La inversión en servicios adaptados a personas con autismo no solo mejora vidas, sino que también genera beneficios económicos considerables. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del último informe publicado por el Care Policy and Evaluation Centre (CPEC) de la London School of Economics and Political Science (LSE), con el apoyo de Autism Alliance UK y Autistica, a través del cual se recoge evidencia rigurosa sobre los costes económicos asociados a la falta de servicios eficaces y adaptados a las personas con autismo, y ofrece un análisis exhaustivo de diez modelos de intervención, todos ellos, con pruebas de eficacia y viabilidad económica para su implementación en Reino Unido.

Impacto del autismo: costes sociales, personales y económicos
El autismo afecta a la comunicación, la interacción social y la experiencia subjetiva del mundo. En el Reino Unido, el impacto económico global del autismo se estimó en más de 32.000 millones de libras anuales, ya en el año 2011. Pero más allá de los datos globales, la realidad que enfrentan las personas con autismo y sus familias es desoladora:
- El 79% de las personas con autismo experimentará problemas de salud mental a lo largo de su vida.
- Solo un 26% de los niños y las niñas con autismo se sienten felices en la escuela, y su riesgo de ideación o intento de suicidio es 28 veces mayor que el de sus compañeros/as sin autismo.
- El 77% de las personas adultas con autismo llegan a situaciones de crisis antes de recibir algún tipo de apoyo comunitario, lo que conduce a internamientos prolongados en hospitales psiquiátricos, con una duración media de cinco años.
- La tasa de empleo de adultos autistas es del 30%, frente al 82% en la población neurotípica.
- Un 91% considera que la sociedad no les acepta o solo lo hace de forma parcial.
Estos indicadores se agravan en los casos donde el autismo coexiste con dificultades del aprendizaje, lo que ocurre en, aproximadamente, un tercio de estas personas. La falta de servicios adecuados, tanto educativos como sanitarios y sociales, tiene un profundo impacto en la salud mental, el bienestar social, la productividad y la calidad de vida, tanto de las personas con autismo como de sus familias.
Intervenciones eficaces y rentables: diez modelos de servicio
El equipo investigador ha seleccionado diez modelos de servicios con evidencia sólida de eficacia, divididos en cuatro ámbitos: apoyo en la primera infancia, educación, empleo y sectores de salud y cuidados sociales. A continuación, resumimos las principales conclusiones de este análisis:
1. Terapia de Comunicación para el Autismo Pediátrico (PACT)
- Diseñada para niños de 2 a 4 años, esta terapia mejora la interacción y comunicación entre padres e hijos. Aunque inicialmente no resulta coste-eficaz, al cabo de 6 años genera ahorros sociales de 43.050 £ por persona, gracias a la reducción de cuidados no remunerados y gastos familiares directos.
2. Programa de Crianza Positiva (Stepping Stones Triple P)
- Para niños con discapacidades intelectuales y del desarrollo (incluido el autismo) y con conductas disruptivas, el programa incluye sesiones grupales e individuales con componentes psicoeducativos y conductuales, diseñados para mejorar la confianza de los padres, sus habilidades educativas y la relación padre-hijo. En un subgrupo comprometido, logra mejoras significativas y un ahorro medio de 1.058 £, siendo considerado coste-eficaz según criterios del NICE.
3. Apoyo jurídico para padres con dificultades del aprendizaje
- Estas intervenciones, dirigidas a evitar la pérdida de custodia de los/as hijos/as, reportan un retorno económico de 2,4 veces lo invertido, incluyendo mejoras en calidad de vida y oportunidades laborales. Son particularmente relevantes para familias con progenitores con autismo y discapacidad.
4. Equipos de apoyo en salud mental en centros educativos
- El 70-95% de los niños con autismo tienen, al menos, un trastorno mental y hasta un 60% presentan dos o más. Los equipos de apoyo en salud mental en centros educativos con enfoques basados en terapias cognitivas, han mostrado tasas de recuperación del 59% para la ansiedad y 49% para la depresión. Su relación beneficio-coste alcanza un índice de 22, con ahorros que superan los costes en tan solo dos años.
