La intervención temprana y la atención colaborativa que incluya intervenciones psicológicas en pacientes con un primer episodio de psicosis mejora el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. Así lo recoge un artículo de revisión publicado en la revista Psychiatric Annals, donde los autores exponen las claves para comprender el primer episodio de psicosis, su impacto y las estrategias de intervención que se disponen actualmente.
Tal y como se explica en el texto, el Primer Episodio de Psicosis (PEP) es un trastorno mental grave que a menudo se manifiesta en la adolescencia tardía o a principios de la edad adulta y que se define por la aparición reciente de síntomas psicóticos que ocurren durante al menos una hora al día, cuatro días a la semana, durante un mes.

¿Qué son los síntomas psicóticos?
Los síntomas del PEP pueden variar e incluyen diferentes tipos:
- Síntomas positivos: Alteraciones en la percepción y el comportamiento, como alucinaciones (ver o escuchar cosas que no están ahí) y delirios (creencias falsas y fijas).
- Síntomas negativos: Implican una disminución en las funciones normales, como falta de interacción social, motivación reducida, dificultad para experimentar placer y falta de expresión emocional. A veces, la gravedad de estos síntomas varía y pueden reducirse significativamente con tratamiento temprano.
- Síntomas cognitivos: Incluyen dificultades con la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento.
Además de estos síntomas, pueden presentarse otros síntomas como discurso, pensamiento y comportamiento desorganizados. Asimismo, el PEP puede manifestarse en el contexto de diversas condiciones, incluyendo esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar o depresión con síntomas psicóticos, trastornos delirantes, o incluso puede ser causado por medicamentos, drogas o condiciones médicas.
La importancia de la intervención temprana
Según se analiza en el artículo, el PEP puede causar un deterioro profundo en el pensamiento, alterando la percepción de la realidad y el funcionamiento diario. Los síntomas pueden poner a los pacientes en riesgo, requiriendo a veces hospitalización.
Asimismo, la investigación ha demostrado consistentemente que la presentación temprana después del inicio de los síntomas y el inicio rápido del tratamiento se asocian con un mejor pronóstico, remarcan los autores. A este respecto, se ha demostrado que iniciar una intervención en los tres primeros años tras el inicio de los primeros síntomas es crucial para potenciar el resultado positivo a largo plazo. En contraste, la demora en el tratamiento (conocida como Duración de la Psicosis no Tratada o DUP) está asociada a una peor calidad de vida y funcionamiento social. Así, tal y como se explica en la revisión, este reconocimiento de la importancia del tratamiento temprano ha llevado al desarrollo de programas de intervención temprana para la psicosis (EIP) en muchos países.
Enfoques de tratamiento: Cuidado Especializado Coordinado (CSC)
Los autores del artículo explican el enfoque de atención colaborativa, conocido como Cuidado Especializado Coordinado (CSC), que ha demostrado ser más eficaz que la atención habitual. El modelo CSC se centra en la toma de decisiones compartida, involucrando activamente al paciente y a la familia.
Así, tal y como se recoge en el artículo, se trata de un enfoque integral que combina varios componentes, con medicación e intervenciones psicológicas.
Tal y como se recoge en el artículo, el modelo CSC fue impulsado por iniciativas de investigación como el programa RAISE del NIMH en EE. UU. y ahora se implementa en numerosas clínicas.
Tratamiento farmacológico
Se utilizan medicamentos antipsicóticos, para los síntomas positivos en el PEP. Generalmente se recomiendan antipsicóticos de segunda generación como primera línea, buscando la dosis eficaz más baja para minimizar los efectos secundarios, puesto que los pacientes en el primer episodio suelen ser más sensibles a ellos, señala el texto. Esta elección del medicamento debe ser individualizada, añaden los autores.
