La evidencia actual no es lo suficientemente consistente para asegurar que el “debriefing’ de incidentes críticos (CISD) realmente funcione para prevenir el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) o para reducir el malestar psicológico (como la ansiedad o la depresión) en los equipos de rescate en situaciones de emergencia. De hecho, se han observado algunos efectos adversos. Esta es la conclusión principal de una rigurosa revisión sistemática, publicada en el International Journal of Environmental Research and Public Health, que evaluó la literatura científica existente sobre la eficacia del CISD en la reducción del malestar psicológico y la prevención del TEPT en profesionales expuestos a eventos traumáticos.

Foto: freepik. Autor: wavebreakmedia_micro. Descarga: 16/10/25.
El riesgo psicológico intrínseco en los equipos de rescate.
Tal y como se expone en el artículo, los equipos de rescate y los servicios de emergencia (que incluyen grupos policiales, bomberos, soldados, paramédicos y personal de búsqueda y rescate) se enfrentan a niveles elevados de problemas de salud mental debido a su exposición frecuente a situaciones traumáticas. Estos profesionales manejan incidentes variados y de alto riesgo, como desastres naturales (terremotos, inundaciones, incendios forestales), accidentes graves (tráfico, industriales, aéreos), y emergencias médicas.
La naturaleza de su trabajo —que implica condiciones laborales peligrosas, la frecuencia y gravedad de los incidentes, y el impacto emocional de rescatar o no víctimas— contribuye a esta exposición. Aparte de los trastornos de ansiedad, depresión y problemas graves de sueño, dos de las complicaciones más comunes son el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) y el agotamiento profesional (burnout).
Según indican los autores, la prevalencia internacional de TEPT entre los equipos de rescate varía entre el 10% y el 35%, siendo significativamente superior a la población general. Por ejemplo, se ha revelado que el 45% de los bomberos ha experimentado cuatro o más eventos potencialmente traumáticos. Además, el agotamiento profesional, caracterizado por fatiga emocional y física extrema, despersonalización y disminución del logro personal, es prevalente y puede resultar en una disminución de la calidad del servicio, aumento del absentismo y rotación de personal.
El ‘debriefing’ como intervención psicológica y su controversia.
Ante estos riesgos, técnicas como el ‘debriefing’ han sido creadas para ofrecer apoyo psicológico a los miembros de los equipos de rescate. El Critical Incident Stress Debriefing (CISD), desarrollado por Jeffrey T. Mitchell, es una técnica grupal estructurada diseñada como una intervención preventiva a corto plazo. Sus objetivos principales son proporcionar un espacio seguro para la expresión emocional, normalizar las reacciones al trauma y fomentar el apoyo mutuo. El proceso consta de siete fases, incluyendo el intercambio de hechos, la discusión de reacciones emocionales y la enseñanza de estrategias de afrontamiento.
Sin embargo, el CISD ha sido objeto de considerable escrutinio. Los investigadores señalan que, aunque está destinado a aliviar las reacciones al estrés, el CISD puede ser ineficaz y, en algunos casos, perjudicial para los participantes. Algunos hallazgos de investigación han destacado que, potencialmente, el CISD puede exacerbar los síntomas de TEPT en lugar de mitigarlos. Con el objetivo de aclarar estas cuestiones, los autores llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura científica.
Metodología.
La revisión sistemática siguió las guías PRISMA y la metodología Cochrane. La estrategia de búsqueda se diseñó para identificar ensayos controlados aleatorizados (ECA) y estudios de cohortes que evaluaran el impacto del ‘debriefing’ en el TEPT y el agotamiento profesional en miembros de grupos de rescate organizados. Tras la búsqueda inicial y la revisión de 371 estudios, se incluyeron seis artículos en la revisión, que comprendían un total de 4751 participantes.
