Un reciente estudio ha revelado una asociación significativa entre el diagnóstico de cáncer de próstata y un aumento del riesgo de tendencias suicidas. Esta revisión sistemática y metaanálisis, publicada en el World Journal of Mens Health, subraya la importancia crítica de integrar la atención psiquiátrica y psicológica en el seguimiento de los pacientes con cáncer de próstata para mejorar su bienestar y funcionamiento y reducir este riesgo latente. El trabajo enfatiza que, a pesar de que el cáncer de próstata a menudo se diagnostica tempranamente y es tratable, sus consecuencias para la salud mental son profundas y merecen una atención prioritaria.

Introducción: una preocupación silenciosa
El suicidio es una preocupación sustancial de salud pública, influenciada por una variedad de factores contribuyentes. Según los autores, el cáncer de próstata es ampliamente reconocido como una enfermedad con un alto riesgo de suicidio, sin importar el país o la edad. A pesar de esta asociación conocida, la información completa sobre los niveles de riesgo y los factores subyacentes ha sido limitada.
De acuerdo con los datos recogidos en el texto, el cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer más común que causa mortalidad y es la neoplasia más prevalente entre los hombres mayores. A pesar de que a menudo se diagnostica en una etapa tratable, los individuos con cáncer de próstata están más expuestos a la presentación comórbida de problemas de salud mental como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.
La evidencia disponible, citada por los investigadores, muestra que el estrés aumenta significativamente en algunas personas después de un diagnóstico de cáncer, y el riesgo de ideación suicida y suicidio real, así como de eventos cardiovasculares adversos, también se incrementa en este grupo de pacientes. Estos aumentos de riesgo son especialmente pronunciados en los primeros cuatro años después del diagnóstico inicial y persisten independientemente de si se brindó atención psiquiátrica antes y durante el diagnóstico. Variables como las características psicológicas, la fisiología, la presencia de dolor, la comorbilidad de otras afecciones de salud crónicas y un historial de depresión pueden afectar la magnitud del aumento del riesgo de suicidio, indican los autores.
Metodología
El propósito de este estudio, tal como lo describen sus autores, fue evaluar sistemáticamente el riesgo de suicidio en pacientes con cáncer de próstata en comparación con un grupo de control mediante una revisión sistemática y un metaanálisis.
La metodología incluyó una búsqueda exhaustiva en bases de datos como PubMed, Embase y Cochrane Library, cubriendo el período desde la fecha de indexación más temprana hasta mayo de 2024. La estrategia de búsqueda no impuso restricciones de idioma ni de diseño de investigación. Los criterios de selección para los estudios incluyeron la participación de pacientes con cáncer de próstata, la comparación con personas sin cáncer de próstata como grupo de control, y la medición de los resultados mediante la relación de mortalidad estandarizada (SMR), el riesgo relativo (RR) o la razón de riesgo (HR) de suicidio. Dos investigadores independientes realizaron la selección y extracción de datos, Para el metaanálisis, se utilizó un modelo de efectos aleatorios para estimar los tamaños del efecto agrupados. También se realizaron análisis de metarregresión para identificar los posibles efectos moderadores entre el cáncer de próstata y el riesgo de suicidio.
El cáncer de próstata aumenta el riesgo de suicidio
El metaanálisis y la revisión sistemática incluyeron un total de 25 estudios con 4.987.941 participantes. La mayoría de los estudios procedían de bases de datos de registros nacionales de Estados Unidos y Europa, así como de Corea y Australia, y todos eran diseños de cohortes retrospectivos basados en la población.
Los resultados principales fueron contundentes:
Los pacientes con cáncer de próstata tienen una tasa de mortalidad por suicidio que es aproximadamente un 25.1% más alta que la de las personas sin cáncer de próstata. Es decir, por cada 100 suicidios que se esperarían en el grupo de control, se observan aproximadamente 125.1 suicidios en el grupo de pacientes con cáncer de próstata.
La probabilidad de suicidio es 1.712 veces mayor en el grupo de pacientes o, lo que es lo mismo, los pacientes con cáncer de próstata tienen un riesgo de suicidio que es aproximadamente un 71.2% más alto (1.712 veces) que el de las personas sin cáncer de próstata
Los autores encontraron que el riesgo de suicidio de los pacientes con cáncer de próstata fue estadísticamente significativo en todos los indicadores de riesgo.
Factores moduladores del riesgo
Los análisis de subgrupos proporcionaron información detallada sobre los períodos de mayor riesgo. A este respecto, los investigadores observaron que el riesgo de suicidio fue significativamente más alto en la mayoría de los subgrupos analizados según la edad y el período de seguimiento:
Período de seguimiento:
El riesgo general fue alto. Específicamente, el SMR fue de 1.888 (< 6 meses), 2.253 (1 a 2 años) y 1.291 (> 5 años), todos ellos estadísticamente significativos.
