La situación de la salud mental en Galicia ha encendido las alarmas. Según recoge La Voz de Galicia, el Grupo Socialista (PSdeG) en el Parlamento autonómico ha presentado una batería de iniciativas para exigir a la Xunta un nuevo Plan de Salud Mental, con el objetivo de reforzar los recursos humanos y materiales y de hacer frente a una situación que califican como “de primer orden”.
En palabras de la portavoz de Sanidad del grupo, Elena Espinosa, Galicia tiene una de las tasas más bajas de psicólogos y psicólogas y psiquiatras del Estado, mientras se dispara el consumo de psicofármacos, especialmente entre los menores de 19 años, con un incremento del 52%. Esta alarmante paradoja revela una clara falta de atención psicológica directa y pone en evidencia el desequilibrio entre tratamiento farmacológico y apoyo terapéutico.
Tal y como se recoge en la noticia de La Voz de Galicia, Espinosa fue clara, afirmando que los gallegos y gallegas necesitan de manera urgente de un psicólogo o de un psiquiatra que les atienda a tiempo. Además, ha añadido que esta atención en salud mental no puede ser sustituida por un antidepresivo o un ansiolítico, que “no van a la raíz del problema”.

Una crisis de recursos que ya tiene consecuencias
La iniciativa llega después de que el portavoz socialista, José Ramón Gómez Besteiro, denunciase los datos del último informe del Consello de Contas, que evidencia la falta de ejecución presupuestaria en salud mental por parte del Gobierno gallego. Esto ha provocado que algunos pacientes esperen más de cinco meses para una primera consulta, en un momento en que la demanda de atención psicológica no deja de crecer.
Galicia, además, figura entre las comunidades con mayores tasas de suicidio, según se indica en la crónica de este medio. A este respecto, Espinosa acusó a la Xunta de haber preparado durante años “la tormenta perfecta”, al combinar recortes y limitación de contrataciones en un contexto de creciente necesidad.
El modelo nórdico como referencia y la psicología como prioridad
Desde el PSdeG se plantea un plan integral basado en el modelo de los países nórdicos, que combine atención primaria, hospitalaria y psiquiatría comunitaria. El foco estaría especialmente puesto en la juventud y la población en situación de vulnerabilidad, tal como recoge también la crónica publicada por La Voz de Galicia.
Entre las medidas, destaca la creación de una estrategia específica de prevención del suicidio, con atención psicológica y acompañamiento las 24 horas del día, todos los días del año. El objetivo: actuar antes de que sea tarde, ofreciendo orientación, terapia y apoyo práctico a quienes atraviesan situaciones críticas.
No hay salud sin salud mental
La noticia evidencia una verdad cada vez más reconocida por profesionales y ciudadanía: la salud mental es una parte esencial de la salud pública. No basta con más medicamentos: se necesita una red sólida de profesionales de la psicología y psiquiatría, que garanticen una atención digna, humana y a tiempo.
Invertir en psicología no es un gasto, sino una inversión en el bienestar colectivo. Como recoge La Voz de Galicia, el PSdeG reclama una respuesta estructural, sostenida y eficaz, porque sin salud mental, no hay salud posible.