Cómo adaptar la terapia psicológica a niños y adultos con trastorno del espectro del autismo, guía

2 Sep 2022

¿Qué adaptaciones se deben tener en cuenta si una persona con trastorno del espectro del autismo (TEA) precisa de terapia psicológica para manejar un problema de salud mental asociado? Esta pregunta es la que pretende dar respuesta la guía de buenas prácticas publicada por National Autistic Society en colaboración con Working with Mind.

La guía advierte que el 94% de las personas con TEA pueden presentar problemas de ansiedad y que cerca del 83% problemas de depresión, por lo que el acceso a terapia psicológica resulta una necesidad patente. A pesar de ello, muy pocos servicios están ajustados y adaptados a las necesidades de estas personas, por lo que muchas de ellas no consiguen este tipo de ayuda.

La publicación recoge los estudios y evidencia científica sobre la eficacia de la adaptación de la terapia cognitivo-conductual para las personas con TEA. Sin embargo, muy pocos estudios han abordado las barreras y dificultades que puede suponer para estas personas la realización de tratamiento psicológico.

La guía se ha elaborado a través de una encuesta realizada a 1.580 adultos con TEA y 900 familiares, así como a través de las aportaciones recogidas en una serie de grupos de discusión a jóvenes con TEA y profesionales de la salud mental.

Tras el análisis de las perspectivas y opiniones de los participantes la guía proporciona una serie de orientaciones dirigidas a los terapeutas de adultos y niños con TEA.

Entre dichas recomendaciones, la guía señala: mejorar la comprensión y formación sobre TEA en todo el personal que trabaja en el centro; diseñar el entorno físico para sea menos abrumador (tanto de las salas de espera como de las de salas de terapia); pensar en cómo cambiar la forma en que se imparte la terapia en el servicio para hacerla más adecuada a las personas con TEA (con un protocolo más estructurado); proporcionar un apoyo adicional a los clientes con TEA; pedir y tener en cuenta las opiniones de los propios clientes; asegurarse de que la información sobre el servicio es adecuada a las necesidades de estos clientes, es decir, clara, concisa y específica; ofrecer explicaciones sobre los diferentes tipos de terapia disponibles y dar a los clientes la posibilidad de elegir lo que mejor funciona para ellos.

La guía también ofrece una serie de orientaciones para mejorar el transcurso de la terapia, tales como utilizar un lenguaje sencillo y claro, proporcionar el espacio y tiempo necesarios para que los clientes puedan procesar adecuadamente la información, preguntarles si les gustaría que alguien cercano participe en las sesiones de tratamientos o ayudarles a ser capaces de etiquetar sus propios sentimientos y emociones, entre otros aspectos.

Puedes consultar la guía en el siguiente enlace:

Good practice guide for professionals delivering talking therapies for autistic adults and children

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