- Asimismo, estos equipos utilizan intervenciones basadas en terapias cognitivas, como la terapia cognitivo-conductual (CBT), especialmente eficaces para el tratamiento de la ansiedad y la depresión. Cuando se adaptan a las necesidades de los niños con autismo —por ejemplo, mediante el ajuste del lenguaje o el uso de apoyos visuales—, estas terapias muestran beneficios sostenidos en el tiempo, aunque los efectos puedan ser algo menores que en niños/as neurotípicos. El informe subraya la importancia de continuar desarrollando y evaluando estas adaptaciones terapéuticas.
5. Programa antiacoso KiVa en escuelas
- Las personas con autismo tienen un riesgo de sufrir acoso escolar de entre el 40% y el 94%. El programa KiVa, probado en múltiples países, muestra una rentabilidad de hasta 7,52 £ por cada libra invertida, al reducir las consecuencias a largo plazo del acoso, incluido el deterioro cognitivo y los problemas de salud mental.
6. Apoyo al empleo: Inserción y Apoyo Individualizado (IPS)
- Aunque el 77% de las personas adultas con autismo quieren trabajar, solo el 30% se encuentran en situación de empleo. El modelo IPS, adaptado para personas con autismo, ha demostrado que duplica la productividad y reduce el uso de prestaciones sociales. Según los autores del informe, ampliar su implementación podría generar entre 900 y 1.500 millones de libras anuales en beneficios sociales.
7. Equipos expertos en autismo
- Diseñados para personas adultas con autismo sin dificultades del aprendizaje, estos equipos multidisciplinares mejoran la salud mental y la gestión de la vida diaria. Un enfoque episódico de intervención resulta más coste-eficaz que los modelos de atención gestionada.
8. Vía innovadora para el tratamiento conjunto de trastornos alimentarios y autismo (modelo PEACE)
- Hasta un 37% de las personas con anorexia nerviosa tienen autismo, y enfrentan peores resultados. El modelo PEACE (Pathway for Eating disorders and Autism developed from Clinical Experience), que adapta el entorno hospitalario y forma al personal, reduce las estancias hospitalarias y ahorra 350.000 £ anuales al sistema sanitario.
9. Terapias basadas en mindfulness
- Entre un 50% y un 70% de los adultos con autismo desarrollan ansiedad y depresión, pero tienen menor acceso a tratamiento. Las terapias basadas en mindfulness han demostrado su eficacia en la reducción del estrés, en la mejora del bienestar psicológico y en la disminución del comportamiento angustioso, siendo, además, rentables y escalables.
10. Seguimientos sanitarios anuales
- Según advierte el informe, las personas con autismo tienen una esperanza de vida 7 a 14 años menor, y un riesgo 7,6 veces mayor de suicidio. Los seguimientos sanitarios personalizados mejoran la detección de problemas y pueden prolongar la vida, sin aumentar significativamente los costes sanitarios.
Análisis económico y recomendaciones
De los diez modelos, siete se consideran ya coste-eficaces o generadores de ahorro, y deben ampliarse su implementación sin demora. Tres modelos adicionales (apoyo jurídico, equipos expertos y tratamiento para trastornos alimentarios) muestran resultados prometedores y requieren más evaluación.
Las estimaciones globales señalan que duplicar el empleo de personas adultas con autismo supondría incorporar 100.000 personas al mercado laboral, con un impacto económico anual de hasta 1.500 millones de libras. Intervenciones tempranas como PACT o los seguimientos sanitarios pueden evitar costes futuros, reducir el deterioro mental y neurológico, y mejorar la integración social y psicológica.
Un llamamiento a la acción política
El informe concluye con una clara llamada a la acción:
- Integrar el autismo como prioridad en la Estrategia Nacional de Autismo y las reformas de necesidades educativas especiales y atención social.
- Invertir en servicios coordinados basados en la evidencia.
- Escuchar y co-diseñar políticas junto a las personas con autismo y sus familias.
- Superar las barreras en salud mental, comportamiento, entorno social y acceso a servicios.
La priorización del autismo debe entenderse no solo como una obligación ética, sino como una estrategia inteligente que mejora la eficacia del gasto público, impulsa la equidad social y potencia el bienestar mental y cognitivo de miles de personas en situación de vulnerabilidad.
Se puede acceder al documento completo desde la página web de la LSE o bien directamente aquí:
The Economic Case for Prioritising Autism in Policy and Reform