¿Cómo afecta la pérdida auditiva al riesgo de desarrollar demencia? Un estudio publicado en la revista  JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery ha abordado esta pregunta utilizando una amplia muestra de participantes.

Según indican los autores, los estudios previos muestran una preocupante y creciente incidencia de la demencia, impulsada por el envejecimiento poblacional y factores de riesgo, incluida la pérdida auditiva. No obstante, este último aspecto no se ha explorado en profundidad, por lo que los autores plantearon mejorar el conocimiento disponible sobre el papel de la pérdida auditiva en el desarrollo de demencia.

Mediante un estudio de cohorte longitudinal, los autores realizaron un seguimiento a más de 573.000 personas mayores de 50 años en la región sur de Dinamarca entre 2003 y 2017. Los investigadores excluyeron aquellos con diagnóstico previo de demencia. A lo largo del tiempo, se compararon los datos de audición con el desarrollo de demencia.

Los resultados muestran una correlación significativa entre la aparición de problemas auditivos y desarrollo de demencia entre los participantes. Específicamente, el análisis revela que aquellos con pérdida auditiva presentan hasta un 13% más de riesgo de desarrollar demencia, especialmente acentuado en casos graves. Un hallazgo notable es que el riesgo disminuye al 6% para quienes utilizan audífonos, comparado con un aumento del 20% en aquellos que no los usan.

Si bien el estudio no ha explorado los motivos que explican la relación entre sordera y demencia, la literatura científica ha propuesto varias hipótesis al respecto:

• Carga cognitiva adicional. Las personas con pérdida auditiva pueden experimentar una carga cognitiva adicional al esforzarse por procesar y entender la información auditiva. Este esfuerzo constante puede afectar otras funciones cognitivas.
• Aislamiento social. La pérdida auditiva a menudo lleva al aislamiento social. La falta de interacción social y estimulación puede contribuir al declive cognitivo y aumentar el riesgo de demencia.
• Cambios en la estructura cerebral. La falta de estimulación auditiva puede llevar a cambios en la estructura cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la cognición. Esto podría contribuir al desarrollo de condiciones como la demencia.
• Estrés y depresión. La pérdida auditiva crónica puede generar estrés y depresión, ambos factores asociados con un mayor riesgo de demencia. El impacto psicológico negativo podría ser un vínculo entre la audición comprometida y el deterioro cognitivo.
• Reducción de actividad cognitiva. La dificultad para participar en conversaciones y actividades sociales debido a la pérdida auditiva puede resultar en una reducción de la actividad cognitiva, lo que podría contribuir al desarrollo de demencia.
• Teoría del desgaste cognitivo. La teoría del desgaste cognitivo sugiere que la constante carga cognitiva y la adaptación a la pérdida auditiva pueden agotar los recursos mentales a lo largo del tiempo, debilitando la capacidad cognitiva general de la persona.
• Influencia de factores comunes. Factores como la edad, el estilo de vida y la genética pueden influir tanto en la pérdida auditiva como en el riesgo de demencia, creando una asociación directa o compartida.

En conjunto, estos mecanismos sugieren una interconexión compleja entre la sordera y la demencia, donde factores psicológicos, sociales y biológicos pueden desempeñar un papel significativo. Según los autores, la comprensión de estos mecanismos es esencial para desarrollar intervenciones y estrategias de prevención efectivas.

Así, los resultados del estudio resaltan la necesidad de mejorar la concienciación sobre la relación entre pérdida auditiva y demencia en la población. Tal y como sugieren los autores, se debe explorar la pérdida auditiva en personas mayores y recomendar el uso de audífonos como medida preventiva para disminuir el riesgo de demencia.

Más allá, la relación entre sordera y demencia señala la necesidad de una atención integral en personas mayores. Según los autores, el estudio sirve como base para diseñar estrategias de prevención más específicas y personalizadas, contribuyendo así a un enfoque más holístico para el cuidado de la salud mental y de la función cognitiva en este grupo de edad.

Fuente:

Lech et al. (2024). Hearing Loss, Hearing Aid Use, and Risk of Dementia in Older Adults. JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery, 2024; DOI: 10.1001/jamaoto.2023.3509