Importancia del tratamiento psicológico de la comorbilidad en adicciones, en la III Jornada Psicología y Adicciones
06 Nov 2025

Ayer, 5 de noviembre, tuvo lugar en la sede del Consejo General de la Psicología de España (COP), la III edición de la Jornada sobre Psicología y Adicciones, bajo el título «Patología dual ¿reconceptualizamos? El tratamiento psicológico de la comorbilidad», un interesante encuentro celebrado por la Organización Colegial, a través de su División de Psicología de la Salud (PsiS) y su Grupo de Trabajo de Adicciones, con el objetivo de analizar y debatir la comorbilidad psicopatológica en el ámbito de las adicciones desde una perspectiva integradora y basada en la evidencia, subrayando el papel central de la intervención psicológica en el tratamiento de las personas con adicciones que presentan otros trastornos mentales.

La inauguración de esta nueva edición corrió a cargo de Francisco Santolaya Ochando, presidente del Consejo General de la Psicología, Josep Vilajoana i Celaya, coordinador de la División de Psicología de la Salud del COP y José Tenorio Iglesias, secretario general de la Organización Colegial y también coordinador del grupo de Trabajo de Adicciones del COP.

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Foto: momento de la inauguración de la Jornada. De izqda. a dcha.: José Tenorio Iglesias, Francisco Santolaya Ochando y Josep Vilajoana i Celaya.

Durante su intervención, Francisco Santolaya subrayó la importancia de la conceptualización en el ámbito de las adicciones, ya que el pensamiento configura la realidad y orienta los modelos de intervención psicológica. Recalcó que la necesidad de los profesionales de la Psicología en el tratamiento y trascendencia de contar con una conceptualización real y adecuada de la situación que viven las personas con adicciones -tanto las físicas como las comportamentales-.

En el marco del 40.º aniversario del Plan Nacional sobre Drogas, destacó la labor de Emilio Martín como impulsor de la presencia de la Psicología en este ámbito. Además, en relación con las acreditaciones profesionales que otorga el COP y que garantizan unos estándares de calidad mínimos para los Psicólogos y las Psicólogas en las diferentes especialidades y áreas de la Psicología, propuso reflexionar sobre la posibilidad de crear una certificación especial en el ámbito de las adicciones, que refuerce el reconocimiento profesional y la calidad del trabajo de los/as psicólogos/as en este ámbito. Finalmente, expresó su preocupación por las fluctuaciones en la presencia de la Psicología en el tratamiento de las adicciones, instando a mantener de forma continua el valor y la fuerza de la intervención psicológica en este campo.

Por su parte, Josep Vilajoana i Celaya destacó la importancia de que las adicciones se sigan considerando un tema de salud pública y abogó por una mayor representación de los psicólogos y psicólogas en este ámbito. Recordó que la intervención psicológica en adicciones no solo es relevante, sino que, a veces, es imprescindible, y subrayó, en línea con la evidencia, que «la palabra cambia estructuras cerebrales«, para señalar el impacto real del trabajo terapéutico. En este sentido, reivindicó el papel fundamental de la Psicología en los procesos de prevención y tratamiento, y valoró estas jornadas como una muestra del compromiso profesional con esta tarea.

Finalmente, José Tenorio Iglesias agradeció la implicación de todos los profesionales participantes y destacó que, detrás de esta jornada, hay un equipo y un grupo de trabajo consolidado, con especialistas de distintas comunidades autónomas. Señaló que las adicciones son un tema de salud pública extraordinariamente interesante y dinámico, que evoluciona tanto en la aparición de nuevas sustancias y comportamientos, como en los enfoques terapéuticos y de investigación. Insistió en la necesidad de seguir poniendo en valor el tratamiento psicológico dentro del tratamiento de las adicciones, recordando que la Psicología ha estado presente desde el inicio del Plan Nacional sobre Drogas, aportando propuestas terapéuticas basadas en la evidencia y centradas en mejorar la vida de las personas. Cerró su intervención con un mensaje de continuidad y compromiso, anunciando la convocatoria de la cuarta edición de estas jornadas para el próximo año.

A continuación, tuvieron lugar las siguientes ponencias, impartidas por expertos/as en el área: «Comorbilidad psiquiátrica vs patología dual: un debate conceptual y clínico abierto en conductas adictivas», por parte de Sergio Fernández-Artamendi, doctor internacional en Psicología por la Universidad de Oviedo y psicólogo sanitario, profesor titular e investigador en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento, y coordinación del máster en PGS de la Universidad de Sevilla; «Intervención psicológica en personas con adicciones y trastornos de la personalidad», cuyo ponente fue José Miguel Martínez González, doctor en Psicología, Psicólogo Especialista en Psicología Clínica, en el Servicio Provincial de Drogodependencias de Granada; y «Trastorno por consumo de psicofármacos en el contexto de la comorbilidad psicopatológica», de la mano de Rosa Sierra Serrano, psicóloga especialista en Psicología Clínica UCA Grao-Padre Porta, del Hospital Clínico Universitario de Valencia.

