Una reciente revisión sistemática ha destacado el impacto de la violencia en las relaciones de pareja entre adolescentes en la salud física y mental posterior. El estudio ha sido publicado en la revisa Pediatrics.
Los autores del estudio tuvieron como objetivo determinar la asociación entre la violencia vivida en la relación adolescente y un conjunto de resultados negativos, incluida la salud física y mental, la recurrencia de violencia en las relaciones íntimas y las conductas de alto riesgo (uso de sustancias y conductas sexuales).
En la revisión, se seleccionaron 38 estudios prospectivos que incluían la evaluación del estado físico y mental de adolescentes de entre 13 y 18 años. Los estudios incluían una evaluación durante un periodo de seguimiento mayor de un año desde el inicio de una relación violenta de pareja.
Los resultados ponen en evidencia que la reincidencia de violencia en las relaciones íntimas es un patrón preocupante que se mantiene desde la adolescencia hasta la adultez. Así, 12 de 15 estudios encontraron que la victimización por violencia en la relación adolescente se asociaba significativamente con violencia futura en otras relaciones adolescentes. En la etapa adulta, aunque los estudios son menores, se observa también este patrón de reincidencia en relaciones con violencia.
Respecto al impacto de la violencia en la salud mental, 14 artículos mostraron asociaciones a largo plazo entre violencia en la relación adolescente y diferentes resultados de salud mental. Así, entre dichos resultados se encuentran los síntomas de internalización, suicidio, trastorno de estrés postraumático, rasgos de personalidad límite y conductas compulsivas.
En el ámbito de la salud física, también se observa una relación entre la violencia y peores resultados en salud. En concreto, se observó su asociación con el IMC, el bajo peso de los bebés al nacer (en muestras de mujeres adolescentes embarazadas que sufren violencia física), y la percepción de la propia salud.
Finalmente, el análisis muestra la asociación significativa entre violencia en la relación adolescente y conductas de alto riesgo. Entre estas conductas se encuentra el trastorno por uso de sustancias, el consumo de tabaco, marihuana y alcohol y las conductas sexuales de riesgo.
La revisión sistemática pone en evidencia que la violencia en las relaciones que inician los adolescentes tiene consecuencias graves a largo plazo. Los resultados de la revisión también resaltan que tanto las víctimas como los perpetradores de violencia adolescente tienen un mayor riesgo de sufrir problemas posteriores en sus relaciones. Según los autores, es importante destacar que, aunque este riesgo afecta a ambos grupos, las víctimas son particularmente vulnerables.
Teniendo en cuenta los resultados, los autores del estudio remarcan la necesidad de abordar este grave problema. Para ello, enfatizan la importancia de los programas de prevención de violencia dirigidos a jóvenes. Resulta fundamental ayudar a este grupo de edad a identificar marcadores de relaciones saludables y brindar apoyo a las personas vulnerables. Asimismo, según los autores, es necesario reducir el estigma en el entorno escolar y proporcionar apoyo de pares y familiares para mitigar el riesgo de violencia en las primeras relaciones y promover relaciones saludables.
Fuente:
Piolanti, A., Waller, F., Schmid, I. E., & Foran, H. M. (2023). Long-term adverse outcomes associated with teen dating violence: a systematic review. Pediatrics, 151(6), e2022059654.