Guía de sugerencias para apoyar a menores que han sufrido abuso sexual

¿Qué es el abuso sexual a menores? ¿Quién sufre el abuso sexual? ¿Por qué les resulta difícil a los niños y niñas contar el abuso? ¿Cómo podemos prestarles apoyo?… Estas son algunas de las preguntas abordadas en la Guía de sugerencias para apoyar a menores que han sufrido abuso sexual, publicada por el Ministerio de Educación.

Tal y como se expresa en el documento, el abuso sexual en la infancia es un problema muy extendido que se encuentra invisibilizado por la reticencia de los adultos para hablar abiertamente con los menores sobre esta cuestión. “Sin embargo, hablar es lo mejor que pueden hacer los niños y niñas para protegerse, ya que difícilmente pueden detener el abuso sexual sin ayuda y para conseguirla necesitan hablar con alguien”, indica el texto.

En esta línea, es fundamental que los adultos cercanos al menor conozcan las formas en las que se puede manifestar el abuso sexual y puedan identificar a los niños y niñas víctimas de este tipo de abusos.

La guía recuerda que existen diferentes formas de abuso sexual, con o sin contacto físico. De esta manera, dentro de este tipo de delitos se encuentra el exhibicionismo, las llamadas telefónicas, los mensajes de texto o correos con contenido obsceno, así como los besos y abrazos inapropiados, los tocamientos o la inducción a tocar al abusador de forma sexual, la masturbación, el sexo oral y/o la penetración vaginal o anal.

Independientemente del tipo de abuso, sus efectos son devastadores para los menores, pudiendo provocar problemas de ansiedad, depresión, dificultades de concentración, insomnio y otros problemas de salud mental grave en la etapa adolescente, incluida la ideación suicida.

Asimismo, según se remarca en la guía, hay que tener en cuenta que para los niños y niñas víctimas de abuso sexual resulta muy complicado confiar en las personas adultas y contar lo que les está pasando. A este respecto,  existen diferentes razones que impiden esta búsqueda de ayuda, tales como los sentimientos contradictorios hacia el abusador (no hay que olvidar que en el 90% de los casos se trata de una persona del entorno cercano), la interpretación confusa del abuso como señal de afecto, considerar que el abuso es tan evidente que no hace falta contarlo, creer que el entorno acepta el abuso o lo ignora de manera deliberada y que no cuentan con su apoyo, o incluso, o sentirse culpables o responsables del abuso sexual (creer que han hecho algo para que el abusador se comporte así) y, por tanto, tienen miedo o vergüenza a revelar la situación, entre otros.

La herramienta se compone de una guía en formato digital, que aborda los aspectos principales a tener en cuenta sobre el abuso sexual a menores, su impacto y cómo ofrecer ayuda y apoyo adecuados por parte de los padres, madres o tutores, y de dos audiovisuales que exploran el abuso sexual desde la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes.

La propuesta formativa ha sido publicada por el Ministerio de Educación y está dirigida a adultos, tiene por finalidad concienciar y sensibilizar a los padres, madres y cuidadores de niños y niñas sobre la prevalencia de este tipo de problemas, conocer en qué consiste y cómo puede afectar al menor, aprender a identificar los signos de este tipo de violencia en los menores y saber prestar el apoyo adecuado.

La guía se acompaña de dos audiovisuales que se pueden consultar aquí:

La guía puede descargarse en la Web del Ministerio de Educación y en el siguiente enlace:

Guía de sugerencias para apoyar a menores que han sufrido abuso sexual