El 12,3% del alumnado sufre acoso escolar y/o ciberbullying, según la Fundación ANAR
17 Oct 2025

El acoso escolar continúa siendo una realidad presente en las aulas españolas. El 12,3% del alumnado afirma que en su clase existen casos de acoso escolar y/o ciberbullying, frente al 9,4% registrado en 2024. El aumento de este fenómeno se debe, fundamentalmente, al crecimiento de los casos de acoso digital y a la aparición de nuevas formas de agresión mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial.

De hecho, el 14,2% de las situaciones de ciberbullying implican el uso de inteligencia artificial (IA), utilizada sobre todo para crear vídeos falsos o suplantar la identidad de compañeros/as. Se trata de un fenómeno reciente que introduce un nuevo elemento de riesgo en la convivencia escolar y que evidencia la necesidad de educar al alumnado en el uso ético y responsable de las tecnologías.

Estas son algunas de las preocupantes conclusiones del nuevo informe anual sobre acoso escolar publicado por la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña, que recoge la opinión de 17.562 estudiantes (8.781 en medición previa y 8.781 posterior) y 355 docentes que participaron en 431 talleres de prevención desarrollados en 163 centros educativos de cinco comunidades autónomas (Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha e Islas Baleares), durante el curso 2024-2025.

En estos talleres se ofrecen herramientas orientadas a que los alumnos/as tomen conciencia de la responsabilidad que tienen ante los casos de acoso escolar y las diferentes formas de prevenirlo, así como de responder ante este tipo de casos.

El acoso escolar y/o ciberbullying
Foto: pexels. Diseño: rodnae-productions/pexels. Fecha: 2/06/23

Los hallazgos recogidos en este informe son fruto del análisis de datos recopilados a través de encuestas a los alumnos/as y profesores/as que han participado en los talleres, mediante las cuales se pretendía conocer las percepciones y actitudes de víctimas, acosadores, espectadores y docentes en el mismo entorno en el que ocurre el acoso. El documento cuenta también con las opiniones y propuestas del profesorado, completando así la visión panorámica del acoso escolar en los centros educativos.

Tal y como señalan sus autores, los datos de este informe se basan en situaciones reales de acoso presencial/ciberbullying de las que tienen conocimiento tanto alumnos/as como profesores/as. A continuación, recogemos las principales conclusiones del estudio:

El acoso presencial se mantiene estable, pero el ciberbullying aumenta

De acuerdo con los resultados del estudio, el 12,3% del alumnado conoce algún caso de acoso escolar y/o ciberbullying, un dato coincidente con la de países de nuestro entorno. De estos, el 6,5% del alumnado identifica acoso escolar presencial en su clase —una cifra idéntica a la del curso anterior—, mientras que el ciberbullying alcanza el 2,2% y los casos mixtos de acoso presencial y digital se duplican hasta el 3,6%.

La prevalencia del acoso escolar es mayor entre los 11 y 12 años, y afecta por igual a chicas y chicos, si bien los chicos sufren con mayor frecuencia acoso individual (66,6%). En cambio, las chicas presentan mayor vulnerabilidad en los casos mixtos de acoso presencial y online (52,9%).

En cuanto a la duración, cuatro de cada diez víctimas (42,8%) sufren acoso durante meses, mientras que un 28,2% lo padece durante más de un año, lo que indica una persistencia preocupante de las situaciones de maltrato.

Los insultos, motes y burlas son la forma de agresión más frecuente (84,8%), seguidos del aislamiento o exclusión (44,8%) y los golpes o patadas (30,9%), tipo de violencia que ha aumentado en 8,7 puntos porcentuales respecto al curso anterior. Los principales motivos del acoso citados por el alumnado “las cosas que hace o dice la víctima” (60,1%) y su aspecto físico (54,9%), seguidos de la presencia de problemas personales (psicológicos, discapacidad, de lenguaje, etc.) (27,1%).

El acoso escolar suele realizarse en grupo -esto es, 2 o más agresores/as- (42,6%), y suele ser el formato más habitual, aunque registra un descenso respecto a años anteriores. Los agresores chicos actúan en grupo con más frecuencia (50,1%) que las chicas (35,2%).

Menor percepción de actuación docente y de apoyo entre iguales

Uno de los datos más preocupantes del informe es la percepción de pasividad ante el acoso. Más de un tercio del alumnado (35,1%) considera que el profesorado no hace nada ante las situaciones de acoso escolar, lo que supone un incremento de 6,5 puntos con respecto al curso 2023-2024. Entre quienes perciben intervención docente (el 64,9%), las acciones más mencionadas son ayudar, apoyar e intentar solucionar la situación (73,8%) y vigilar (47%), seguido de la mediación con los implicados/as (42,3%), talleres/charlas para concienciar y prevenir (37,5%), hablar con las familias (36,6%), castigar/regañar (32,5%), comunicar el caso al centro escolar (23%), apoyo psicológico/educación emocional (19,9%) y activar protocolos/sanción escolar (9,8%).

