A VUELTAS CON LA SOLEDAD: ¿QUIÉN, CÓMO, CUANDO Y POR QUÉ?

18 Sep 2008

Sagrario Yárnoz Yaben

Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea

La soledad es un fenómeno universalmente conocido, y con importantes repercusiones en la dinámica y el funcionamiento psicológico de las personas. Podría ser descrita como una experiencia subjetiva, que es sentida como desagradable y dolorosa, y no es necesariamente sinónimo de aislamiento social.

 

En cuanto a su prevalencia, la soledad constituye un problema para una parte importante de la población. Diversas investigaciones muestran que entre el 10% y el 30% de las personas participantes experimentan intensos sentimientos de soledad a lo largo de sus vidas, y que un 80% de las personas que contactan con centros de ayuda en crisis se quejan, fundamentalmente, de soledad.

Varios autores están de acuerdo en que los hombres solteros o viudos constituyen el grupo que se siente más solo, mientras que los hombres casados estarían en el extremo opuesto, con las mujeres solteras y casadas en el medio (Peplau y Perlman, 1982). Es decir, el matrimonio supone un escudo que protege a las personas de la soledad (Olson y Wong, 2001), especialmente para los hombres.

Por razones evidentes, las personas divorciadas son un colectivo especialmente proclive al sentimiento de soledad. Para Weiss (1976), la separación provoca una serie de emociones confusas y conflictivas en ambos ex – esposos, muy similares a las que sienten los niños que son separados de sus padres (Bowlby, 1983): enfado, rechazo, pena, y ansiedad o pánico son las principales. Weiss encontró también estas emociones en personas que estaban en proceso de disolución de sus matrimonios. Un miedo paralizador, y una intensa rabia corresponden a la fase inicial de protesta. Tristeza y una gran sensación de soledad, a la fase final de desesperación, en la cual el mundo se percibe como vacío, desolado, muerto.

Personas con un estilo de apego seguro tienden a formar relaciones íntimas con otras personas y, por tanto, se sienten menos solas, tanto en muestras clínicas como comunitarias, mientras que estilos de apego ansiosos se relacionan con deficienciasd en las habilidades sociales y soledad (Di Tomasso, Brannen-Mc Nulty, Ross y Burgess, 2003). Wiseman, Mayseless, y Sharabany (2006) analizaron en estudiantes universitarios en su primer año la influencia del estilo de apego y diversas variables de personalidad sobre la sensación de soledad. Encontraron que el apego seguro estaba asociado de forma negativa con la soledad, y que el autocriticismo mediatizaba en parte la asociación entre apego ambivalente y soledad.

Varias investigaciones aportan datos en el sentido de afirmar que la sensación de soledad tiene efectos deletéreos para la salud, tanto física como mental, de las personas. Estudios realizados en los años 60 y 70 relacionan la soledad con malestar somático, enfermedad física y mayor número de visitas a los médicos. Más recientemente, la soledad se ha relacionado con depresión, alcoholismo, obesidad y suicidio, riesgo de sufrir un ataque al corazón, una peor regulación de la presión sanguínea y peor calidad del sueño. Finalmente, se han encontrado asociaciones entre el sentimiento de soledad y varios problemas psicológicos y psiquiátricos (Peplau y Perlman, 1982 para una revisión). Así, al parecer, los pacientes deprimidos se sienten más solos y sufren más de su soledad que los controles, y la soledad correlaciona negativamente con el número de contactos regulares con los familiares y con el número de amigos. También se han encontrado asociaciones positivas entre el sentimiento de soledad y determinadas variables de personalidad (susceptibilidad, ansiedad, psicastenia, desapego, hostilidad, inhibición e irritabilidad) y negativas entre soledad y grado de socialización y deseabilidad social.

Soledad social, soledad emocional

En la investigación realizada en los últimos veinte años se aprecian dos conceptualizaciones diferentes de la soledad. Una de ellas, la considera como un estado unitario que varía tan sólo en intensidad (sentirse más o menos sólo) como consecuencia de los déficits existentes dentro de las diferentes relaciones. La segunda (Weiss, 1973; 1987; 1998) distingue entre dos tipos de soledad: soledad social y soledad emocional.

La soledad social es una carencia de relaciones afiliativas, y cuando existe, produce un sentimiento de marginalidad, la sensación de no ser aceptado por los otros, aislamiento y aburrimiento. Se desea fervientemente tener un lugar dentro de un grupo de personas con las que se puedan compartir intereses y preocupaciones. La soledad emocional, en cambio, es una ausencia de relaciones de apego, es decir, relaciones especialmente significativas para la persona y que proporcionan una base segura. La ausencia de este tipo de relaciones está asociada con sensaciones de vacío, y el deseo de alguien especial con quien compartir la vida.

Consistente con esta teoría sobre la soledad, surge la SELSA-S, una escala compuesta por 15 ítems que distingue dos dominios dentro de la soledad emocional: el familiar y el romántico, y que hemos validado recientemente en castellano. Un total de 517 personas han participado en este estudio. Los resultados indican que las tres escalas de la SESLA-S tienen una alta consistencia interna. La validez de constructo (convergente y discriminante) queda demostrada por la correlación de esta escala con medidas del estilo de relación (tipo de apego) y por la asociación de estas escalas con medidas de bienestar psicológico y deseabilidad social.

 

Al ser esta escala fácil de pasar y estar compuesta por un número relativamente reducido de ítems, permite ahorrar tiempo y esfuerzo al clínico y no ser intrusiva para el cliente. Por todas estas razones, puede ser una medida de autoinforme apropiada para la evaluación de este constructo, la soledad, en sus tres facetas (social, familiar y romántica) en numerosos ámbitos de la Psicología de la Salud, con objetivos tanto preventivos como de intervención.

Referencias.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en el International Journal of Psychology and Psychological Therapy: Yárnoz, S. (2008). Spanish adaptation of the scale for evaluation of social and emotional loneliness in adults. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, Vol 8 (1), 103-116.

Sobre la autora:

Sagrario Yárnoz Yaben es Profesora Titular de la Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea. Presidenta de la Internacional Attachment Network-Iberoamericana, directora del grupo de investigación consolidado de la UPV «Harremanak» (relaciones) y colaboradora de KIDETZA, la Federación de Euzkadi de madres y padres separados. Es autora de diversas publicaciones. Actualmente trabaja sobre la adaptación al divorcio, las relaciones entre los ex cónyuges y el papel del padre.

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS