El uso de benzodiazepinas durante el embarazo está asociado con un mayor riesgo de aborto espontáneo. Así lo concluye un amplio estudio publicado en JAMA Psychiatry.
El estudio examinó la relación entre el uso de benzodiazepinas durante el embarazo y el riesgo de aborto espontáneo.
Para ello, se realizó un estudio de casos y controles de una amplia población de mujeres embarazadas a lo largo del tiempo. Los embarazos que terminaron en abortos espontáneos entre 2004 y 2018 se consideraron casos, y se emparejaron en una proporción de 1:1 con mujeres del grupo control según el tiempo de exposición al fármaco, utilizando una puntuación de riesgo de enfermedad. Se tuvieron en cuenta las características demográficas y las comorbilidades previas al embarazo.
Asimismo, se analizaron las exposiciones a benzodiazepinas durante tres períodos de tiempo: el período de riesgo, que abarcaba los 28 días previos al aborto espontáneo, y dos períodos de referencia que estaban más distantes en el tiempo del evento. Esto permitió comparar la exposición a benzodiazepinas en relación con el aborto espontáneo con momentos en que no hubo abortos espontáneos. El aborto espontáneo fue definido como la pérdida del embarazo entre la primera visita de atención prenatal y la semana 19 completa.
Se encontró que el aborto espontáneo ocurrió en el 4.4% de los 3.067.122 embarazos estudiados, involucrando a 1.957.601 mujeres. La edad promedio de las mujeres fue de 30.61 años.
Se observó una asociación entre el uso de benzodiacepinas durante el embarazo y un mayor riesgo de aborto espontáneo. Este riesgo presentó una razón de probabilidades (odds ratio) de 1.69. Es decir, las mujeres que estaban consumiendo benzodiacepinas presentaron un 69% más de riesgo de experimentar aborto espontáneo que las mujeres que no consumían.
Asimismo, los autores señalan que es importante destacar que este aumento en el riesgo se mantuvo consistente tras múltiples estadísticos controlando la sensibilidad, lo que sugiere que es un hallazgo robusto.
Además, al analizar subgrupos, se encontró un mayor riesgo de aborto espontáneo con cada tipo de benzodiacepina utilizada. Así, se observó desde un odds ratio de 1.39 para alprazolam hasta 2.52 para fludiazepam. De esta manera, los datos sugieren que el riesgo varía según el tipo específico de benzodiacepina utilizada durante el embarazo.
En conclusión, los resultados tienen implicaciones significativas para la práctica clínica. Los autores del estudio advierten que se debe tener precaución al utilizar benzodiazepinas durante el primer trimestre del embarazo. Esto sugiere que los médicos deben considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios al prescribir estos fármacos a mujeres embarazadas que padecen trastornos de salud mental o problemas de sueño.
Fuente:
Lin-Chieh Meng et al, Benzodiazepine Use During Pregnancy and Risk of Miscarriage, JAMA Psychiatry (2023). DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2023.4912