficacia y aplicaciones futuras.
Los análisis de subgrupos realizados por los autores revelaron que las elecciones de diseño del estudio pueden influir en los resultados de las IBM. Por ejemplo, las intervenciones adaptadas específicamente a ciertos comportamientos o poblaciones mostraron efectos mayores en la reducción de las alteraciones del sueño en comparación con el MBSR (Reducción del Estrés Basada en Mindfulness), aunque este último presentó menor heterogeneidad. Esto, según los investigadores, probablemente se debe a su protocolo altamente estandarizado.
También se observó que los efectos de las IBM en las alteraciones del sueño fueron mayores cuando se compararon con grupos de control pasivos (lista de espera, atención habitual o condiciones vacías) que con controles activos.
Un hallazgo relevante es que los efectos de las IBM en los resultados de estilo de vida fueron independientes de la edad, el sexo y el estado del paciente, lo que sugiere que estas intervenciones podrían implementarse ampliamente para promover la salud cerebral en diversas poblaciones, según indican los autores.
Los investigadores enfatizan la necesidad de futuras investigaciones para comprender mejor los mecanismos del mindfulness que impulsan estos cambios en el estilo de vida para la salud cerebral. Asimismo, animan a explorar si las adaptaciones a las IBM podrían mejorar aún más los resultados, y a reportar las decisiones de diseño de manera exhaustiva para futuras metaanálisis.
Conclusiones.
A pesar de estas limitaciones, el estudio proporciona evidencia empírica sólida de que las intervenciones basadas en mindfulness se presentan como una intervención factible y eficaz, que puede aplicarse en el contexto sanitario para promover la salud cerebral a lo largo de la vida adulta.
En esta línea, los investigadores subrayan que los resultados posicionan a las IBM como una herramienta versátil y eficaz dentro de la promoción de la salud, ofreciendo información valiosa para los profesionales y sistemas de salud que buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Fuente.
Mace, R. A., Stauder, M. J., Hopkins, S. W., Cohen, J. E., Pietrzykowski, M. O., Philpotts, L. L., Luberto, C. M., & Vranceanu, A.-M. (2024). Mindfulness-Based Interventions Targeting Modifiable Lifestyle Behaviors Associated With Brain Health: A Systematic Review and Meta-Analysis. American Journal of Lifestyle Medicine. doi:10.1177/15598276241230467
