La organización Mental Health Europe, junto con la Federación Europea de Asociaciones de Enfermeros y Enfermeras (European Federation of Nurses Associations-EFN), han publicado una declaración conjunta a través de la cual instan a las instituciones de la Unión Europea, a todos los Estados miembros de la UE, a la industria de la salud y a otras partes interesadas en la salud, a que tomen medidas integrales para apoyar la salud mental y el bienestar del personal de enfermería que trabaja en primera línea.
Tal y como señalan en su texto, la pandemia de la COVID-19 ha afectado enormemente a todos los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea, a los sistemas sanitarios y, principalmente, al personal de enfermería, considerando este último grupo como una profesión sanitaria muy importante, dado que tratan con los y las pacientes a diario, manteniendo un contacto estrecho con ellos/as.
A este respecto, MHE advierte de las malas condiciones laborales en las que el personal de enfermería ha estado desarrollando su trabajo (a saber, sufriendo ansiedad y estrés psicológico, en turnos laborales intensos y tomando decisiones vitales), una situación que ha puesto en riesgo su salud mental y su bienestar, provocando que un 30% abandone la profesión. |
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Foto: Cedric Fauntleroy Fuente: pexels Fecha descarga: 15/10/2021 | | |
Dado lo expuesto, la Federación Europea de Asociaciones de Enfermeras y Mental Health Europe piden a las instituciones de la UE, todos sus Estados miembros, a la industria de la salud y otras partes interesadas que:
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Se pongan en marcha programas nacionales y locales para ayudar al personal de enfermería de primera línea a preservar su salud mental y prevenir traumas psicológicos.
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Luchar contra la estigmatización de los y las profesionales de enfermería que atienden a pacientes con COVID-19 en tiempos de COVID, mediante comunicaciones oficiales y a través de los medios de comunicación.
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Trabajar de forma conjunta con enfermeros y enfermeras para crear y diseñar procesos de toma de decisiones políticas relevantes, incluyendo la previsión ante Enfermedades Infecciosas de Altas Consecuencias, protocolos de salud, capacitación y selección de equipo apropiado, etc.
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Trabajar en estrecha colaboración con estos y estas profesionales para desarrollar políticas que protejan al personal de primera línea de condiciones de trabajo innecesariamente difíciles o inseguras.
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Destinar una parte de los presupuestos para apoyar al personal de enfermería y a la investigación en este campo, con el fin de estar mejor preparados para futuras pandemias.
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Adoptar urgentemente estrategias europeas integrales a largo plazo sobre salud mental, que aborden, entre otros aspectos, las necesidades y la situación de los enfermeros y las enfermeras de primera línea para garantizar la coherencia con las políticas, los marcos legislativos y de gobernanza existentes, así como los compromisos de derechos humanos en toda la UE.
Ambas instituciones recuerdan en su comunicado a la Unión Europea y a todas las partes interesadas que el personal de enfermería que ha trabajado en primera línea desde el inicio de la pandemia, está atravesando una situación crítica, y “aquí es donde debería centrarse el enfoque”: deben recuperarse mental y físicamente de las primeras olas de COVID-19, antes de abordar la siguiente.
Con la implementación de las medidas anteriores, el personal de enfermería que trabaja en primera línea “se aliviaría aún más del estrés innecesario y el sufrimiento mental”.
Se puede leer la declaración conjunta a través del siguiente enlace:
Joint Statement Supporting Frontline Nurses’ Mental Health and Wellbeing Creating a resilient nursing workforce |
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