AUTOCONCORDANCIA Y BIENESTAR: SI QUIERES SENTIRTE BIEN, NO ME SIGAS, SÍGUETE A TI MISMO

1 Abr 2009

Eneko Sansinenea1, Lorena Gil1, Arrate Aguirrezabal1, Maider Larrañaga1, Garbiñe Ortiz1, José Francisco Valencia1 y María José Fuster Ruiz2
(1) Universidad del País Vasco y (2) Universidad Nacional de Educación a Distancia

Los objetivos personales constituyen uno de los elementos de la personalidad que más intensa y regularmente marcan el bienestar de la vida diaria de las personas. Los objetivos personales son los propósitos, metas o intenciones que las personas se proponen para sus vidas. La brevedad de la definición anterior pone de manifiesto que casi cualquier cosa que nos planteemos podría constituir un objetivo personal: tratar de no perder puntos en el carnet de conducir, intentar acudir con regularidad al gimnasio, dedicarse a cuidar de otra persona o disfrutar de tocar un instrumento musical, por poner algunos ejemplos.

 

Una primera pregunta que surge en relación a los objetivos personales es: ¿nos proporcionan todos los objetivos personales el mismo nivel de bienestar? La intuición dice que no, y una abundante y rigurosa literatura científica así lo confirma. Una causa importante del bienestar que pueda producir en la vida de una persona un proyecto u objetivo es el grado en el que esa persona se vea a sí misma capaz de realizar ese proyecto. Técnicamente a esta percepción se le denomina autoeficacia (Bandura, 1999), y va a tener una gran influencia sobre cómo nos sentiremos mientras nos estamos esforzando con el objetivo propuesto, así como el bienestar que se sentirá al haberlo terminado.

Además de la autoeficacia, recientemente ha ido cobrando importancia la denominada motivación de autoconcordancia de los objetivos personales (Sheldon y Elliot, 1999). La autoconcordancia se refiere al grado en el que un objetivo personal es concordante con los valores más profundos y con los intereses más duraderos de la persona. Un objetivo se considera autoconcordante cuando se lleva adelante bien por motivación intrínseca –esto es, no por los alicientes o consecuencias de lograr ese objetivo, sino por el mero placer o el interés que suscita el llevarlo a cabo (p.e., tocar un instrumento musical)–, o bien cuando el objetivo se lleva a cabo porque, independientemente de lo agradable o desagradable que sea la tarea, la persona se identifica con el valor que posee el objetivo –p.e., cuidar de una persona que no puede valerse por sí misma–.

Por otro lado, un objetivo no será autoconcordante cuando se lleve a cabo, bien por una motivación extrínseca –esto es, una tarea que se ha impuesto externamente al individuo mediante algún premio o castigo (p.e., cumplir con las normas de circulación para no ser multado o perder puntos)–, o bien cuando la imposición externa ha sido parcialmente internalizada, pero todavía no se ha integrado plenamente en el self. En este caso se habla de motivación introyectada, y aunque es el propio individuo el que realiza la acción, fenomenológicamente se experimenta como algo externo al self, con sentimientos de vergüenza y culpa en caso de no conseguir el objetivo –como es, por ejemplo, la motivación que tienen algunas personas en mente para cumplir con el plan de asistencia al gimnasio programado-.

En nuestro estudio nos propusimos estudiar qué aportación hacían a la experiencia de bienestar tanto la autoeficacia percibida como la autoconcordancia percibida de los objetivos personales. Para ello, preguntamos a una muestra del alumnado (N=329) del Campus de la UPV/EHU por sus objetivos personales y el bienestar físico y emocional experimentado recientemente.

Los análisis correlacionales mostraron que tanto la autoeficacia como la autoconcordancia se asociaron positivamente con el afecto positivo y negativamente con el negativo: esto es, cuanta más autoeficacia, o cuanta más autoconcordancia, sentían los participantes en sus objetivos, mayor afecto positivo y menor afecto negativo sentían. Del mismo modo, ambos constructos se relacionaron inversamente con la experiencia de síntomas físicos: a mayor autoeficacia o autoconcordancia, menor experiencia de malestar físico. En cualquier caso, pese a haber encontrado estas relaciones estadísticamente significativas entre la autoeficacia y la autoconcordancia con el bienestar, cabía la posibilidad de que al haber sido medidas conjuntamente, una de las dos estuviese de sobra. Por ello, se realizaron análisis de regresión, en donde se pudo comprobar que cada una de ellas realiza una aportación independiente en el afecto positivo.

