El papel de la vergüenza en la violencia sexual
22 Oct 2025

La vergüenza muestra una correlación clínicamente significativa con la historia previa de violencia sexual (VS). Así lo concluye un metaanálisis exhaustivo y de gran alcance publicado en la revista Trauma, Violence, & Abuse. Los hallazgos, basados en la síntesis de 53 estudios, sugieren que las intervenciones psicológicas dirigidas a abordar la vergüenza pueden proporcionar resultados más positivos para los supervivientes de violencia sexual.

violencia sexual
Foto: freepik. Diseño: freepik. Fecha: 23/09/25
La violencia sexual como precursor de la vergüenza

Los autores recogen la definición de la OMS de la violencia sexual como cualquier contacto o comportamiento sexual en el que no se obtiene o se da libremente el consentimiento. Según la literatura revisada por los autores, se estima que la VS afecta al 35.6% de las mujeres, al 18% de las personas transgénero y con diversidad de género, y al 1% de los hombres. Asimismo, la VS ha sido vinculada teórica y empíricamente a una gama de resultados psicológicos negativos, incluyendo el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión.

Por su parte, la vergüenza, una emoción autoconsciente caracterizada por la autoevaluación negativa, supone un factor de riesgo transdiagnóstico para diversas formas de psicopatología. Además, la vergüenza es reconocida por los autores como una barrera significativa que impide a los supervivientes revelar la VS y buscar asistencia médica, social y legal.

Dada la importancia de este componente, que puede instalarse de manera persistencia, generando un mayor aislamiento social y dificultades de afrontamiento en las víctimas de VS, los investigadores llevaron a cabo un metaanálisis para examinar el papel de los diferentes subtipos de vergüenza, incluyendo la vergüenza de rasgo (una tendencia estable a experimentarla), la vergüenza de estado (experimentada «en el momento»), la vergüenza corporal (relacionada con el yo físico) y la vergüenza relacionada con el trauma o la VS.

 Metodología

El equipo de investigación desarrolló un protocolo que fue registrado en PROSPERO y siguió las directrices PRISMA para realizar el metaanálisis. Se llevó a cabo una búsqueda sistemática en siete bases de datos electrónicas, incluyendo literatura publicada y no revisada por pares, desde la creación de las bases de datos hasta junio de 2023. El objetivo fue cuantificar la asociación entre la VS y la vergüenza mediante dos métodos principales: comparando las puntuaciones medias de vergüenza entre individuos expuestos y no expuestos a la VS, y examinando la magnitud de la asociación entre la severidad de la VS y la severidad de la vergüenza.

En total, el análisis incluyó 53 estudios independientes, que aportaron 97 efectos y un total de 20,079 participantes.

Resultados: Los supervivientes de VS experimentan mayor vergüenza

El primer metaanálisis, que comparó a los supervivientes de VS con individuos no expuestos, mostró que los individuos expuestos experimentan niveles moderadamente más altos de vergüenza. El tamaño del efecto general fue g = 0.55, lo que los autores interpretan como un efecto medio.

Según los análisis realizados, este efecto fue consistente independientemente del momento en que ocurrió la VS (niñez/adolescencia o adultez) y del subtipo de vergüenza evaluado. Sin embargo, se observaron variaciones: el efecto fue más alto para la VS de cualquier tipo a la vergüenza de rasgo (g = 0.62), de forma que los individuos expuestos a la VS experimentan niveles moderadamente más altos de vergüenza de rasgo en comparación con los no expuesto.

Los autores del estudio señalan que la asociación entre la VS infantil o adolescente (VSIAN) y la vergüenza fue superior a la asociación entre la VS adolescente o adulta (VSAA) y la vergüenza de rasgo. Esto sugiere que la exposición temprana a la VS, que ocurre durante un período crítico de desarrollo para la formación del autoconcepto, puede perturbar notablemente el sentido de valía personal.

Severidad de la violencia sexual y subtipos de vergüenza

En el segundo metaanálisis, que evaluó la correlación entre la severidad de la VS y la severidad de la vergüenza, los investigadores encontraron un efecto general de pequeño a medio (r = 0.20).

Los tamaños del efecto fueron mayores en los análisis que examinaron los vínculos con la vergüenza relacionada con el trauma o la VS. Específicamente, la severidad de la VSIAN mostró una correlación fuerte (r = 0.37) con la vergüenza relacionada con el trauma, lo que refuerza investigaciones previas sobre el mayor riesgo que confiere la exposición temprana.

En contraste, la VSAA mostró un efecto medio en su vínculo con la vergüenza corporal (r = 0.24). Los autores hipotetizan que los supervivientes de VSAA, cuyas experiencias podrían haber ocurrido más recientemente, pueden exhibir mayor vergüenza corporal debido a la percepción de que su yo físico fue violado o contaminado, lo que puede ser una función de los mitos sociales sobre la violación.

 Implicaciones y futuras direcciones

El estudio examinó varios factores que podrían moderar la relación entre la VS y la vergüenza. A este respecto, los análisis mostraron diferencias según el contexto de procedencia de las muestras. Así, la exposición a la violencia sexual resulta en un nivel de vergüenza significativamente mayor cuando se estudia a personas que están activamente buscando tratamiento psicológico o de salud mental, en comparación con muestras reclutadas en otros entornos, como universidades o la comunidad en general, lo que concuerda con la idea de que la búsqueda de tratamiento está relacionada con un mayor malestar psicológico. También se observó que las asociaciones entre la VS y la vergüenza corporal eran menores en muestras con un mayor porcentaje de mujeres, lo que podría reflejar la limitada investigación sobre las experiencias de hombres y personas no binarias, según indican los autores.

Conclusiones: la vergüenza como objetivo terapéutico

A partir de estos resultados, los investigadores concluyen que la vergüenza es un objetivo clínico importante. A este respecto, los autores recomiendan que las intervenciones terapéuticas fomenten la autocompasión para contrarrestar la vergüenza relacionada con el trauma y desafíen las creencias negativas internalizadas sobre el autoconcepto. Asimismo, los autores plantean la necesidad de que los servicios de atención a las víctimas combatan activamente el sentimiento de vergüenza, al desafiar y eliminar los mitos sociales que culpan a la víctima, y fomenten la búsqueda de servicios, al comunicar que la ayuda está disponible y es segura, contrarrestando el efecto de barrera que tiene la vergüenza. Estos cambios, según los autores, incrementarían el acceso a servicios de ayuda de los supervivientes, reduciendo su malestar psicológico.

Finalmente, los autores concluyen que las futuras investigaciones deben priorizar muestras diversas, el estudio de características específicas de la agresión (como la relación con el perpetrador) y un aumento en la calidad metodológica de los estudios para obtener resultados más específicos y mejorar nuestra comprensión sobre el impacto de la vergüenza en supervivientes de violencia sexual.

 Fuente

Hassanpour, P., Buchwald, S., Mehta, A. H., Goldberg, S. B., & Walsh, K. (2025). Sexual Violence and Shame: A Meta-Analysis. Trauma, Violence, & Abuse, 15248380241308828.

Noticias Relacionadas

Noticias

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS

Noticias Relacionadas

Noticias