El Consejo Oficial de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP) ha editado recientemente una guía para la prevención del consumo de cannabis. La guía está dirigida a todos aquellos mediadores sociales (educadores, trabajadores sociales, profesores, psicólogos, monitores, etc.) que trabajan con población joven y adolescente (institutos, centros de menores, actividades de ocio y tiempo libre, etc.), o colectivos especialmente vulnerables como el colectivo inmigrante o el gitano.
Prevenir el consumo de drogas y, en concreto prevenir el del cannabis, es un tema de enorme relevancia social. Efectivamente, a pesar de que parece que su consumo se está reduciendo, según los datos de la Encuesta ESTUDES (Plan Nacional sobre Drogas, 2007) referidos al año 2006, no puede ignorarse que hasta un 36% de los jóvenes españoles reconocía haberlo consumido alguna vez en su vida, casi un 30% lo consumió en el último año al menos una vez, y un 20% durante el último mes. Asimismo, llama la atención que cada vez se tiende a iniciar su consumo a una edad más temprana (14 años), así como que el consumo por parte de las mujeres tiende a elevarse, igualando al porcentaje de consumo de los varones.
El consumo de cannabis tiene graves implicaciones, especialmente a nivel sociosanitario, puesto que se ha constatado que su consumo puede ser un factor precipitante de episodios psicóticos. Igualmente, no puede olvidarse que otro de los riesgos asociados al inicio de este comportamiento adictivo es que puede ser la puerta de entrada al consumo de otro tipo de drogas ilegales.
Por todos estos motivos, es importante desarrollar programas de prevención eficaces basados en la evidencia empírica. Por ello, recientemente y a petición de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y Consumo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP) ha editado una guía para la prevención del consumo de cannabis: Guía para la Prevención del Consumo de Cannabis en Población Vulnerable e Inmigrantes, cuyos autores han sido Elena Ayllón, Carlos García, Álvaro Olivar, y Ana Palmerín. Una de las principales novedades de la guía es quizá la adopción de una óptica integradora, basada en la evidencia empírica, a la par que específica, debido a la individualización de los programas de prevención.
A diferencia de la mayoría de los programas de prevención, que son de tipo general y homogéneo, esta guía propone una metodología eficiente para el desarrollo e implementación de programas preventivos que pueden individualizarse a grupos vulnerables que habitualmente no han sido objeto de estudio: las mujeres jóvenes, el colectivo gitano, y el colectivo inmigrante.