Estos datos muestran que en los primeros seis meses después del diagnóstico de cáncer de próstata, la tasa de mortalidad por suicidio observada en estos pacientes es aproximadamente un 88.8% más alta (1.888 veces) que la esperada en la población de control (sin cáncer de próstata), ajustando por factores como la edad.
En el período entre uno y dos años después del diagnóstico, la tasa de mortalidad por suicidio es aproximadamente un 125.3% más alta (2.253 veces) en pacientes con cáncer de próstata en comparación con el grupo de control e incluso después de cinco años del diagnóstico, la tasa de mortalidad por suicidio sigue siendo aproximadamente un 29.1% más alta (1.291 veces) en estos pacientes que en el grupo de control.
Edad:
Los pacientes con cáncer de próstata en el grupo de 65 a 75 años tienen un riesgo de suicidio aproximadamente un 75.1% más alto (1.751 veces) que sus pares sin cáncer de próstata.
Estatus socioeconómico y marital:
Los pacientes con bajo estatus socioeconómico y los no casados también mostraron un riesgo de suicidio mayor que sus controles sin cáncer, siendo estas diferencias estadísticamente significativas.
Implicaciones y discusión: hacia una atención integral
Los resultados de esta revisión sistemática y metaanálisis respaldan firmemente la asociación entre el cáncer de próstata y un mayor riesgo de tendencias suicidas. El riesgo se mantiene elevado independientemente del tiempo transcurrido desde el diagnóstico.
Aunque el metaanálisis no encontró una significación estadística para la depresión como variable moderadora específica en el análisis de metarregresión, los autores señalan que existe un posible vínculo entre depresión y suicidio en este grupo. De hecho, otras investigaciones han reportado que los supervivientes de cáncer de próstata tienen un riesgo ligeramente mayor de ser admitidos en servicios de hospitalización psiquiátrica debido a la aparición de depresión y son más propensos a que se les receten antidepresivos. La actitud de «supervivencia» es crucial, ya que la falta de un apoyo psicológico y social proactivo puede tener consecuencias perjudiciales en la calidad de vida, el cumplimiento de los planes de tratamiento y la recuperación tras el tratamiento.
Los autores enfatizan que el impacto del cáncer de próstata en la salud mental es significativo, con síntomas depresivos, ansiosos y suicidas comunes, y una alta tasa de mortalidad por suicidio en comparación con la población general. Aproximadamente el 60% de los hombres con cáncer de próstata experimentan angustia mental, con un 10% a 40% presentando depresión clínicamente significativa. Además, los pacientes que recibieron terapia de privación de andrógenos (ADT) tienen un 23% más de probabilidades de desarrollar depresión.
Futuras direcciones
Los autores sugieren que futuras investigaciones deberían incluir ensayos controlados aleatorizados, uniformes y multicéntricos con informes demográficos detallados. Además, la investigación futura debería explorar el impacto de los tratamientos radicales y la vigilancia en pacientes de bajo riesgo, el papel de factores oncológicos clave como la edad y la etapa de la enfermedad en el inicio de la enfermedad psiquiátrica, y la creación de una línea de tiempo de riesgo basada en datos agrupados para identificar puntos de alto riesgo en el proceso de atención.
Conclusión: integrar la atención a la salud mental en el cáncer de próstata
En conclusión, recibir un diagnóstico de cáncer de próstata es un evento traumático que puede tener efectos perjudiciales en la salud mental de los pacientes y sus allegados. Una menor calidad de vida, resultados de tratamiento deficientes y un mayor riesgo de suicidio pueden derivarse si las necesidades psicológicas del paciente no se tienen en cuenta en los planes de tratamiento. Según los autores, es vital que los pacientes, especialmente aquellos con antecedentes clínicos de problemas de salud mental, pero también los pacientes con cáncer de próstata, en general, dispongan de revisiones regulares de su salud mental para reducir el riesgo de depresión y suicidio. De esta manera, los autores recomiendan que el seguimiento de los pacientes con cáncer de próstata incluya la integración de la atención a la salud mental para mejorar su bienestar y funcionamiento psicológico y social.
Fuente
Kim, Y. J., Lee, E. J., Shim, S. R., & Kim, J. H. (2025). Prostate Cancer and Suicide Risk: A Systematic Review and Meta-Analysis. World Journal of Mens Health, 43(1), e240168. https://doi.org/10.5534/wjmh.240168
