Salud mental e IA: Declaración institucional del COP Bizkaia
04 Nov 2025

Begoña Rueda Ruiz

Decana del Colegio de Psicología de Bizkaia

En estos tiempos en los que comenzamos a habituarnos a que herramientas de Inteligencia Artificial (IA) nos rodeen en nuestro día a día y se erijan como los referentes a quien consultar cuestiones de mayor o menor trascendencia, queremos resaltar la tarea de aquellos y aquellas profesionales que trabajan con las personas, especialmente en el ámbito del cuidado de la salud mental y la psicoterapia.

Así, la labor de los y las profesionales de la Psicología en espacios en los que se realiza la escucha, la evaluación, y la intervención psicológica, debe ser preservada de fenómenos sociales como la aparición de la inteligencia artificial y su interrupción en materia de salud mental. Poner en valor ese espacio de relación terapéutica es un deber como Junta, como profesionales, como colegas y como ciudadanos, por las grandes dudas y temores que genera su utilización de manera libre y sin supervisión.

La IA ha abierto una oportunidad de negocio a nuevas fórmulas mágicas que se erigen como asistentes para la salvaguarda de nuestra salud mental y eso, permítanme que lo diga de una manera vehemente, no puede ni debe dejarnos indiferentes. Esas oportunidades de negocio que prometen estar 24/7 a tu lado y que van a resolver tus problemas de salud psicológica de manera rápida y eficaz, además de una falta de profesionalidad plantean muchos interrogantes, ¿son éticamente responsables?, ¿por qué código deontológico se rigen? ¿cómo son capaces de comprender y dar respuesta a la emocionalidad humana?.

Foto: Freepik. Diseño: kues1. Fecha: 02/11/25

Si bien podemos estar de acuerdo en que la inteligencia artificial en determinados entornos laborales puede facilitar el obtener resultados de manera más eficiente, y que su uso racional puede resultar de utilidad a la ciudadanía en múltiples aspectos, debemos ser contundentes al aseverar que en el caso de la salud mental en general y en la salud psicológica en particular, un algoritmo no puede ni debe en ningún caso ocupar el lugar de los y las profesionales.

Porque lo que las personas trasladamos a través de un teclado o a través de una nota de audio es una información sin aristas y sin matices, no comparable a la comunicación y el vínculo que se establece en el espacio terapéutico entre dos personas. Es una información que una máquina procesa, devolviendo propuestas de acción carentes de análisis, reflexión y conocimiento clínico.

¿Cómo puede entonces ser efectiva? ¿Somos acaso todas las personas iguales, respondiendo a las mismas recomendaciones de manera inequívoca?

Debemos así reflexionar sobre el modelo de sociedad que queremos que nos dé soporte y nos acompañe, teniendo que poner especial cuidado en lo que la población adolescente y joven necesita y recibe. No debemos permitir que un algoritmo “psicologice” a nuestros jóvenes y no tan jóvenes, etiquetando sus síntomas, prescribiendo recomendaciones y realizando “pseudoterapia”. Y no únicamente por el fragrante intrusismo que esto supone en una profesión reglada como es la Psicología, sino, sobre todo, por el daño a evitar, por nuestro deber de cuidado y salvaguarda del bien común y de los colectivos más vulnerables.

Porque si a las personas que no somos nativas de la era IA nos deslumbra en ocasiones con sus bondades, ¿qué no puede hacer con los cerebros en desarrollo de la infancia y la juventud? ¿Qué herramientas tienen ellos y ellas para no seguir a pies juntillas lo que su compañero virtual desde la infancia les susurra? El canto de sirenas que la IA proyecta debe tener un límite, y su aplicación en la salud mental es una línea roja que defender.

Esta nueva realidad nos apremia aún más a seguir avanzando con los poderes públicos en cubrir el déficit de psicólogos clínicos en el sistema público de salud, evitando así abocar a la ciudadanía a recurrir a un algoritmo para lograr ayuda. Deben así tomarse medidas efectivas y reales, como la incorporación de la atención psicológica en atención primaria. Porque son ellos, los profesionales quienes escucharán percibirán y comprenderán cuáles son las necesidades de quien se sienta a su lado. Son quienes, trabajando junto con el resto de los y las profesionales en salud mental presentes en nuestro sistema, tenderán su mano y acompañarán a quien necesite aliviar su sufrimiento.

Noticias Relacionadas

Noticias

Semana de la Neuropsicología

Del 23 al 29 de octubre se celebra la Semana de la Neuropsicología, una iniciativa impulsada por la Sección de Neuropsicología del Colegio (…)

leer más

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS

Noticias Relacionadas

Noticias

Semana de la Neuropsicología

Del 23 al 29 de octubre se celebra la Semana de la Neuropsicología, una iniciativa impulsada por la Sección de Neuropsicología del Colegio (…)

leer más