En cuanto al grupo de iguales, el 47,9% del alumnado opina que sus compañeros/as no hacen nada ante una situación de acoso. Entre quienes sí actúan, las principales respuestas son apoyar o defender a la víctima (63,7%) y avisar al centro, a la familia o a los amigos/as (46,7%).

Preguntados por las posibles soluciones, el 73,2% considera que el acoso puede resolverse ayudando o uniéndose a la víctima, seguido de pedir ayuda (63,9%) y comunicándolo a una tercera persona (60,5%). Sin embargo, llama la atención que un 5,5% del alumnado opina que lo mejor es no hacer nada y quedarse callado, porcentaje que ha aumentado ligeramente respecto al año anterior.

WhatsApp, Instagram y TikTok, los principales canales de acoso digital

El informe confirma que el ciberbullying continúa creciendo: un 2,2% reconoce que en su clase hay víctimas de ciberbullying, y se concentra especialmente entre los 11 y 12 años (64,7%). Las chicas son más vulnerables de forma individual (75,6%), mientras que los chicos suelen estar implicados en acosos grupales.

La mayoría de las víctimas sufren ciberacoso durante semanas (50,5%), un tercio durante meses (33,7%) y un 15,8% durante más de un año. Los medios más utilizados son WhatsApp (66,4%), Instagram (50,5%) y TikTok (49,5%), seguidos de videojuegos y plataformas online (45,8%), especialmente en alumnado de primaria (56,6% vs 35,52% secundaria, donde destacan las redes sociales tradicionales como WhatsApp, Instagram y Facebook).

El informe resalta que los ciberacosadores/as son compañeros/as del mismo centro educativo en el 91,7% de los casos, ya sean de la misma clase o de otros cursos, lo que subraya la proximidad y la exposición constante de las víctimas en su entorno escolar.

La irrupción de la Inteligencia Artificial en el ciberbullying

Por primera vez, el estudio analiza el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en el acoso digital. El 14,2% del alumnado reconoce haber observado o sabido de casos de ciberbullying en los que se utilizó IA, con mayor uso por parte de los chicos (el 29,4%) que de las chicas (21,3%).

La IA se emplea, principalmente, para crear vídeos falsos mediante manipulación de imágenes o audio (54,8%) y para suplantar la identidad de compañeros/as (32,2%). En el 13% de los casos, se ha utilizado para chatear con mensajes de broma/dañinos, stickers/memes, grabaciones haciendo algo malo, insultando/molestando, subiendo fotos comprometidas, robando datos/fotos, etc.

Las plataformas mencionadas por los participantes donde se ha hecho uso de la IA, incluyen WhatsApp, Instagram, TikTok, Discord, ChatGPT y videojuegos como Fortnite, Brawl Stars o Clash Royale.

Entre las medidas que el alumnado considera más eficaces para resolver el ciberbullying destacan hacer capturas de pantalla para demostrar el acoso (67,7%), eliminar los mensajes o bloquear la cuenta (59,2%) y no reenviar contenidos humillantes o comprometedores de la víctima o víctimas (57,7%), seguido de la denuncia pertinente a las autoridades (53,1%), el control de las redes/privatización de cuentas/control parental (49,2%) y el aprendizaje en el uso adecuado de las redes sociales (45,4%).

El 3,5% de los casos se da conjuntamente ciberbullying y acoso escolar en la clase

La aparición conjunta de acoso escolar presencial y ciberbullying se ha duplicado con respecto al curso pasado. En 2025, un 3,6% del alumnado sufre ambos tipos de acoso a la vez. La mayor parte de las víctimas tienen entre 11 y 12 años (58,3%). Se da en mayor proporción en chicas (52,9%) que en chicos (46,8%).

Opinión del profesorado: causas del acoso, características de los agresores y barreras que dificultan la intervención

El informe también recoge la visión del profesorado. El 15% de los docentes declara haber tenido conocimiento de algún caso de acoso o ciberbullying, una cifra 5,9 puntos inferior a la del curso anterior. De estos, el 70,9% corresponden a acoso presencial. En casi un tercio de los casos (32,7%), la situación de acoso ha persistido en el tiempo (un aumento de 5,4 puntos respecto al año previo).

