Más de la mitad de la juventud española declara haber sufrido algún problema de salud mental en los últimos 12 meses, con una alta frecuencia de síntomas como cansancio, falta de concentración, tristeza, ansiedad e insomnio. Los diagnósticos más comunes continúan siendo la ansiedad, la depresión, el TDAH y los trastornos de la conducta alimentaria, mientras que la ideación suicida, las prácticas autolesivas y el consumo de psicofármacos mantienen cifras elevadas, especialmente, entre mujeres y jóvenes menores de 24 años.
Estas son algunas de las conclusiones recogidas en el Barómetro Juventud, Salud y Bienestar 2025, un documento elaborado por Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, a través del cual se ofrece uno de los diagnósticos más amplios y detallados sobre la salud mental, el bienestar psicológico y el malestar de la juventud española entre 15 y 29 años.
Problemas psicológicos y malestares: más de la mitad de la juventud declara haberlos sufrido en el último año.
Según el Barómetro, el 54,7% de los y las jóvenes afirma haber tenido algún problema psicológico, psiquiátrico o de salud mental en el último año, y el 15,8% señala que los ha experimentado «con frecuencia o continuamente». Sólo el 43,5% indica no haber tenido ningún problema. Con respecto al género, las mujeres muestran mayor afectación psicológica: el 61,8% de ellas declara haber tenido problemas de salud mental en el último año, frente al 51,4% de los hombres.
La edad también influye. Los y las jóvenes de 15 a 19 años son quienes más dicen no haber tenido dificultades (48,3%), pero, paradójicamente, este mismo grupo concentra también el porcentaje más elevado de jóvenes que han tenido problemas psicológicos con frecuencia o continuamente (17,7%). En el tramo de 20 a 24 años se observa la mayor frecuencia relativa de problemas, sobre todo, en las mujeres de esa edad, entre las que solo el 33,1% afirma no haberlos presentado.
En términos longitudinales, el Barómetro detecta una leve recuperación respecto a años previos: aumenta el porcentaje de quienes no han tenido problemas (del 36,6% en 2023 al 43,5% en 2025), aunque aún lejos de los valores de 2017, cuando el 66,2% declaraba no haber sufrido dificultades.

Sintomatología psicológica: ansiedad, tristeza, insomnio, cansancio, falta de concentración.
El Barómetro explora en profundidad los malestares y síntomas vinculados a la salud mental experimentados en los últimos seis meses, ofreciendo una radiografía precisa de qué siente la juventud y con qué intensidad.
Los síntomas más frecuentes son: cansancio, falta de energía o apatía, experimentado con frecuencia por el 52,3%; problemas de concentración, indicados con frecuencia por el 47,6%; tristeza, decaimiento o desesperanza, por el 45%; desinterés por las actividades, por el 44,4%; miedo excesivo ante el futuro o los riesgos del presente, por el 43,2%; problemas para dormir, por el 42,3%; somnolencia continua, por el 39,8%; sensación de ansiedad o ataques de ansiedad, también por el 39,8%.
Otros síntomas relevantes incluyen inquietud, agresividad, falta de apetito o comidas excesivas, pensamientos reiterados o incontrolables, dificultad para controlar impulsos, euforia excesiva, dificultades con el deseo sexual y la necesidad de calmarse con alcohol o pastillas.
La ansiedad destaca de manera especial porque es el único síntoma que no ha dejado de aumentar desde 2021, pasando del 31,4% al 39,8% en 2025.
El informe también evidencia que casi 6 de cada 10 mujeres (58%) experimentan más de cinco síntomas con alta frecuencia, frente al 38,7% de los hombres. El grupo de edad de 20 a 24 años es el que concentra el mayor porcentaje de jóvenes que experimentan más de cinco problemas o síntomas con alta frecuencia.
Diagnósticos de salud mental más comunes.
El Barómetro recoge los datos de jóvenes que alguna vez en su vida han recibido un diagnóstico por parte de un profesional de la salud. El 55,2% no tiene ningún diagnóstico, pero entre quienes sí lo tienen, destacan los siguientes: trastornos de ansiedad, pánico o fobias: 17,9%; depresión: 15,7%; trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): 9,2%; y trastornos de la alimentación (incluyendo anorexia y bulimia): 5,8%.
