LAS DIFICULTADES NO NOS EXIMEN DE LA RESPONSABILIDAD DE PROCURAR LA MEJOR ATENCIÓN POSIBLE ENTREVISTA A ROSA CALVO
2 Nov 2009
En el marco del Proyecto Guía-Salud del Sistema Nacional de Salud, se ha publicado la Guía de Práctica Clínica (GPC) sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Esta GPC pretende ser una herramienta que facilite a los diferentes profesionales la toma de decisiones para diseñar un programa de atención de forma planificada y sistematizada, garantizando una atención integral y coordinada de calidad, tanto para el paciente con TCA como para su entorno más cercano. Para profundizar en el tema y dar a conocer esta nueva herramienta, Infocop Online ha querido entrevistar a Rosa Calvo, psicóloga clínica experta en TCA del Hospital Universitario La Paz de Madrid, que ha colaborado como revisora externa con el grupo de trabajo de elaboración de esta GPC.
ENTREVISTA
La GPC sobre TCA se incluye dentro de los objetivos del Plan de Calidad para apoyar la toma de decisiones basadas en la evidencia científica en el Sistema Nacional de Salud. En su calidad de experta, ¿por qué era necesaria esta guía?
Esta GPC era necesaria porque reúne una información completa, integrada y sistematizada sobre los TCA y los tratamientos con evidencia científica probada hasta la fecha, útil para la consulta de los profesionales implicados en la asistencia a los pacientes con este tipo de trastorno.
El hecho de que el SNS solicite el conocimiento experto de un grupo de psicólogos para la elaboración de esta guía supone un reconocimiento oficial de la importancia de los tratamientos psicológicos y del papel del psicólogo en el manejo de la enfermedad y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con TCA. Usted ha colaborado en representación del COP, ¿cuál ha sido su papel? ¿Cree que se ha reflejado adecuadamente la contribución de la Psicología a este campo?
He sido consultada como experta para ver y aconsejar sobre aquellos aspectos psicológicos que podías haber sido ignorados o confundidos en la Guía.
En esta guía quedan recogidos tanto los instrumentos diagnósticos y de detección de los TCA disponibles en la actualidad, como las distintas aproximaciones teóricas existentes en el tratamiento psicoterapéutico de este tipo de trastornos.
Algunas de las anteriores GPC editadas han sido criticadas por su escaso rigor metodológico en la elaboración y por una deficiente aplicabilidad de las recomendaciones a la práctica clínica. ¿Qué aporta a los profesionales que trabajan en este campo? ¿Cuáles serían sus principales limitaciones?
Como ya dije anteriormente, esta GPC constituye una guía de consulta completa para los profesionales que trabajan en este campo. En ella aparecen unificados los criterios de actuación ante la sospecha de existencia de un TCA y el diagnóstico del mismo, y queda reflejada la necesidad de un abordaje multidisciplinar en la intervención sobre este tipo de trastornos.
La evidencia científica demuestra que los TCA requieren un abordaje multidisciplinar y que los aspectos psicológicos juegan un papel fundamental en este tipo de problemas. ¿Considera que se han abordado adecuadamente dichos factores psicológicos?
Esta guía recoge, en mayor medida que sus antecesoras, los distintos factores psicológicos y socioculturales implicados en el desarrollo, mantenimiento y evolución de los TCA, así como la importancia de su consideración y manejo dentro del abordaje multidisciplinar necesario en la intervención sobre estos trastornos. No se ha dedicado excesivo espacio al tratamiento específico de las pacientes de larga evolución.
En relación a esto último, ¿cuál sería el papel del psicólogo en el abordaje de estos trastornos? ¿Cree que en esta GPC se han reflejado las funciones del psicólogo de manera correcta?
