Uno de cada diez niños de Educación Infantil sufre rechazo por parte de sus compañeros
24 Oct 2025

Casi uno de cada diez niños y niñas de Educación Infantil (3 a 6 años) experimenta rechazo entre sus iguales, siendo la agresividad física y las conductas inmaduras o molestas las principales razones señaladas por sus compañeros/as para no querer relacionarse con ellos/as. Frente a ello, la afinidad en el juego, las actividades compartidas y el apoyo emocional emergen como los factores más relevantes para ser considerado un compañero preferido. Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de las primeras experiencias sociales en la infancia y la necesidad de implementar intervenciones educativas dirigidas a fomentar la inclusión y reducir las conductas disruptivas desde edades tempranas.

Así lo indica un estudio publicado en la revista de Psicología y Educación, y llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Valladolid, Paula Molinero-González , Luis J. Martín-Antón , Miguel Ángel Carbonero-Martín , Wendy L. Arteaga-Cedeño y José Luis Rodríguez-Sáez, con el objetivo de profundizar en los motivos por los que alumnado de Educación Infantil gusta o no a sus iguales, analizando las razones de sus compañeros/as que determinan su estatus sociométrico de preferidos o rechazados.

La relevancia del grupo de iguales en los primeros años

La investigación recuerda que el grupo de iguales desempeña un papel esencial en el desarrollo cognitivo, emocional y social del alumnado. Contar con amistades y ser aceptado/a por los compañeros y compañeras, constituye una tarea evolutiva clave desde las primeras etapas de la vida escolar. Sin embargo, estudios previos ya habían mostrado que entre un 10% y un 13% del alumnado en las primeras etapas educativas sufre rechazo, con consecuencias a corto y largo plazo. Este fenómeno, que puede pasar desapercibido en el aula debido a la inmadurez emocional propia de la edad, constituye una de las formas más tempranas de exclusión social y está vinculado a problemas de victimización, depresión en la edad adulta, actitudes negativas hacia la escuela y bajo rendimiento académico.

Educación Infantil
Foto: freepik. Diseño: freepik. Fecha: 12/08/25
Un estudio centrado en las razones expresadas por los compañeros

El propósito de este trabajo, realizado en Castilla y León con una muestra de 697 estudiantes de entre 3 y 6 años (52,7% varones) distribuidos en 37 aulas, ha sido analizar con detalle las razones que reciben los alumnos y alumnas que ocupan los extremos de la escala sociométrica: aquellos que son clasificados como preferidos y aquellos que son rechazados. Dentro de la muestra total, se han identificado 69 estudiantes «rechazados/as» (9,9%) y 63 «preferidos/as» (9,1%), con una edad media en torno a los 4,5 años

Para llevar a cabo la investigación, se ha utilizado un cuestionario sociométrico adaptado a un formato lúdico. Mediante un juego en el que niños y niñas debían elegir a quiénes sentarían a su lado en un autobús o con quiénes no querrían jugar, se recogieron nominaciones positivas y negativas, acompañadas de las razones de cada elección. Estas respuestas han sido posteriormente categorizadas en distintas tipologías, permitiendo así analizar los motivos que sustentan la aceptación o el rechazo entre iguales.

Resultados: un 10% de alumnado rechazado y diferencias de género

Los resultados muestran que un 9,9% del alumnado es rechazado y un 9,1% es preferido por sus compañeros y compañeras. La distribución por género evidencia diferencias significativas: los niños son más rechazados (16,7%) que las niñas (2,4%), mientras que ellas alcanzan un porcentaje mayor de preferencia (11,8%) frente a los niños (6,6%). Este patrón confirma hallazgos previos que apuntan a una mayor vulnerabilidad de los varones al rechazo en estas edades, probablemente relacionado con niveles más elevados de conductas agresivas.