Del presente estudio se derivan una conclusión teórica y otra más práctica. Teóricamente, el estudio revela que, además de la influencia ya conocida de la autoeficacia en el bienestar, la autoconcordancia con los objetivos personales es un elemento fundamental para comprensión del bienestar humano. El grado en el que una persona es coherente consigo misma a la hora de decidir en qué cosas piensa invertir su tiempo, es un elemento fundamental del bienestar, más allá de cómo de capaz o incapaz se sienta para llevar adelante esa tarea.

Desde un punto de vista práctico, este hallazgo empírico podría tener numerosas implicaciones clínicas. Las intervenciones grupales que se llevan cabo con personas con enfermedades crónicas o dificultades psicosociales de distinto tipo, podrían verse beneficiadas de incluir en sus programas actividades ejercicios orientados a aumentar o estimular la autoconcordancia de los objetivos personales. Integrar estas actividades en los programas de intervención sería una tarea relativamente fácil y enriquecería las intervenciones realizadas con un elemento de influencia contrastada sobre el afecto positivo. De este modo, se mejoraría el bienestar emocional de las personas y muy probablemente el bienestar físico también (Pressman y Cohen, 2005).

Por todo esto, las personas podemos obtener un bienestar general del hecho de proponernos, en la medida de lo posible, tareas u objetivos con las que nos sentimos identificados o por las que experimentamos un interés natural, aumentando de esta forma nuestro bienestar. Parafraseando la famosa afirmación de Nietzche: «si quieres sentirte bien, no me sigas, ¡síguete a ti mismo!».

El estudio original en el que se basa este artículo se encuentra en la revista Anales de Psicología:
Sansinenea, E., Gil de Montes, L., Agirrezabal, A., Larrañaga, M., Ortiz, G. y Valencia, J.F. (2008). Autoconcordancia y autoeficacia en los objetivos personales: ¿Cuál es su aportación al bienestar? Anales de Psicología, 24, 1, 121-128.

Referencias:

Bandura, A. (1999). Autoeficacia: cómo afrontamos los cambios en la sociedad actual. Bilbao: Desclée de Brower.

Pressman, S. D., y Cohen, S. (2005). Does positive affect influence health? Health Psychology, 131(6), 925-971.

Sheldon, K. M., y Elliot, A. J. (1999). Goal striving, need satisfaction, and longitudinal well-being: the self-concordance model. Journal of Personality and Social Psychology, 76(3), 482-497.

Sobre los autores:

Eneko Sansinenea Méndez es Doctor en Psicología y profesor del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea. Su interés investigador se centra en la relación entre autoconcordancia, autorrealización y salud.

Lorena Gil de Montes Etxaide es Doctora en Psicología y profesora de la UPV/EHU. Su interés investigador se centra en la relación entre procesos motivacionales y cognición social.

Arrate Aguirrezabal Prado es Doctora en Psicología por la UPV/EHU e investiga aspectos de bienestar psicosocial en personas que viven con Vih/Sida.

Maider Larrañaga Eguilegor es Doctora en Psicología y profesora del Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU. Trabaja en el estudio de las relaciones de género y colabora en diversas investigaciones sobre el bienestar.

Garbiñe Ortiz Anzola es Doctora en Psicología y profesora del Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU. Trabaja en el estudio de las relaciones de género y cognición social y colabora en diversas investigaciones sobre el bienestar.

José Francisco Valencia Gárate es Catedrático de Psicología Social y profesor del Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU. Sus intereses investigadores giran alrededor de la cognición social, los estudios de género y las dimensiones psicosociales del bienestar en personas que viven con Vih/Sida.

María José Fuster Ruiz de Apodaca es licenciada en Psicología por la UNED y se encuentra realizando su tesis doctoral en la misma universidad sobre el bienestar psicosocial y la estigmatización en personas que viven con el Vih/Sida.

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