La mayoría de los adolescentes españoles tiene un nivel de bienestar muy alto
12 Mar 2013

Unicef España, conjuntamente con el equipo de Investigación en Infancia, Adolescencia, Derechos de la Infancia y Calidad de Vida (ERÍDIQV), de la Universidad de Girona, han publicado un estudio sobre la calidad de vida y el bienestar subjetivo infantil.

La Convención sobre los Derechos del niño recoge el derecho de estos a opinar sobre los temas que les afectan. Basándose en este derecho, que pocas veces se tiene en cuenta, se han querido medir los niveles de bienestar infantil desde el punto de vista de los niños, preguntándoles directamente qué opinan, cómo se sienten y lo satisfechos o no que están con su vida y con algunos aspectos concretos de la misma.

La investigación, realizada gracias a la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y al apoyo de la Fundación “la Caixa”, se basa en una encuesta a 6.000 niños y niñas de 1º de ESO de toda España, realizada en 143 centros de distinta titularidad (públicos, privados concertados y no concertados) y en distintos entornos (urbanos, semi-urbanos y rurales).

El trabajo mide, por un lado, los niveles globales de bienestar de los niños mediante el Índice General de Bienestar Subjetivo; y por el otro, los niveles de bienestar específicos en distintos ámbitos de la vida de los niños (hogar, cosas materiales, relaciones interpersonales, colegios, organización del tiempo…).

Entre las conclusiones se observa que, en general, los adolescentes españoles están satisfechos con su vida (lo que incluye bienestar material, relaciones con familia y amigos, educación,…). La media de bienestar subjetivo para la población analizada se sitúa en casi 87 puntos sobre 100, por encima de la media esperada en poblaciones adultas occidentales (situada entre 70 y 80 puntos).

Los resultados del estudio ayudan a identificar claramente los factores que influyen en el bienestar infantil: las condiciones del contexto y uso del tiempo, las características demográficas, y las percepciones y preocupaciones. Por ejemplo, los niños con mayores puntuaciones en bienestar, son los que hacen ejercicio físico a diario, se sienten seguros tanto en casa como en el centro educativo, aspiran más a valores como la amabilidad frente a lo material, o han experimentado menos cambios en su vida.

No obstante, hay una parte de la población infantil que se queda “al margen” de estos elevados niveles de bienestar; cerca del 2% de los encuestados presenta niveles de bienestar general muy lejanos de la media y otro 13% niveles relativamente bajos. Entre estos niños y niñas se encuentran aquellos que sienten que no pueden participar en las decisiones que se toman en su hogar, que se sienten inseguros, que no tienen acceso a las TICS cuando las necesitan, o que ninguno de sus progenitores trabaja.

En cuanto a las diferencias respecto al género, encuentran que no son significativas en el bienestar general de los niños y las niñas, pero sí lo son en los distintos ámbitos y componentes del mismo. Por ejemplo, las chicas muestran puntuaciones más elevadas que los chicos en los índices de satisfacción con el hogar, con las posesiones materiales, con las relaciones interpersonales, con la zona en la que viven y con el instituto o colegio al que se asiste. En cambio los chicos muestran valores ligeramente superiores en cuanto a satisfacción personal y con la organización de su tiempo.

Además de evaluar el bienestar, también se incluyeron preguntas sobre las cosas que hacen los adolescentes, sus aficiones, valores o aspiraciones, las oportunidades que tienen de participar y opinar sobre lo que les afecta, etcétera. A este respecto, destaca que entre los valores por los que les gustaría ser apreciados destacan la amabilidad o la personalidad, y, sin embargo, el dinero o el poder quedan en último lugar. Entre sus aspiraciones, el bienestar de todo el mundo (que la gente tenga casa y comida) está por encima de sus caprichos (tener consola o televisión).

Finalmente, el informe hace una serie de recomendaciones, como por ejemplo:

  • Es preciso incorporar la voz de la infancia en todo el proceso de elaboración de políticas públicas.
  • Es necesario adoptar medidas que contribuyan a maximizar los niveles de bienestar infantil para la totalidad de los niños y las niñas en nuestro país, prestando especial atención a los ámbitos y grupos que manifiestan los menores niveles de bienestar.

Referencia:

“Calidad de Vida y Bienestar Subjetivo Infantil en España. ¿Qué afecta al bienestar de niños y niñas de 1º de ESO?” (2012). Casas, F. y Bello, A. (coords.). Llevado a cabo por UNICEF y la Universidad de Girona (grupo de investigación ERIDIQV).

Se puede consultar el informe completo:

Calidad de vida y bienestar infantil subjetivo en España

También se ha editado un resumen del informe:

El bienestar infantil desde el punto de vista de los niños

Noticias Relacionadas

Noticias

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS

Noticias Relacionadas

Noticias