El papel del psicólogo clínico en el abordaje de estos trastornos es de capital importancia, ya que la implicación de factores psicosociales en la etiopatogenia de la enfermedad es innegable, y su abordaje y resolución resultan necesarios tanto en la prevención como en el tratamiento del trastorno una vez instaurado. |
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En la GPC se afirma que cualquiera de los tratamientos psicológicos recomendados pueden aplicarse en atención ambulatoria por profesionales expertos en TCA, ¿cuáles deberían ser dichos profesionales? Teniendo en cuenta la realidad de nuestro SNS, ¿es plausible dicha afirmación? ¿Considera que el abordaje de los TCA cuenta con un soporte asistencial suficiente en nuestro país? ¿Qué mejoras serían necesarias?
Los profesionales que deberían estar implicados en el tratamiento de los TCA deben dar respuesta a esta necesidad de abordaje multidisciplinar de la que venimos hablando. Por lo tanto, en el tratamiento deben actuar, de manera coordinada, médicos de atención primaria, psicólogos clínicos, psiquiatras, endocrinos, personal de enfermería, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales, así como otros agentes de salud presentes en el SNS.
Las principales dificultades prácticas en la aplicación de los tratamientos recomendados por esta GPC en atención ambulatoria vienen determinadas por factores tales como: la elevada presión asistencial que existe en este régimen de asistencia en nuestro SNS, la falta de especialización en la intervención sobre este tipo de trastornos, y las dificultades de coordinación presentes en cualquier equipo trabajo, máxime cuando los profesionales implicados provienen de distintos ámbitos de atención.
Desgraciadamente, en nuestro SNS, el soporte asistencial prestado a los pacientes con este tipo de trastornos es aún deficiente, entre otros motivos por las razones que acabamos de comentar.
Las mejoras necesarias en este caso son similares a las necesarias en otros ámbitos de atención sanitaria: ampliación de recursos (humanos y materiales), mayores posibilidades de formación especializada y actualización de conocimientos de los profesionales implicados, mayores esfuerzos de colaboración y coordinación por parte de estos mismos profesionales, etc.
La prevalencia de los TCA es muy alta en nuestra sociedad y numerosos familiares de pacientes se quejan de la falta de servicios especializados en régimen de internamiento y de las largas lista de espera, ¿se contemplan estos aspectos en la guía? ¿Qué alternativas se ofrecen para mejorar la calidad de la atención y cubrir la demanda asistencial?
Esta guía cumple con su objetivo de unificar el conocimiento disponible en la actualidad sobre los TCA y su abordaje, y ponerlo a disposición de los profesionales implicados en el tratamiento de los mismos dentro de nuestro SNS. Conocemos las dificultades de atención existentes dentro del SNS, sabemos que las condiciones de trabajo actuales en muchas ocasiones se alejan de las condiciones ideales de actuación, y que los recursos (humanos y materiales) son a menudo insuficientes. No obstante, estas dificultades no nos eximen a los profesionales implicados en el tratamiento de estos pacientes de la responsabilidad de tratar de procurarles la mejor atención posible, intentando aproximarnos lo máximo posible a estas condiciones ideales de intervención.
La guía original puede descargarse en la página web del Proyecto GuíaSalud.
Sobre la autora:
Rosa Calvo Sagardoy. Doctora en Psicología Clínica. Desde 2006, es responsable de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Unidad de Día del Hospital Santa Cristina de Madrid. Entre 1974 y 2006, ejerció como psicóloga del Servicio de Psiquiatría en el Hospital La Paz de Madrid como responsable del tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria. Profesora de Técnicas Cognitivo-Conductuales en la Universidad Complutense de Madrid (1974-1982). Destaca también su labor como psicóloga responsable del Dispensario Antialcohólico en el programa de Bebida Controlada en pacientes alcohólicos, cuyo formato terapéutico está muy relacionado con el tratamiento realizado a las pacientes bulímicas. Colaboración como experta en numerosas instituciones para la elaboración de guías y protocolos para el abordaje de los Trastornos de la Conducta Alimentaria tanto en su vertiente preventiva como terapéutica. |