UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA SIENTA LAS BASES PARA CONTROLAR LA ADICCIÓN AL TABACO

6 Mar 2008

Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada ha estudiado psicológicamente los mecanismos mentales que producen el «craving» o ansia por el tabaco, en un trabajo que podría sentar las bases para detectar los mecanismos mentales que activan esta obsesión y poder controlarlos.

En un momento como es el actual, en el que el tabaquismo constituye uno de los principales problemas para la salud pública, las investigaciones de este tipo adquieren, sin duda, una gran relevancia.

Infocop Online se ha interesado por este estudio y ha querido entrevistar para sus lectores a Miguel Ángel Muñoz García, profesor del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Granada y autor de esta investigación.

ENTREVISTA

Las adicciones son un ámbito objeto de muchas investigaciones. Para comenzar le queremos preguntar ¿de donde surge la necesidad de llevar a cabo este estudio?

 

La idea de este estudio surge de la necesidad de conocer los mecanismos emocionales implicados en el craving por la sustancias. El craving es un término anglosajón que se ha definido como la motivación de autoadministrarse una sustancia psicoactiva que previamente ha sido consumida. En términos más coloquiales podríamos decir que es el deseo intenso por consumir una determinada sustancia. En el ámbito de las adicciones se considera que el craving tiene una gran influencia en el mantenimiento de las conductas adictivas, siendo el responsable de las dificultades asociadas al período de abstinencia y del alto nivel de recaídas que sigue a cualquier tipo de tratamiento de las adicciones.

En general, los consumidores de sustancias adictivas y en particular, los fumadores informan que experimentan fuertes episodios de craving a lo largo de su vida. Sin embargo, a pesar de existir un mayor deseo de consumir la sustancia de la que se es dependiente, con el paso se tiempo no existe un aumento del placer subjetivo por su consumo. Por otro lado, desde el punto de vista del tratamiento, se piensa que el mostrar fumadores junto a los efectos nocivos de la sustancia puede tener un efecto altamente persuasivo en fumadores.

Teniendo en cuenta estos aspectos, este estudio surge con el objetivo de analizar la relación existente entre el craving y el estado afectivo-motivacional, mediante el uso de diferentes índices psicofisiológicos cerebrales y periféricos.

En su trabajo se han analizado por primera vez los mecanismos motivacionales implicados en el ansia por el tabaco. ¿Nos podría detallar un poco más el procedimiento llevado a cabo para realizar el estudio?

En primer lugar, la investigación consistió en un estudio realizado con consumidores de cocaína expuestos a imágenes de consumo. A pesar de existir diferencias en los efectos fisiológicos que causan las distintas sustancias, los efectos psicológicos relacionados con el craving son similares en todas ellas. Así, estos resultados fueron la base para realizar el resto de estudios con fumadores.

En los siguientes estudios participaron un conjunto de fumadores abstinentes de tabaco y no abstinentes; de este modo manipulábamos el craving por la sustancia. Posteriormente, los participantes evaluaban un conjunto de imágenes sobre diferentes situaciones de consumo de tabaco con cuatro escalas; la primera sobre el estado afectivo que experimentaban al ver la imagen, la segunda sobre la activación general experimentada, la tercera acerca del nivel de autocontrol y la última escala para evaluar el craving.

En un último estudio, los fumadores participaron en una tarea en la que una señal indicaba la posibilidad de fumar, mientras que otra señal indicaba la imposibilidad de hacerlo. Mientras se realizaba esta tarea se registraron diferentes índices afectivos.

Sin duda, este estudio supone un avance en el conocimiento de una adicción que afecta a una parte importante de la población. ¿Cuáles serían las conclusiones más relevantes de su trabajo?

Entre las conclusiones que pueden extraerse de estos estudios, cabe destacar la independencia entre la valoración afectiva de la sustancia y el craving. En el lenguaje coloquial, se asume generalmente que los drogodependientes consumen drogas porque «les gustan» y consumen más cuanto más les gustan sus efectos. Bajo esta visión, los efectos agradables de la sustancia y el craving están necesariamente conectados. Sin embargo, nuestros resultados señalan que, a pesar de que en los primeros consumos los efectos agradables y el deseo están unidos, cuando la adicción se ha establecido el aumento en el consumo no va acompañado de un mayor placer. Sí se observa, sin embargo, que el craving aumenta con el uso repetido. Éste sería el caso del fumador que decide abandonar el consumo. A pesar que los efectos hedónicos ya no son tan marcados y las consecuencias negativas de fumar son mayores, el consumo se vería mantenido por el craving, que es independiente de la valoración afectiva de la sustancia.

¿Qué implicaciones tienen los resultados de esta investigación en el campo del tabaquismo en particular y de las adicciones en general?

Entre las implicaciones de este estudio cabe destacar que el afecto que genera la sustancia es independiente de sus propiedades motivadoras. Por consiguiente, aunque la sustancia genere emociones negativas por las consecuencias que acarrea su consumo, o ya no genere las emociones positivas que producía al principio, se seguirá consumiendo simplemente por el valor reforzante de la misma. Así, los aspectos motivacionales del craving por determinadas sustancias no parecen regirse por sistemas motivacionales apetitivos o defensivos, sino por el valor reforzante de la sustancia.

Nuestros resultados son coherentes también con la existencia de mecanismos frontales destinados a controlar la conducta compulsiva de consumir durante los episodios de craving. La existencia de estos mecanismos de control supone que en situaciones en las que se intente controlar el consumo y surja el craving, los recursos cognitivos para la realización de otra tarea entrarán en competencia con los mecanismos que intentan evitar la conducta automática de consumo. Esto se traduce en problemas de concentración y en un aumento de la carga mental.

Y más en concreto, ¿qué aporta esta investigación en el abordaje de este tipo de adicciones?

Nuestros estudios señalan que si bien imágenes sobre los efectos negativos del tabaco pueden resultar persuasivas para propiciar la abstinencia, no aconsejamos que en ellas aparezca el tabaco, ya que éstas pueden provocar un aumento no deseado del craving, precipitando el consumo.

Por último, señalar que las señales ambientales que predicen un probable consumo provocarán un aumento incontrolado del craving, que se verá reflejado en la activación de regiones cerebrales frontales, como correlato de la activación de procesos psicológicos destinados a controlar este deseo por consumir.

Ya para finalizar, le gustaría añadir alguna otra cuestión?

Simplemente me gustaría agradecer la participación del Centro Provincial de Drogodependencias de Granada, de las diferentes asociaciones de drogodependientes de Andalucía, de la Asociación Española Contra el Cáncer de Granada y del Plan Nacional de Drogas por la ayuda prestada para la realización de este proyecto.

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