Especialistas analizan el valor del profesional de la Psicología en la era de la IA, en una jornada promovida por el COPIB
04 Jun 2025

COP Illes Balears

El Hospital Universitario de Son Espases acogió el pasado viernes 30 de mayo la I Jornada “Inteligencia Artificial Aplicada a la Psicología”, un encuentro promovido por el Col·legi Oficial de Psicologia de les Illes Balears (COPIB) que reunió a ponentes destacados para analizar el doble impacto (oportunidades y peligros) que conlleva el crecimiento imparable de esta tecnología, su potencial transformador en el ámbito psicológico, así como los retos éticos y profesionales que plantea su implementación. Más de un centenar de profesionales se dieron cita en la jornada, que señaló como principales conclusiones el gran potencial de la IA como herramienta terapéutica, pero que en ningún caso reemplaza la esencia humana de la psicología.

Asimismo, se indicó el papel fundamental de la formación profesional, la regulación ética y la investigación para minimizar los riesgos. Por último, el mayor desafío social que perciben los expertos es combatir la soledad y el aislamiento a pesar de estar hiperconectados y repensar el uso de esta tecnología en el ámbito sanitario en general y de la salud mental, en particular. La tecnología debe facilitar la reconexión humana, no aislar a las personas en un mundo virtual.

La jornada contó con la presencia destacada de la directora general de Salud Mental del Govern de les Illes Balears, Carmen Bosch; del decano de la Facultad de la Psicología de la UIB, Juanjo Montaño, y del decano del Colegio, Javier Torres.

En su discurso de bienvenida, Javier Torres destacó que la inteligencia artificial (IA) se percibe como una herramienta de gran valor para complementar y potenciar el trabajo de los psicólogos, pero nunca sustituir su labor. Al respecto, subrayó las oportunidades que ofrece la IA, como detectar señales de alarma tempranas en salud mental y asistir en el análisis clínico con herramientas innovadoras. Sin embargo, enfatizó que la relación humana, la empatía y el juicio clínico son insustituibles, ya que la IA carece de conciencia y sensibilidad para entender los matices del sufrimiento humano.

Además, Torres recalcó la importancia de abordar la IA con criterios éticos claros y supervisión profesional, evitando caer en visiones ingenuas o alarmistas. Por ese motivo, el decano destacó que la IA debe ser liderada por los profesionales de la psicología para garantizar su uso seguro y ético, y que su verdadero valor radica en evolucionar la práctica sin perder la esencia humana de la terapia. Torres concluyó agradeciendo la presencia de asistentes y ponentes, y expresó su confianza en que la jornada fomentaría un diálogo crítico y constructivo sobre el futuro de la psicología en la era digital.

La IA
Fuente: COPIB. Foto: Javier Torres, durante su discurso de bienvenida

Lucía Halty Barrutieta, directora de la Cátedra de Innovación y Salud Mental Digital de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid), advirtió sobre la doble cara de la IA en psicología. Mientras la IA predictiva ayuda a identificar patrones en datos, la IA generativa —capaz de simular empatía y crear contenidos— está siendo usada por jóvenes para establecer relaciones emocionales, e incluso románticas, con máquinas.

«Tenemos que preguntarnos por qué un prefiere hablar con un chatbot antes que con un ser humano», señaló Halty, quien alertó sobre casos de suicidios vinculados a respuestas de IA y la paradoja de que las apps de salud mental prioricen el «enganche» del usuario sobre su bienestar real contraviniendo los principios terapéuticos.

Halty también subrayó el impacto de la IA en tres ámbitos clave: la terapia (como apoyo estructurado), el acompañamiento (incluyendo conexiones emocionales o romántica) y la definición de propósito personal. Enfatizó la necesidad de que los profesionales no sean receptores pasivos, sino que se formen para integrar estas herramientas de manera ética y efectiva. Asimismo, advirtió sobre la falta de validación científica en muchas aplicaciones y abogó por una regulación contundente, como la certificación europea (CE), para garantizar transparencia y seguridad en el uso de tecnologías relacionadas con la salud mental. Su mensaje final fue claro: la IA puede ser una aliada, pero requiere un enfoque crítico y responsable.

La IA
Fuente: COPIB. Foto: momento de la conferencia impartida por Lucía Halty

La jornada continuó con la presentación y análisis de tres experiencias realizadas por equipos de investigación de la Facultad de Psicología de la UIB relacionadas con la IA:

  • ¿IAgobio o IAyuda? El impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el alumnado universitario, el proyecto de investigación que están llevando a cabo entre alumnado universitario las psicólogas Silvia Ortiz-Bonnin, profesora titular en el Departamento de Psicología de la UIB, y Joanna Blahopoulou, profesora adjunta en el Departamento de Psicología de UIB.
  • ¿Qué opina tu ANSIEDAD laboral sobre la IA?, estudio liderado por Olivia Gracia Caño Zuehlsdorff, Facultad de Psicología de la UIB, que observa como la IA está transformando el sector laboral y en concreto, el grado de ansiedad y de inseguridad que esa transformación está generando en distintos grupos de población.
  • Análisis funcional de la interacción terapéutica en modelos de inteligencia artificial desde el análisis de conducta, a cargo de Federico Leguizamo Barroso, Jordi Llabrés Bordoy y Lorenzo Lorenzo Morán, psicólogos de la Facultad de Psicología de la UIB. El proyecto de tesis básicamente propone que el profesional de la psicología sea el filtro entre la IA generativa y el paciente, una idea que no es nueva y que consistiría en un sistema que en vez de hacer el seguimiento al paciente haría un seguimiento de la IA.

Tras una breve pausa, el debate continuó con una mesa redonda sobre La IA aplicada a la Psicología vista desde la Ingeniería, la Empresa, la Psiquiatría y el Derecho. Moderada por Dora Castro, vicedecana de la Facultad de Psicología de la UIB, intervinieron Mateu Oliver, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de les Illes Balears; Marc Revert, CEO de Orga IA; Miquel Lázaro, médico psiquiatra presidente de SIMEBAL y CESM; y Diego Fanjul, abogado especialista en Derecho e Inteligencia Artificial. Las principales conclusiones que se extrajeron de este debate fueron la necesidad de regular el uso de datos en aplicaciones relacionadas con la salud mental, así como garantizar la transparencia, especialmente en IA generativa. Asimismo, los invitados coincidieron en que bien utilizado y conociendo sus limitaciones, la IA servirá para mejorar la calidad de vida d ellos pacientes, por eso señalaron la necesidad de formación.

La psicóloga Aránzazu Junquera, coordinadora de Innovación Docente, coordinación de Prácticas de Postgrado en la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Alfonso X el Sabio, Madrid, clausuró el evento de forma magistral asegurando que la IA puede ser una gran ayuda en muchas tareas, como administrar test psicométricos, realizar informes estructurados o detectar patrones, pero “como reconoce la propia IA no puede sentir ni sostener afecto genuino, núcleo irremplazable del trabajo clínico de los psicólogos, ni reemplazar el vínculo humano insustituible en terapias de duelo o trauma». Junquera coincidió también en que hoy la pregunta clave que tenemos que hacernos es: “¿Qué nos está pasando como sociedad para que busquemos socializar con una máquina?»

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Fuente: COPIB. Foto: momento de la conferencia de la psicóloga Aránzazu Junquera

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