Intervenciones psicológicas
Según la revisión realizada por los autores, estas son las intervenciones psicológicas que actualmente se emplean de manera mayoritaria en el abordaje del Primer Episodio de Psicosis:
- Psicoterapia: Se menciona como una de las cinco áreas clave del modelo CSC, pudiendo ser individual o grupal. La modalidad de psicoterapia más común y eficaz utilizada en el PEP es la Terapia Cognitivo-Conductual para la psicosis (TCCp). Los autores mencionan que esta terapia es efectiva tanto para los síntomas positivos como negativos de la psicosis. Asimismo, señalan que ayuda a los pacientes a identificar y desafiar distorsiones cognitivas, desarrollar perspectivas más equilibradas, refutar creencias delirantes, aprender habilidades de afrontamiento y minimizar el estrés.
- Psicoeducación: Es una parte integral del tratamiento. Su objetivo es educar al paciente, a los miembros de la familia y a los cuidadores sobre el diagnóstico, los riesgos y beneficios del tratamiento, y los riesgos asociados con la enfermedad no tratada.
- Intervención familiar: Se describe como un enfoque estructurado que ayuda a las familias a resolver problemas, afrontar los síntomas y mejorar la comunicación y las redes de apoyo social.
- Gestión de casos: Son servicios para coordinar la atención y el apoyo.
- Apoyo al empleo y capacitación de habilidades: Para ayudar con el funcionamiento diario y la integración.
- Remediación cognitiva: Puede ayudar a abordar los desafíos cognitivos y mejorar la atención, la memoria y el funcionamiento ejecutivo, según indican los autores.
Desafíos para el tratamiento
Los autores también analizan los desafíos a los que se enfrenta este ámbito, puesto que, a pesar de la eficacia del tratamiento temprano, existen barreras significativas, entre las que se encuentran:
- El estigma: El estigma asociado a la enfermedad mental dificulta que las personas busquen ayuda y divulguen síntomas tempranos.
- La falta de conocimiento: La falta de conciencia sobre la gravedad de la enfermedad, tanto en las familias como en los propios pacientes, lleva a retrasos en el tratamiento.
- El acceso a la atención: La falta de relaciones familiares de apoyo puede ser una barrera. La implementación de CSC también enfrenta desafíos en la contratación y retención de personal cualificado y en la accesibilidad, especialmente en áreas rurales.
Recuperación y evolución a largo plazo
La recuperación del PEP es posible, pero es un proceso complejo, indican los autores. Se estima que aproximadamente la mitad de los pacientes alcanzan la remisión clínica (síntomas mínimos o ausentes) después de 4 años. Asimismo, la remisión temprana, observada a las 12 semanas, es un fuerte predictor de la recuperación a largo plazo. Sin embargo, las recaídas son relativamente comunes y cada recaída aumenta la probabilidad de que la psicosis se vuelva una enfermedad crónica. A este respecto, los autores señalan que los modelos de CSC pueden ser los más eficaces en la prevención de recaídas.
Los autores remarcan, además, que la recuperación no solo implica la remisión de los síntomas psicóticos, sino también abordar los factores que predisponen a la recurrencia. Aunque es difícil predecir la evolución con exactitud, la intervención temprana y un enfoque de tratamiento colaborativo son cruciales para mejorar los resultados y apoyar el camino hacia la recuperación, insisten los autores.
Conclusión
En conclusión, el Primer Episodio de Psicosis requiere un reconocimiento temprano y un tratamiento oportuno e integral. La combinación de medicación antipsicótica y una gama de intervenciones psicológicas y sociales dentro de un modelo de atención colaborativa, como el Cuidado Especializado Coordinado, ofrece la mejor oportunidad para una recuperación significativa. Además, se requiere superar el estigma y mejorar el acceso a la atención como pasos esenciales para mejorar los tratamientos para las personas que experimentan un primer episodio de psicosis.
Fuente:
Iqbal, S., McDeavitt, K., Blassingame, J. C., Isa, S. A., Markan, A., Nazario, M., & Shah, A. A. (2025). First-episode psychosis. Psychiatric Annals, 55(1), e4-e7. https://doi.org/10.3928/00485713-20250102-01