Las diferencias de género son nuevamente significativas:
- Las mujeres duplican o casi duplican a los hombres en ansiedad (24,6% ellas, 11,5% ellos) y trastornos de la alimentación (8,4% ellas, 3,4% ellos).
- En depresión, ellas también presentan mayores cifras (17,8% frente al 13,7%).
- En TDAH, los hombres presentan mayor prevalencia (11,3% ellos, 7% ellas).
En comparación con años previos, vuelve a observarse una ligera mejora: aumenta la proporción de jóvenes sin trastornos (del 50% en 2023 al 55,2% en 2025).
Autolesiones, conductas autolesivas y daño no suicida.
El informe muestra cifras elevadas de conductas autolesivas. A este respecto, el 47,1% ha tenido ideas autolesivas alguna vez en la vida y el 34,7% se ha autolesionado alguna vez. Asimismo, el 10,9% admite tener ideas autolesivas frecuentes y el 6,8% haber realizado autolesiones con frecuencia.
Las mujeres presentan mayores tasas de ideas y conductas autolesivas en general, pero los hombres presentan mayor frecuencia en los episodios repetidos. Las personas menores de 24 años —especialmente adolescentes— concentran la mayor prevalencia tanto de ideación como de conducta autolesiva.
Ideación suicida, planificación e intentos de suicidio.
Los datos sobre suicidio son uno de los componentes más sensibles del Barómetro. El 43% de los y las jóvenes ha tenido alguna vez ideas suicidas, mientras que el 56% no las ha experimentado nunca. El 7,6% revela tener ideas de suicidio con frecuencia; el 11,4% ha llegado a considerar o planear realmente el suicidio y el 6,2% declara haberlo intentado.
En los diferentes tipos de ideación suicida (creer que la vida no merece la pena, deseos de estar muerto/a, pensar en quitarse la vida sin intención real, considerar seriamente el suicidio y los intentos, etc.), las mujeres superan a los hombres. Sin embargo, los hombres presentan más episodios de ideación con alta frecuencia.
Por edades, los grupos más jóvenes (especialmente 20-24 años) presentan las cifras más elevadas en los indicadores más graves.
Aunque la prevalencia sigue siendo alta, el análisis longitudinal muestra una mejora importante respecto a 2023, cuando solo el 47% decía no haber tenido nunca ideas suicidas. En 2025 este porcentaje sube al 56%, acercándose a los niveles de 2019.
Apoyos ante los problemas de salud mental: familia, amistades, profesionales y obstáculos para pedir ayuda.
Entre los y las jóvenes que experimentaron problemas de salud mental, el 22,6% no habla con nadie de ello. El resto lo comparte principalmente con la familia (31,9%), amistades (27,6%), profesionales de la salud (27,3%) y profesorado (7,3%).
Los hombres comparten sus problemas menos que las mujeres y los/as adolescentes son quienes menos buscan apoyo en cualquier entorno. Los motivos más citados por los que no piden ayuda son: resolverlo por su cuenta (33,4%); vergüenza (27,2%); no querer contarlo a nadie (25,8%); miedo al juicio o exclusión (mucho más frecuente en mujeres).
Consulta psicológica: pública, privada y barreras de acceso.
El Barómetro muestra que la mayoría no ha buscado ayuda profesional (72,7%). Entre quienes sí lo hicieron el recurso más frecuente es acudir a un/a psicólogo/a (17,6%), seguido del psiquiatra (el 11,2%).
Entre quienes han recibido atención, el 49% ha acudido a consulta psicológica privada; el 30,5% a psiquiatría pública; el 26,8% a psicología pública y el 23,5% a atención primaria.
El motivo más mencionado para no buscar ayuda profesional es el coste económico (31,3%). Entre las mujeres lo señala el 41,8%. También se citan la percepción de «no ser tan grave» (24,3%), resolverlo por sí mismos (22,4%) y la vergüenza (18,7%).
Autoestima, imagen corporal, cánones estéticos y presión social.