La calidad metodológica de los seis estudios incluidos fue evaluada utilizando la escala PEDro. Los resultados revelaron limitaciones: solo un estudio fue clasificado como de alta calidad, tres fueron considerados de calidad aceptable, y dos demostraron deficiencias metodológicas.
Resultados clave: efectos mixtos y ausencia de consenso.
Los estudios seleccionados investigaron el CISD en poblaciones heterogéneas, incluyendo soldados, rescatistas militares, personal de emergencia y paramédicos. Un hallazgo notable, según los autores, es que no se encontraron estudios específicos que evaluaran la eficacia del ‘debriefing’ en equipos de rescate de montaña.
Respecto a la eficacia del debriefing, los resultados generales fueron mixtos. Así, un estudio con 952 integrantes de fuerzas de paz indicó que el CISD no aceleró la recuperación en comparación con una sesión de manejo del estrés o una simple encuesta. Sin embargo, entre los soldados con mayor exposición al estrés, el CISD mostró una ligera reducción en los informes de TEPT y agresión.
En otro estudio con 67 bomberos no se encontraron evidencias significativas de que el CISD fuera más eficaz en la prevención del TEPT o la reducción del malestar psicológico, aunque sí se observaron beneficios en la calidad de vida y un menor consumo de alcohol.
Otros modelos alternativos.
La revisión destaca que los enfoques de ‘debriefing’ personalizados parece que muestran resultados más prometedores. Entre ellos, se encuentra el Battlemind debriefing, aplicado a soldados estadounidenses con alta exposición al combate, que se asoció con menos síntomas de TEPT, depresión y trastornos del sueño que la simple psicoeducación sobre el estrés, en un estudio. Asimismo, el Modelo 512 PIM, un modelo de Intervención Psicológica desarrollado para rescatistas militares chinos, ha mostrado su superioridad frente al ‘debriefing’ tradicional en la reducción de síntomas de TEPT, ansiedad y depresión en otro de los estudios. Los autores señalan que la distinción principal del Modelo 512 PIM reside en la inclusión de entrenamiento en cohesión de equipo, lo cual fomenta el apoyo social y puede ser un factor protector significativo ante el trauma.
Discusión y llamamiento a una investigación rigurosa.
A la luz de los datos, los autores subrayan que la eficacia del debriefing en la prevención del TEPT debe considerarse limitada. Asimismo, señalan la necesidad de establecer estudios diferenciados sobre su eficacia en función de los roles de los equipos de rescate, puesto que el impacto de la intervención puede variar según el personal involucrado en tareas de protección armada y los equipos de asistencia médica.
La revisión destaca también varias limitaciones metodológicas que impiden extraer conclusiones definitivas. La gran heterogeneidad en los métodos de estudio, el diseño, la duración del seguimiento y las características de los participantes complican las comparaciones directas. Además, la falta de seguimiento a largo plazo en muchos estudios es un factor crucial, puesto que los efectos del trauma pueden manifestarse a lo largo de muchos años, indican los autores.
En definitiva, los autores encontraron poca evidencia para respaldar la eficacia de las intervenciones post-despliegue o post-incidente, si bien, en lo que respecta a sus resultados adversos, parece que solo se reportaron efectos adversos mínimos, como el aumento del consumo de alcohol en algunas subpoblaciones.
Finalmente, los autores concluyen enfatizando la necesidad de realizar estudios más rigurosos, homogéneos y controlados, con períodos de seguimiento más largos y enfocados en enfoques personalizados y multimodales, para evaluar con mayor precisión el impacto sostenido de estas intervenciones en la salud psicológica de los equipos de rescate.
Fuente.
Ancarani, F., Garijo Añaños, P., Gutiérrez, B., Pérez-Nievas, J., Vicente-Rodríguez, G., & Gimeno Marco, F. (2025). The Effectiveness of Debriefing on the Mental Health of Rescue Teams: A Systematic Review. Int. J. Environ. Res. Public Health, 22(4), 590. https://doi.org/10.3390/ijerph22040590.
