Radiografía de la obesidad infantil en Atención Primaria: más problemas psicológicos y mayor consumo de psicofármacos
17 Sep 2025

La obesidad infantil se asocia con una mayor prevalencia de depresión, ansiedad, estrés postraumático, trastornos de la personalidad y un incremento en el uso de antidepresivos y psicoestimulantes. Así lo revela el último informe sobre la prevalencia de obesidad en la infancia en España, elaborado a partir de la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP) y publicado por el Ministerio de Sanidad.

Los resultados del estudio, que analiza datos correspondientes a más de 237.000 niños y niñas atendidos/as en centros de salud, no solo ofrecen una radiografía epidemiológica precisa de la obesidad infantil en nuestro país, sino que revelan con contundencia su estrecha vinculación con diversos problemas de salud mental. De hecho, la carga de enfermedad observada en menores con obesidad es sensiblemente superior a la del resto de la población infantil.

Foto: Generada por IA. Diseño: ChatGPT/OpenAI. Fecha: 16/07/25
Un patrón social desigual con consecuencias psicológicas y emocionales

La introducción del informe establece con claridad que la obesidad infantil no puede entenderse como un simple problema de conducta alimentaria o falta de ejercicio. Se trata de un fenómeno multifactorial, en el que influyen los determinantes sociales de la salud: nivel socioeconómico, entorno residencial, acceso a alimentación saludable y oportunidades de autocuidado. No en vano, los datos muestran un claro gradiente social, con mayores prevalencias de obesidad en los grupos de renta baja o muy baja, tanto en niños como en niñas, y especialmente a los 6, 12 y 14 años.

Esta desigualdad tiene un impacto directo en el bienestar psicológico. Tal y como advierte el documento, el estigma y la discriminación por el peso corporal están ampliamente extendidos, incluso en contextos escolares, familiares y sanitarios. Las consecuencias psicológicas incluyen baja autoestima, ansiedad, depresión y dificultades para el desarrollo saludable de los menores. Por ello, el informe aboga por políticas inclusivas, respetuosas con la diversidad corporal, que promuevan entornos libres de estigmatización.

Los niños y las niñas con obesidad presentan más problemas psicológicos

El análisis comparativo entre niños/as con y sin obesidad revela una mayor concentración de problemas psicológicos en los primeros, especialmente, a partir de los 12 años. A este respecto, se observa lo siguiente: la depresión es hasta dos veces más frecuente en menores con obesidad a los 12 y 14 años; los trastornos de ansiedad y los trastornos de la personalidad son entre un 40% y un 60% más frecuentes en esta población; el estrés postraumático aparece con una prevalencia un 50% mayor; y los signos y síntomas psicológicos son un 30% más frecuentes desde los 2 años.

Asimismo, se detectan más trastornos hipercinéticos, especialmente, a los 14 años, así como un incremento en el uso de psicoestimulantes en niñas de esta edad.

Mayor consumo de psicofármacos y uso de recursos sanitarios

Uno de los hallazgos más significativos del informe se refiere al patrón de consumo de medicamentos. En términos globales, los niños y niñas con obesidad consumen entre un 20% y un 60% más de fármacos que sus pares sin obesidad. En particular, los datos indican que el consumo de antidepresivos es cuatro veces mayor a los 14 años, y los psicoestimulantes se utilizan el doble en niñas con obesidad a esta misma edad.

De igual modo, se registra un mayor uso de medicamentos como antifúngicos tópicos, escabicidas, corticoides y antihistamínicos.

Este patrón va acompañado de un uso más intensivo del sistema sanitario: a partir de los 4 años, los y las menores con obesidad realizan entre un 10% y un 20% más de visitas a atención primaria, y entre un 20% y un 30% más de interconsultas a otras especialidades. Las especialidades más solicitadas son pediatría, psiquiatría, urgencias y rehabilitación. En el caso de la endocrinología, la demanda se multiplica por cinco a los 12 y 14 años.

Signos clínicos y parámetros asociados

Además de los trastornos psicológicos mencionados, el informe revela una mayor prevalencia de trastornos de somatización, signos y síntomas psicológicos, cefaleas, epilepsia y déficit nutricional. No obstante, señala que, al tratarse de un estudio observacional transversal, no puede determinar si estos problemas de salud aparecen como causa o consecuencia de la obesidad.

En términos fisiológicos, los niños y niñas con obesidad presentan niveles de glucemia más elevados (entre 2 y 5 mg/dl adicionales) y una presión arterial sistólica y diastólica entre 4 y 8 mm Hg más alta, según los datos de la BDCAP.

Datos clave de prevalencia

La prevalencia de obesidad en 2023, según el criterio IOTF (utilizado para facilitar la comparabilidad europea), fue:

  • A los 6 años: 6,5% en niños y 7,7% en niñas.
  • 12 años: 8,7% en niños y 8,1% en niñas.
  • 14 años: 8,4% en niños y 6,8% en niñas.

El sobrepeso alcanza cifras aún mayores, superando el 20% a los 12 y 14 años. La obesidad severa afecta entre un 1,6% y un 3,1% de la población en esas edades.

Recomendaciones y mirada crítica

El informe insiste en que la obesidad infantil debe abordarse desde una perspectiva estructural e intersectorial, incorporando políticas públicas que regulen el entorno alimentario, reduzcan la desigualdad y promuevan hábitos saludables desde la infancia. También subraya la necesidad de evitar enfoques que refuercen el estigma hacia niños, niñas y adolescentes con exceso de peso, dado que la estigmatización puede generar consecuencias psicológicas como ansiedad, depresión y baja autoestima.

Las intervenciones deben ser integrales, actuando sobre el entorno y garantizando la inclusión y el respeto a la diversidad corporal. Construir entornos inclusivos, seguros y libres de estigma es una condición esencial para el éxito de cualquier política de salud pública en este ámbito.

Conclusión

La obesidad infantil está influida por determinantes sociales de la salud y afecta de forma desigual a los niños y niñas que viven en contextos vulnerables. De acuerdo con el informe BDCAP, se asocia con un mayor uso de antidepresivos y psicoestimulantes, más signos y síntomas psicológicos, y una mayor prevalencia de problemas de salud mental como la ansiedad, la depresión, la somatización y los trastornos hipercinéticos.
Para reducir su impacto, será necesario complementar las intervenciones sanitarias con medidas sostenidas de acompañamiento psicológico y apoyo social, centradas en la infancia y adolescencia.

Se puede acceder al informe completo desde la página web del Ministerio de Sanidad o bien directamente aquí:

Ministerio de Sanidad (2025). Prevalencia y características clínicas y asistenciales de la obesidad en la población infantil: Base de Datos Clínicos de Atención Primaria-BDCAP. Series 6. Madrid.

Noticias Relacionadas

Noticias

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS

Noticias Relacionadas

Noticias