OBESIDAD Y PSICOPATOLOGÍA – ENTREVISTA A CRISTINA MARTÍNEZ VIANA (INSTITUTO UNIVERSITARIO DEXEUS DE BARCELONA)

9 Abr 2008

Tal y como recoge en su página web el Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, un estudio realizado recientemente por Cristina Martínez Viana, psicóloga de esta entidad, revela que el 42% de los enfermos obesos intervenidos de balón gástrico en este centro, presentan algún trastorno psicológico asociado directamente con la obesidad.

Las conclusiones de este trabajo vienen a confirmar los resultados de otros estudios en los que se explora la relación existente entre obesidad y psicopatología asociada a la conducta alimentaria. Es más, en esta investigación también se señalan las ventajas que el abordaje psicológico tiene tanto en el proceso de recuperación tras una intervención quirúrgica de esta naturaleza, como en el fomento y manejo de hábitos más saludables referidos a la alimentación.

Infocop Online se ha interesado por este trabajo y por tal motivo, entrevista para sus lectores a Cristina Martínez Viana, responsable del estudio y psicóloga del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona.

 

Cristina Martínez     

ENTREVISTA

La relación entre conducta alimentaria y salud mental es un tema objeto de atención de buena parte de los profesionales sanitarios. De hecho, la obesidad es una de las principales preocupaciones de organizaciones nacionales e internacionales, como puede ser la OMS a nivel mundial. ¿Cómo surgió la idea de realizar este trabajo? ¿Qué objetivos se planteaban y qué necesidades se querían cubrir?

Desde USP Institut Universitari Dexeus siempre hemos tratado de colaborar a nivel interdepartamental. En este sentido realizamos un abordaje multidisciplinar en el que intervienen varios profesionales (digestólogo, endocrinólogo, nutricionista y psicólogo), de modo que planteamos la necesidad de medir una serie de variables psicológicas (estado de ánimo, autoimagen, autoestima, presencia de trastornos de la conducta alimentaria, entre otras). En un primer momento, nos planteamos evaluar la idoneidad de los pacientes para someterse a la intervención de balón intragástrico; y en segundo lugar, queríamos analizar qué factores de corte psicológico podían estar implicados en la buena o mala evolución de estos pacientes, en cuanto a la pérdida de peso y la consecución de un cambio en sus hábitos alimentarios.

Más concretamente, ¿nos podría hablar de las principales características del estudio? ¿Cómo se llevó a cabo?

En este estudio se incluyen los datos de 74 pacientes (59 mujeres y 15 hombres) intervenidos de balón intragástrico, desde septiembre de 2005 a febrero de 2008. Los pacientes realizaron 3 visitas psicológicas; una primera entrevista previa a la intervención, en la que se administró una batería psicométrica (EDI-II, BITE, EAT-40, BDI, SCL-90-R y SF-36) para evaluar patología alimentaria, estado de ánimo, psicopatología general y calidad de vida, y se realizó también una entrevista clínica semiestructurada; una segunda visita a los 3 meses de la intervención; y una última a los 7 meses, es decir, un mes después de retirado el balón. En esta última visita se administraron de nuevo las mismas pruebas psicométricas con el objetivo de analizar si existían diferencias clínica y estadísticamente significativas pre y postintervención.

Las conclusiones de este estudio se han presentado recientemente en la XXIII Jornada de Terapia del Comportamiento y Medicina Conductual en la Práctica Clínica. ¿Nos podría hablar de los principales resultados extraídos del mismo? ¿Qué datos destacaría?

Los resultados más destacados del presente estudio son los siguientes:

1. Un 41,7% de los pacientes evaluados e intervenidos de balón intragástrico presentaron en el momento de la evaluación trastornos psiquiátricos comórbidos a la obesidad, de los cuales, por orden de frecuencia, se dividían en los siguientes diagnósticos del Eje I: el 14,9% de los pacientes presentaban un trastorno de la conducta alimentaria no especificado – subtipo bulímico; el 12,2%, depresión mayor; el 8,1%, un trastorno por atracón; y el 5,5% otros trastornos mentales.

