PSICOLOGÍA Y GÉNERO EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE IGUALDAD – ENTREVISTA A VICTORIA REY

Con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y de la Jornada Contra la Violencia de Género. Convivir en Igualdad que tendrá lugar a razón de la conmemoración de esta fecha, Infocop Online ha querido entrevistar para sus lectores a Victoria Rey Mariño, Psicóloga y Asesora de la Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar de la Xunta de Galicia, que participará en este encuentro con la conferencia Aportación de la Perspectiva de Psicología y Género en las Políticas de Igualdad.

ENTREVISTA

Un tema recurrente en el ámbito político ha sido la inclusión del mainstreaming de género en las Políticas Públicas en general, y en las de igualdad de género en particular. ¿En qué consiste exactamente el mainstreaming o transversalidad de género?

Consiste en impregnar las Políticas Públicas y sus desarrollos normativos con la perspectiva de género, de forma que esta categoría se tenga en cuenta en el análisis, la implantación y la evaluación de las políticas públicas y sus efectos sobre las mujeres y las desigualdades que soportan.

Podemos decir que estamos haciendo el camino. Los cambios legislativos son muy importantes, pues contribuyen al necesario cambio estructural. Las leyes que mencionas son positivas, no sólo por sus resultados, sino también por el debate social que generan, ya que, de esta manera, se consigue la visibilización y la normalización de situaciones que, hasta este momento, no eran reconocidas socialmente. Sin embargo, para la transversalidad de la que hablamos, también es preciso legislar en otros terrenos, como el laboral o la participación sociopolítica.

El otro pilar importante para hacer efectiva la igualdad de oportunidades es el educativo, fundamental para la concienciación social y el cambio cultural necesario, así como para transformar los usos sociales y los comportamientos individuales.

La Psicología desde los distintos ámbitos de intervención (clínica, educativa, jurídica, comunitaria, del trabajo, etc.) tiene mucho que aportar. Además del componente estructural entre hombres y mujeres, hoy en día podemos decir que el machismo no es políticamente correcto y está más oculto, lo que se denomina sexismo benévolo. Más bien, podemos hablar de actitudes sexistas, que como tales tienen componentes afectivos, cognitivos y conductuales. Es necesario tener en cuenta estos aspectos para modificar las mismas, y la Psicología cuenta con las técnicas y herramientas necesarias para hacer este trabajo. Además, es decisivo que, como profesionales, seamos conscientes en este importante y complejo tema.

En lo referente a la intervención en prevención en violencia de género y educación para la igualdad, debemos trabajar teniendo en cuenta esta perspectiva. También en el diseño de la intervención clínica que se hace con mujeres víctimas de violencia y con los hombres agresores se ha de tener en cuenta la perspectiva de género, reconociendo el marco cultural y social en el que hacemos la intervención. Me remito a las palabras del Defensor del Pueblo, que en el año 1998 decía que los maltratadotes «no presentan una psicopatología específica, sino más bien, una serie de rasgos y actitudes propias del estereotipo masculino».

Podríamos decir que la Psicología no ha tenido en cuenta, al menos como debiera, la perspectiva de género en su propio desarrollo teórico y aplicado como disciplina, y aunque el panorama ha cambiado considerablemente en los últimos tiempos, no se han conseguido todos los resultados que cabría esperar. ¿Qué medidas y acciones considera que se podrían poner en marcha para garantizar una auténtica perspectiva de género entre los y las profesionales de la Psicología?

Es básico que esta perspectiva se introduzca en la formación inicial, pues a día de hoy podemos decir que su presencia es testimonial. Así se garantizaría que todas/os las/os profesionales tenga muy presente la perspectiva de género en su área de actuación, independientemente de donde se desarrolle ésta.

Es necesario que forme parte de la formación continua. Una propuesta es que ésta tenga un espacio en todos los encuentros profesionales de cualquiera de las áreas de intervención de la profesión. Asimismo, se pueden promover jornadas específicas de reflexión e intercambio de experiencias, y esta jornada podría ser un buen ejemplo.

En cualquier caso, para el éxito de estas propuestas, es necesaria una sensibilización previa de las y los profesionales que facilite su aceptación. Considero que debe ser una tarea de los colegios profesionales. Muchas gracias, por lo tanto, por iniciativas como ésta.