El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es un problema que afecta a millones de personas en el mundo. En los últimos años, afortunadamente, la investigación clínica ha identificado ciertas intervenciones psicológicas muy eficaces para el tratamiento de los síntomas del TEPT. Sin embargo, según un informe publicado en  la revista Psychological Science in the Public Interest, la mayoría de las personas que padecen este trastorno, no reciben los tratamientos cuya eficacia ha sido demostrada empíricamente.

En el informe, la experta en trauma Edna Foa, de la Universidad de Pennsylvania, junto con un equipo de psicólogos, han realizado una revisión de estudios publicados sobre las intervenciones para tratar el TEPT.

Foa, fue pionera en el uso de la Exposición Prolongada para el TEPT, tanto en imaginación como en vivo, a las situaciones, lugares y personas evitadas. La exposición repetida a la amenaza percibida hace que los pacientes comprueben que sus expectativas de amenaza no son ciertas, y, con el tiempo, conduce a una reducción del miedo.

Después de años de investigación, la exposición y otras técnicas de terapia cognitivo-conductual, han demostrado ser muy eficaces para la remisión de los problemas que tienen las víctimas de trauma.

A pesar de estos datos, la revisión encuentra que la mayoría de los profesionales de la salud mental no utiliza los tratamientos basados en la evidencia cuando trabajan con pacientes que sufren TEPT. Muchos terapeutas piensan que una buena psicoterapia debe ser individualizada, por lo que se centran en causas subyacentes a cada sujeto, como por ejemplo una relación difícil con los padres en la infancia, a pesar de que los estudios demuestran la poca eficacia de este tipo de terapias psicodinámicas para este problema.

Estos hallazgos son importantes ya que algunos acontecimientos traumáticos van en aumento en nuestra sociedad, como son los ataques terroristas o la violencia armada. Por este motivo, estos investigadores piensan que es muy importante difundir los tratamientos eficaces para que los pacientes tengan acceso a ellos.

Fuente:

Science Daily