2. Del 41,7% de pacientes que presentaban alguna psicopatología comórbida, el 40,3% correspondía a mujeres y solamente un 1,4% afectaba a los hombres de nuestra muestra. Estos datos respaldan estudios previos en los que se demuestra que las mujeres obesas tienen mayor comorbilidad psiquiátrica que los hombres.

3. Los pacientes con comorbilidad psiquiátrica presentaban un mayor riesgo de abandonar el tratamiento psicológico (el 58,6% de pacientes con comorbilidad psiquiátrica abandonaron el tratamiento prematuramente).

4. Un mes después de retirarse el balón, todos los pacientes lograron una pérdida de peso significativa. Mientras las mujeres perdieron en promedio 20 Kg, los hombres pudieron perder en el mismo periodo de tiempo un promedio de 26 Kg de peso, como era esperable, dado que los hombres tienen un metabolismo basal más elevado, y por tanto, la pérdida de peso es mayor que para el caso de las mujeres.

5. Tras la intervención, los pacientes mejoraron en conjunto en una serie de variables, entre las que destacaría una mejoría significativa de su imagen corporal, de su estado de ánimo, presentaron un comportamiento alimentario más saludable y normalizado, mejoraron su autoestima, somatizaron menos y fueron menos sensibles a nivel interpersonal.

Usted señala algunas de las principales ventajas del tratamiento psicológico en pacientes obesos sometidos a intervención quirúrgica. Centrándonos en el ámbito sanitario, ¿qué cree que aporta la Psicología en el tratamiento integral de estos pacientes?

Dado que estas personas sufren una fuerte presión por parte de nuestra sociedad, ya que se desvían de los cánones estéticos imperantes, son una población de riesgo a nivel psiquiátrico; por lo que, desde nuestro campo, podemos intervenir de múltiples formas.

Los psicólogos podemos favorecer la adaptación de los pacientes a unas pautas alimentarías adecuadas y a un programa de actividad física, promoviendo el compromiso y la motivación para el cambio; proporcionamos técnicas conductuales para el manejo de la ansiedad y el control de los episodios de sobreingesta; y a través de técnicas cognitivas, podemos trabajar creencias disfuncionales respecto al cuerpo y el peso corporal, la inseguridad personal, la baja autoestima, el bajo estado de ánimo, la relación patológica que a menudo tienen con la comida como mecanismo para hacer frente a las emociones negativas, las preocupaciones irracionales relacionadas con la comida; así como favorecer el mantenimiento de los logros y la prevención de posibles recaídas.

Centrándonos en la atención que reciben estos pacientes. ¿Cuáles son los principales ejes de intervención desde un punto de vista psicológico? ¿A qué áreas hay que atender de manera necesaria para conseguir los mejores resultados con estas personas?

Nuestro principal objetivo es hacer un análisis funcional pormenorizado del problema del paciente obeso, para, de este modo, hallar el origen del problema. Esto nos permitirá plantear los distintos enfoques que se deberán llevar a cabo para solucionar dicho problema y prevenir posibles complicaciones y recaídas en su proceso de pérdida de peso.

Dado que la demanda del paciente es la pérdida de peso, ésta debe ser nuestra principal meta a lograr, mediante técnicas básicamente de corte conductual; pero no debemos descuidar la psicopatología subyacente y hacer un abordaje paralelo para la mejora del estado general del paciente. Así pues, debemos hacer un estudio personalizado de cada caso y adaptar el tratamiento psicológico a cada paciente, trabajando cada una de las áreas afectadas, que pueden ser muy diversas de un paciente a otro.

¿Le gustaría añadir alguna otra cuestión con respecto al tema que nos ocupa?

La técnica del balón intragástrico es una técnica en la que el paciente necesariamente debe someterse a una reeducación alimentaria para lograr la meta de la pérdida de peso y por tanto, se desconoce si los resultados perduran en el tiempo o no. Desde USP Institut Universitari Dexeus, nos interesa saber si estos resultados satisfactorios obtenidos tras la retirada del balón intragástrico son duraderos, así que estamos recogiendo información de los pacientes al año y a los dos años postintervención, para poder publicarlos en el futuro.

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