La dimensión emocional del bienestar se ve claramente atravesada por la percepción del cuerpo, la imagen y las ideas de belleza: el 35,9% se preocupa mucho o bastante por lo que otras personas piensen de su aspecto. Esta preocupación es intensamente mayor en mujeres (44,7%) que en hombres (27,5%).
La inseguridad corporal también se relaciona con prácticas de riesgo alimentario y con síntomas como tristeza, ansiedad o desesperanza. Además, un porcentaje notable ha realizado dietas por motivos estéticos, de autoestima o para «verse mejor», y los trastornos de la alimentación afectan con más prevalencia a las mujeres.
Violencia física, violencia sexual y acoso.
Los riesgos asociados a la violencia alcanzan niveles elevados en la percepción juvenil: el 33,7% tiene alta preocupación por sufrir violencia física; el 33% teme sufrir violencia sexual; el 31,3% teme sufrir acoso en el trabajo o los estudios y el 24,9% teme sufrir acoso en redes sociales.
Las mujeres son siempre el grupo más expuesto y preocupado. En violencia sexual, más del 45% de ellas señala alta preocupación, frente al 20,8% de ellos.
En cuanto a experiencias vividas: el 55,3% revela haber sufrido violencia verbal (insultos, amenazas) en el último año; el 20,9% de hombres y el 16% de mujeres han sufrido violencia física; y el 20,3% de mujeres y el 16,5% de hombres han sufrido acoso sexual.
Estos datos se relacionan directamente con la presencia de malestares psicológicos, estrés, miedo y ansiedad.
Consumo de psicofármacos con y sin receta.
Una parte significativa de la juventud declara consumir medicación, aunque la mayoría lo hace de forma esporádica. Destacan varios puntos:
- El consumo de medicación con receta diaria es mayor en mujeres (28,1%) que en hombres (19,5%).
- Entre el 3% y el 5% consume medicamentos sin prescripción con alguna frecuencia.
- El consumo de psicofármacos afecta al 26,4%, mayoritariamente con prescripción (13,9%).
- El grupo de edad de 20 a 24 años es el que más psicofármacos consume (30,3%).
- Además, un 17,4% declara sentir necesidad de calmarse con alcohol o pastillas con frecuencia
Consumo de drogas, alcohol, conductas de riesgo y su vínculo con la salud mental.
Aunque el Barómetro no detalla en esta edición categorías diagnósticas de adicción, sí recoge prácticas de riesgo: dormir poco (41,8%) y comer mal (34,3%) son los comportamientos de riesgo más extendidos; el 22,3% de los y las jóvenes fuma con frecuencia; el 14% se emborracha con frecuencia; el 9,4% consume cannabis de forma frecuente; el 6,6% consume “drogas duras” con frecuencia; el 16,4% tiene relaciones sexuales de riesgo; y el 5% participa en peleas con frecuencia.
Los hombres presentan mayores niveles de consumo y exposición al riesgo, excepto en los comportamientos vinculados al autocuidado (dormir poco, comer mal), donde las mujeres presentan cifras superiores.
Soledad no deseada, aislamiento y exclusión: impactos directos en la salud mental.
El Barómetro revela que el 26,5% de los y las jóvenes de 15 a 29 años siente soledad no deseada con frecuencia o continuamente y solo el 11,7% no la ha sentido nunca. La soledad afecta especialmente a mujeres y a quienes tienen entre 20 y 24 años.
Además, un porcentaje elevado experimenta malestar por falta de compañía, sensación de exclusión o de ser ignorado (23,6%), y dificultad para encajar o hacer amigos (29,2%). Estos indicadores se relacionan de forma estrecha (aunque el informe no interpreta causalmente) con los malestares psicológicos y la ideación suicida.
Se puede acceder al estudio completo desde la página web de FAD o bien directamente aquí:
Gómez Miguel, A., Sanmartín Ortí, A. y Kuric Kardelis, S. (2025). Barómetro Juventud, Salud y Bienestar 2025. Centro Reina Sofía de Fad Juventud. https://doi.org/10.5281/zenodo.15574590