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Foto: Sergio Fernández-Artamendi en su ponencia sobre «Comorbilidad psiquiátrica vs patología dual: un debate conceptual y clínico abierto en conductas adictivas»
Foto: José Miguel Martínez González, hablando sobre «Intervención psicológica en personas con adicciones y trastornos de la personalidad»
Rosa Sierra Serrano, durante su ponencia «Trastorno por consumo de psicofármacos en el contexto de la comorbilidad psicopatológica»

La Jornada finalizó de la mano de José Tenorio, que clausuró este fructífero encuentro exponiendo las principales conclusiones extraídas del mismo, y que recogemos a continuación:

 

Conclusión general

En la Jornada se propuso, en primer lugar, un replanteamiento del concepto de patología dual, prefiriéndose un enfoque basado en el concepto de comorbilidad o diagnóstico dual. Lejos de «encapsular» este fenómeno como si tuviese una identidad propia, se prefiere un enfoque clínico y asistencial, más abierto a todas las realidades que se presentan en el ámbito de adicciones y a la planificación de diseños terapéuticos centrados en cada persona.

Dentro de estos diseños está el tratamiento de un ámbito tan importante de comorbilidad como es el de los trastornos de personalidad y los trastornos adictivos. En estos casos, se expuso de manera fundamentada cómo intervenciones psicológicas han demostrado su eficacia en la mejora de la sintomatología de los Trastorno de Personalidad, en la reducción del consumo y la prevención de recaídas.

Finalmente, se trató un fenómeno de creciente incidencia y preocupación, esto es: los Trastornos por uso de sustancias derivados del consumo de psicofármacos y su tratamiento psicológico. Estas adicciones son muy complejas y presentan una comorbilidad muy frecuente, en la que se hace altamente necesario el acceso a tratamientos psicológicos, que puedan ser intensivos y de larga duración.

Foto: José Tenorio, durante la clausura de la Jornada
Conclusiones específicas
  • Revisando el modelo de Patología Dual se concluye que no aporta una etiqueta útil desde el punto de vista comunicativo de la comorbilidad en adicciones. Aunque tampoco sea del todo explicativo, el término “Diagnóstico Dual” sí podría ser más adecuado.
  • El modelo de Patología Dual refuerza una visión biologicista, categorial y reduccionista del malestar complejo de las personas, ya que ignora la dimensionalidad, el contexto y la interactividad de los fenómenos psicológicos.
  • La Patología Dual se plantea como una entidad clínica propia, diferente de la mera coexistencia de un trastorno mental y un trastorno por uso de sustancias. Nace de la distinción clásica entre “adicción” y “trastorno mental” como categorías independientes.
  • La comorbilidad no es exclusiva de las adicciones, sino un fenómeno generalizado a todos los trastornos mentales. El modelo encapsula la comorbilidad en una etiqueta diagnóstica (patología dual), olvidando que la coexistencia de trastornos es la norma y no la excepción.
  • La perspectiva biopsicosocial y transdiagnóstica ofrece una comprensión más coherente, empírica y útil para la práctica clínica: la conducta no es una enfermedad, sino una interacción compleja y contextual entre la persona y su entorno. En este aspecto, hay que destacar la importancia de una concepción “funcional” de la conducta, incluyendo la conducta adictiva, y ayudando así a individualizar la intervención.
  • La presencia de un trastorno de la personalidad introduce una especificidad diagnóstica y terapéutica que condiciona la evolución del tratamiento. Identificar esta especificidad resulta esencial para comprender la psicopatología que subyace al proceso de cambio de nuestros/as pacientes.
  • Los tratamientos breves o exclusivamente farmacológicos resultan insuficientes para lograr cambios estables, dada la profundidad y rigidez de los patrones disfuncionales de personalidad que subyacen al consumo. Las intervenciones psicológicas han demostrado su eficacia en la mejora de la sintomatología de los trastornos de la personalidad, en la reducción del consumo y la prevención de recaídas.
  • Es fundamental reconocer que el cambio de variables claves en la adicción solo puede lograrse a través de intervenciones psicológicas estructuradas y sostenidas en el tiempo.
  • El tratamiento psicológico no solo favorece la abstinencia, sino que promueve un cambio profundo en la personalidad, elemento clave para la recuperación integral. La atención a la especificidad clínica que introduce la presencia de un trastorno de la personalidad en la adicción y la aplicación de tratamientos psicológicos bien fundamentados, son pilares indispensables para lograr una recuperación efectiva y sostenida de los pacientes con comorbilidad psicopatológica.
  • Existe una preocupación muy alta por el consumo de psicofármacos (principalmente benzodiazepinas) en España en general y su consumo también creciente en menores y jóvenes.
  • Debemos reflexionar asimismo sobre los factores sociales o de contexto que pueden contribuir a esto, así como sobre las respuestas que da el sistema sanitario.
  • Estamos ante una adicción con una elevada complejidad en la que la comorbilidad es muy frecuente.
  • En estos casos es fundamental no perder el foco respecto a la patología mental, que posiblemente haya sido el origen del problema.
  • Esta situación exige la necesidad de un acceso a tratamientos psicológicos, y que estos sean intensivos y de larga duración. Si se tratan adecuadamente los trastornos de base previamente disminuirá la probabilidad de la adicción.
  • Finalmente, es esencial reseñar la importancia que tiene una buena información sobre los riesgos de estos fármacos, promoviendo una actitud preventiva en la población respecto a su uso inadecuado.

Puedes ver el vídeo de la Jornada completa a través del siguiente enlace:

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