Los cambios organizativos en el entorno laboral aumentan significativamente el riesgo de depresión, siendo esta asociación mediada en gran medida por factores psicológicos y sociales del entorno de trabajo. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio publicado en la revista Journal of Affective Disorders, y llevado a cabo por investigadoras del Instituto de Investigación en Salud, Medioambiente y Trabajo (IRSET) de Francia, con el objetivo de analizar la relación entre diferentes tipos de cambios organizativos y la depresión, utilizando para ello un instrumento de evaluación validado.
Asimismo, el estudio evalúa el papel mediador que desempeñan la exposición a factores laborales psicológicos y sociales en dicha asociación. De acuerdo con sus autoras, esta investigación supone una aportación pionera, al tratarse de uno de los primeros trabajos en emplear un diseño basado en una muestra representativa nacional y en aplicar un análisis detallado del rol mediador de estos factores.

El estudio se basa en la encuesta nacional SUMER (Surveillance médicale des expositions aux risques professionnels), impulsada por el Ministerio de Trabajo de Francia. En su edición de 2016, esta encuesta recogió datos de 25.977 empleados/as (14.682 hombres y 11.295 mujeres), alcanzando una elevada tasa de participación. El cuestionario fue cumplimentado por médicos del trabajo, con profundo conocimiento sobre los entornos laborales de los y las participantes, y por los/as propios/as trabajadores/as mediante un formulario autoadministrado.
La depresión ha sido evaluada mediante el instrumento PHQ-9, un cuestionario validado que recoge la frecuencia de nueve síntomas depresivos durante las dos semanas previas. Se considera presencia de depresión cuando la puntuación total alcanzaba un valor igual o superior a 10.
Un 60% de los trabajadores ha experimentado al menos un cambio organizativo en el último año
El estudio identifica siete tipos de cambios organizativos en los 12 meses anteriores: cambio de puesto o función, cambio tecnológico, reestructuración o traslado, modificación en la organización del trabajo, plan de despidos, adquisición o cambio de equipo directivo, y cambio en las personas con las que el/la empleado/a trabaja regularmente. Los datos muestran que el 60% de los empleados han estado expuestos a, al menos, uno de estos cambios.
Las mujeres han estado más expuestas que los hombres a modificaciones en la organización del trabajo, mientras que los hombres presentan mayor exposición a planes de despido. Además, se observa que la prevalencia de depresión es superior en mujeres (14%) frente a hombres (9%).
Más cambios organizativos, mayor riesgo de depresión
Los resultados revelan que la exposición a cualquier tipo de cambio organizativo se asocia con un incremento significativo del riesgo de depresión. El análisis estadístico muestra que el riesgo aumenta progresivamente con el número de cambios experimentados: con un solo cambio, el riesgo se incrementa un 58%; con dos, un 79%; y con tres o más, un 130%.
Todas las categorías de cambios organizativos analizadas se asocian con un mayor riesgo de depresión, y estos resultados se mantienen estables, incluso después de ajustar por variables sociodemográficas como edad, género, estado civil, ocupación y sector económico.
El papel mediador de los factores psicológicos y sociales del trabajo
Una de las contribuciones más importantes del estudio es la identificación del papel mediador que desempeña la exposición a los factores psicológicos y sociales en la relación entre cambios organizativos y depresión. Entre estos factores, destacan principalmente los siguientes:
- Altas demandas psicológicas
- Bajo reconocimiento en el trabajo
- Escasas oportunidades de promoción laboral
- Inseguridad en el empleo
- Acoso laboral
- Conflictos éticos
Mediante el método de mediación de Karlson, Holm y Breen (KHB), se ha estimado que hasta el 64,3 % del efecto total de los cambios organizativos sobre la depresión podía explicarse por la presencia de estas exposiciones psicológicas y sociales. En algunos casos, como la reestructuración o los planes de despido, esta mediación alcanza el 100%.
En particular, el factor con mayor peso mediador es el de altas demandas psicológicas, que explica por sí solo el 29,9% del efecto, seguido por el bajo reconocimiento en el trabajo (28,8%), las escasas oportunidades de promoción (21,6%), la inseguridad en el empleo (18,6%), el acoso laboral (15,4%) y el conflicto ético (19%).
Cambios organizativos y su impacto sobre el entorno psicológico y social
El estudio también ha encontrado que los cambios organizativos se relacionan significativamente con un empeoramiento del entorno laboral psicológico y social. Casi todos los tipos de cambio aumentan la probabilidad de exposición a factores como baja autoridad en la toma de decisiones, baja recompensa (estima, promoción e inseguridad laboral), bajo apoyo social (especialmente por parte de supervisores), y formas de violencia laboral como acoso, agresión verbal y conflictos éticos.
Por ejemplo, el cambio en la organización del trabajo se asocia con una probabilidad 1,38 veces mayor de estar expuesto a altas demandas psicológicas, y con un incremento del 1,30 en la probabilidad de sufrir acoso laboral.
Conclusiones y recomendaciones
Este estudio evidencia que los cambios organizativos en el trabajo no son procesos neutros desde el punto de vista de la salud mental. Por el contrario, constituyen un factor de riesgo significativo para el desarrollo de cuadros depresivos, especialmente cuando se presentan en combinación o afectan simultáneamente a varios aspectos del entorno laboral.
Las autoras concluyen que los factores psicológicos y sociales del entorno de trabajo desempeñan un papel clave como mediadores en esta relación, por lo que las estrategias preventivas deberían centrarse no solo en cómo se implementan los cambios organizativos, sino también en la mejora del clima psicológico y social, abordando aspectos como las cargas mentales, el reconocimiento profesional, las oportunidades de desarrollo, la estabilidad laboral y la gestión del conflicto ético y la violencia en el entorno laboral.
Un llamamiento a la prevención desde la organización del trabajo
Dado que las organizaciones pueden evaluar e intervenir sobre los cambios estructurales de forma más objetiva que sobre factores subjetivos —como la percepción individual del estrés—, el estudio subraya la importancia de abordar los procesos de transformación organizativa desde una perspectiva preventiva. En este sentido, implementar dichos cambios con criterios de equidad, transparencia y respeto al bienestar psicológico y social del personal laboral podría contribuir significativamente a reducir la carga de depresión en la población trabajadora.
Fuente: Niedhammer, I., Quatrevaux, M., & Bertrais, S. (2025). Organisational changes and depression: The mediating role of psychosocial work exposures in the SUMER study. Journal of Affective Disorders, 369, 43–51. https://doi.org/10.1016/j.jad.2024.09.157
