Nueva actualización de la OMS sobre el trastorno bipolar
17 Nov 2025

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado su ficha técnica sobre el trastorno bipolar, ofreciendo nuevos datos y cifras sobre su prevalencia, características clínicas y estrategias de tratamiento. Tal y como lo define la OMS, el trastorno bipolar es «una afección de salud mental que afecta al estado de ánimo, la energía, la actividad y la ideación de la persona, y que se caracteriza por la alternancia de episodios maníacos o hipomaníacos y episodios depresivos».

Panorama global y prevalencia

De acuerdo con las cifras más recientes, una de cada 200 personas en el mundo —alrededor de 37 millones— vive con trastorno bipolar, lo que equivale, aproximadamente, al 0,5% de la población global.  Esta afección se observa principalmente en personas en edad laboral, pero también en otras más jóvenes.

Asimismo, a pesar de que su prevalencia es aproximadamente la misma en hombres que en mujeres, los datos indican que a ellas se les diagnostica con menos frecuencia.

La OMS recuerda que este trastorno constituye una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, ya que afecta a diversos ámbitos de la vida, como las relaciones personales, la educación, el empleo o las actividades cotidianas. Además, las personas con trastorno bipolar tienen mayor probabilidad de presentar ansiedad, de consumir sustancias y/o bebidas alcohólicas, de desarrollar enfermedades físicas —especialmente, cardiovasculares y respiratorias—, e incluso de realizar conductas suicidas, siendo la esperanza de vida 13 años menor que para la población general.

De hecho, la Organización advierte de la baja cobertura de tratamiento de este trastorno en todo el mundo, con una gran cantidad de casos infradiagnosticados y falta de acceso a los servicios e intervenciones recomendados, principalmente, en países de ingresos medianos y bajos.  

De igual modo, alerta de la discriminación y estigmatización que sufren las personas con trastorno bipolar, tanto por parte de su entorno social como por los servicios de salud, lo que dificulta que busquen ayuda cuando la necesitan. En la misma línea, señala, «la exclusión social que sufren puede limitar las opciones de formación, empleo y vivienda que se les ofrecen».

bipolar
Foto: freepik. Diseño: Atlascompany/freepik. Fecha: 14/10/25
Características clínicas y tipos de trastorno

La descripción clínica del trastorno incluye tanto los episodios maníacos, caracterizados por un estado de ánimo elevado o eufórico, aumento de la energía, disminución de la necesidad de dormir, pensamiento acelerado y toma de riesgos, como los episodios depresivos, en los que predominan la tristeza, la pérdida de interés, la culpa, la baja autoestima, la desesperanza y los pensamientos suicidas.

Estos síntomas se diferencian de las fluctuaciones normales del estado de ánimo porque persisten durante la mayor parte del día, casi todos los días, al menos durante dos semanas.

La OMS distingue dos formas principales del trastorno: el tipo I, que incluye episodios maníacos y depresivos intercalados, y el tipo II, en el que se producen episodios hipomaníacos y al menos un episodio depresivo, sin llegar a episodios maníacos completos.

Factores de riesgo y protección

En relación con sus causas, la Organización Mundial señala que no se conoce la causa exacta ni existe una explicación única, sino una combinación de múltiples factores biológicos, psicológicos, sociales y estructurales. Los acontecimientos vitales adversos, como la pérdida de un ser querido, la violencia o las rupturas emocionales, pueden desencadenar y/o agravar los síntomas, y el consumo de alcohol o drogas influye igualmente en su aparición y evolución.

Por el contrario, el empleo, cuando está bien adaptado, puede ejercer un efecto protector, al favorecer la recuperación, reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida y la autoestima.

Las intervenciones psicológicas y psicosociales, clave en el tratamiento del trastorno bipolar

Aunque los síntomas del trastorno bipolar tienden a ser recurrentes, la OMS subraya que las personas afectadas pueden llevar vidas significativas y productivas con una atención adecuada.

Con respecto al tratamiento, subraya que la medicación rara vez basta por sí sola para lograr una recuperación completa, y que el tratamiento debe adaptarse a las necesidades de cada persona, poniendo de relieve la existencia de varias opciones terapéuticas eficaces, que suelen combinar el tratamiento farmacológico y las intervenciones psicológicas y sociales.

En este sentido, las intervenciones psicológicas son eficaces para «aliviar los síntomas depresivos y la posibilidad de que reaparezcan», se incluyen aquí la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal y la psicoeducación, tanto individual como familiar. Concretamente, la psicoeducación familiar puede ser de utilidad para que las familias entiendan y ayuden mejor al/la paciente, «para quien el apoyo de sus familiares y amigos es muy importante»

También destaca los beneficios -tanto para las personas con trastorno bipolar como para sus familiares-, de los grupos de apoyo entre iguales, donde las personas pueden compartir experiencias y estrategias de afrontamiento, recibiendo además estímulos positivos.

La OMS señala igualmente el valor de las intervenciones de recuperación con enfoque psicológico y social, como el empleo asistido, el alojamiento asistido, el apoyo entre iguales y la formación en habilidades sociales y vitales. Estas intervenciones, manifiesta, «fomentan la confianza, la autonomía, la capacidad y la inclusión social de la persona».

Estrategias globales de la OMS

La respuesta institucional de la OMS frente al trastorno bipolar se enmarca en el  Plan de Acción Integral de Salud Mental 2013-2030que orienta el desarrollo de servicios adecuados y accesibles.

Entre las estrategias específicas mencionadas destacan la  Iniciativa Especial sobre Salud Mental, destinada a ampliar el acceso a cuidados de calidad, y el Programa de Acción para Superar las Brechas en Salud Mental de la OMS (mhGAP, Mental Health Gap Action Programme), implementado en más de 100 países para ofrecer herramientas y formación técnica basada en la evidencia, que fortalezcan la cobertura en problemas de salud mental, incluido el trastorno bipolar, en entornos no especializados de los países de ingreso bajo y mediano.

Asimismo, la OMS cita la iniciativa Calidad y Derechos (QualityRights), orientada a promover la calidad y los derechos humanos en los servicios de salud mental, las directrices para tratar las afecciones de salud física en los adultos con trastornos mentales graves, que integran la atención física y mental dentro de un mismo marco asistencial y las orientaciones en materia de servicios comunitarios de salud mental y de planteamientos centrados en la persona y basados en los derechos.

Conclusión

Con esta actualización, la OMS reafirma su compromiso con un enfoque de atención basado en la evidencia, multidimensional y centrado en la persona, en el que los tratamientos psicológicos y sociales ocupan un papel esencial. El objetivo, según el organismo internacional, es favorecer la recuperación, la funcionalidad y la calidad de vida de las personas que viven con trastorno bipolar en todo el mundo.

Fuente: OMS (2025, 8 de septiembre). Trastorno bipolar. Notas descriptivas. Centro de Prensa. Organización Mundial de la Salud.

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