Las razones del rechazo entre iguales: la agresividad como factor principal

En total, los alumnos rechazados reciben 533 razones expresadas por sus compañeros. La categoría más frecuente fue la agresividad física, que representa el 34,7% de los motivos. Expresiones como «me pega» o «siempre empuja» se repiten de forma constante. En segundo lugar, destacan las conductas inmaduras o molestas (15,2%), ejemplificadas en frases como «llora por todo» o «grita en clase». Otros motivos incluyen características de personalidad que no gustan a sus compañeros (7,3%), comportamientos rudos (6,4%) y la ausencia de afinidades o juegos compartidos (5,3%). En menor medida, se mencionan aspectos como la falta de interacción social, diferencias en preferencias de amistad, apariencia física o falta de confianza.

Estos resultados confirman que la agresividad y las conductas disruptivas constituyen factores determinantes en la exclusión temprana, reforzando la hipótesis planteada por el equipo investigador de que los alumnos rechazados reciben más nominaciones negativas relacionadas con tales conductas.

Las razones para ser preferido/a por sus iguales: afinidad y apoyo emocional

Por su parte, el alumnado considerado «preferido» recibe un total de 607 razones de elección. La categoría más destacada es la de afinidades y juegos compartidos, que representa un 36,1% de las respuestas. Expresiones como «nos gusta jugar a lo mismo en el patio» ilustran la importancia del juego como base de la aceptación social en estas edades. En segundo lugar, aparece la satisfacción y el apoyo emocional, con un 12,2%, con frases como «me quiere mucho». Otras razones mencionadas son la existencia de una red social compartida o de amistades antiguas (9,2%), la figura prefijada de relación (9,1%) y el compañerismo o la reciprocidad material (5,4%). En menor proporción, también se señalan características de personalidad positivas, apariencia física o la conducta empática.

Estos hallazgos corroboran la segunda hipótesis del estudio, que plantea que los alumnos preferidos reciben nominaciones relacionadas con la afinidad y el apoyo emocional.

Implicaciones educativas y sociales

Para los autores del estudio, el hecho de que, en torno a un 10% del alumnado de Educación Infantil experimente rechazo por parte de sus compañeros y compañeras, pone de relieve la necesidad urgente de implementar programas de intervención en las primeras etapas educativas. La investigación subraya que la aceptación o el rechazo no son fenómenos triviales ni pasajeros, sino que pueden marcar de forma duradera la trayectoria socioemocional y académica de los niños y las niñas. Además, la marcada diferencia de género hallada en la investigación apunta a la necesidad de tener en cuenta los estereotipos y expectativas sociales que influyen en las dinámicas de grupo desde edades muy tempranas

Sus autores destacan que fomentar actividades lúdicas que promuevan la participación de todo el alumnado, potenciar la inteligencia emocional y las habilidades sociales, así como reducir la agresividad y las conductas disruptivas, son estrategias clave para prevenir la exclusión. Asimismo, se plantea la importancia de analizar las diferencias de género en profundidad y de explorar factores de protección que puedan favorecer la aceptación de los alumnos más vulnerables.

Limitaciones y futuras líneas de investigación

El estudio reconoce limitaciones propias de la etapa educativa analizada. Dado el nivel madurativo de los niños y niñas, en ocasiones, ha resultado difícil obtener explicaciones claras o detalladas sobre los motivos de sus elecciones. Además, se subraya la necesidad de ampliar la investigación a otras categorías sociométricas, como el alumnado ignorado, que por recibir pocas nominaciones resulta más difícil de estudiar, pero que también puede estar en riesgo de exclusión social.

Los autores señalan la conveniencia de realizar estudios longitudinales que permitan observar cómo evolucionan las dinámicas de aceptación y rechazo a lo largo del tiempo, así como investigar el papel de los contextos familiares y culturales en la formación de estas preferencias y rechazos. También se apunta a la importancia de analizar estrategias efectivas de inclusión que no solo atiendan a los alumnos y alumnas rechazados/as, sino también a aquellos/as que permanecen invisibles en la vida social del aula.

Se puede acceder al artículo completo desde la página web de la Revista de Psicología y Educación o bien directamente aquí:

Molinero-González P., Martín-Antón L. J., Carbonero-Martín M. A., Arteaga-Cedeño W. L., y Rodríguez-Sáez J. L. (2025). Motivos recibidos por los iguales para ser preferido o rechazado en Educación Infantil. Revista de Psicología y Educación, 20(2), 109-116. https://doi.org/10.70478/rpye.2025.20.11

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