Los/as profesores/as han tenido conocimiento de este tipo de situaciones porque se lo han contado compañeros/testigos (46,3%) o porque se han dado cuenta ellos/as mismos/as (44,4%). Esto se da principalmente en primaria, donde el profesor o profesora se da cuenta en el 66,7% de los casos, frente al 44,4% que lo detectan en secundaria.

Entre los factores que el profesorado considera más decisivos para que se produzca acoso escolar destacan la presión del grupo de amigos/as (89,9%), el uso indebido de las redes sociales (89,9%), la falta de respeto a las diferencias (88,5%), la normalización de la violencia (88%), la falta de habilidades personales para resolver conflictos así como la falta de una gestión emocional adecuada en los niños/as, adolescentes para resolver los conflictos (85,8%), los valores sociales que se transmiten, como el individualismo (85,5%) y los modelos educativos familiares (permisivo, autoritario…) (64,8%).

El personal docente señala además importantes barreras para intervenir, tales como, la falta de recursos (88,9%), la excesiva burocratización de los procedimientos (65,2%), la escasa formación en sensibilización entre el profesorado (51,8%),la resolución de las situaciones de acoso solo a través de la sanción disciplinaria (46,5%), la falta de concienciación/ sensibilización del alumnado (46,2%), la dificultad para diferenciar el acoso escolar de otros problemas de convivencia (45,9%), o la falta de comunicación con las familias (35,1%).

En cuanto a la prevención, el profesorado apuesta por fomentar la escucha, el diálogo y la comunicación (86,3%), observar las relaciones entre el alumnado (85%) y trabajar con el alumnado el respeto a las diferencias (84,4%) y la cohesión de grupo (83,6%), como claves para evitar los conflictos.

Respecto al perfil de los agresores, los docentes señalan como rasgos principales la agresividad, impulsividad, falta de control y normalización de la violencia (82,5%), el sentimiento de superioridad (liderazgo, autoritarismo, …) (79,6%), los problemas familiares (falta de normas o disciplina, modelo familiar inadecuado…) (75,8%), la falta de habilidades sociales (falta de empatía o sensibilidad, intolerancia…) (73,5%), los problemas psicológicos como inseguridad, baja autoestima, frustración y miedo al rechazo (65%) y el liderazgo para influir en sus iguales (50,4%).

El profesorado destaca igualmente la importancia de la implicación familiar, considerando que prestar atención a los hijos/as (94,8%), educar en valores (90,5%), fomentar un uso responsable de las tecnologías (89,7%), controlar a los hijos/as (disciplina, rechazo de la violencia…) (77,4%), buscar ayuda externa (expertos, profesores/as…) (76,5%), y dar ejemplo a través del aprendizaje por modelado (65,6%), son las acciones más eficaces para prevenir el acoso desde el hogar.

Como formas de intervención eficaces destacan las actividades de sensibilización y prevención de especialistas (90,8%), los protocolos de actuación (87,1%) y la educación en valores (86%)

Alta satisfacción con los talleres de prevención

El informe concluye con una valoración muy positiva de los talleres de sensibilización. El 93,6% del alumnado afirma que el taller le ha gustado o resultado útil, alcanzando el 96,1% en secundaria y el 95,4% entre las chicas. En caso de necesitar ayuda, el 78,3% acudiría a su familia, seguido de los amigos/as (51%) y el profesorado (45,7%).

Por su parte, el 96% del profesorado califica los talleres como “buenos” o “muy buenos”, destacando la claridad de los contenidos, la adecuación de las dinámicas y la implicación de los equipos formadores. La satisfacción es mayor en primaria (97,8%) y entre los hombres (98,4%).

La prevención, una tarea conjunta de toda la comunidad educativa

Desde 2016, la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR desarrollan conjuntamente talleres de prevención del acoso escolar y ciberbullying en centros educativos de toda España. La edición de 2025 vuelve a evidenciar que el acoso escolar continúa siendo un problema estructural que exige la participación coordinada de toda la comunidad educativa —profesorado, alumnado y familias— para su detección, abordaje y erradicación.

El aumento de los casos de acoso digital y la utilización de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, suponen un reto añadido para la protección de los menores, reforzando la necesidad de continuar con las intervenciones educativas y de sensibilización que impulsen una convivencia basada en el respeto y la empatía.

Fuente: Fundación ANAR y Fundación Mutua Madrileña (2025). La opinión de los/as estudiantes. VII Informe de Prevención del acoso escolar en centros educativos. Datos analizados curso 2024-2025. Madrid. Disponible en: https://www.anar.org/informe/vii-informe-la-opinion-de-los-estudiantes/

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