1. Realizar evaluaciones periódicas que permitan detectar de forma precoz síntomas psicológicos como ansiedad o depresión y así prevenir la aparición
2. Ofrecer recursos para la prevención de la aparición de problemas psicológicos dirigidos a incrementar las habilidades y recursos de afrontamiento a las situaciones estresantes propias de este contexto laboral, como por ejemplo talleres de formación sobre riesgos psicosociales, cursos sobre gestión del estrés, sobre habilidades sociales y de comunicación, sobre gestión de conflictos, así como sobre prevención y gestión de la agresividad en la consulta y sobre bioética y valores. Igualmente, en la guía se recomienda la práctica de la gestión de emociones o ventilación emocional en grupos de apoyo, siguiendo el ejemplo de las experiencias ya iniciadas en Reino Unido, Holanda o EEUU, entre otros países.
3. Intervención temprana ante los primeros síntomas del síndrome del burnout para prevenir la cronificación del problema a través de asistencia psicológica individualizada.
4. Tratamiento integral para los casos más graves o de larga duración (problemas de estrés laboral grave, adiciones, etc.) a través del Programa de atención Integral al Médico Enfermo –PAIME-, que desde el año 1998 se lleva desarrollando en Cataluña con éxito.
En conclusión, es importante conocer los síntomas y las señales de malestar psicológico para prevenir la aparición de un problema más severo o intervenir de manera temprana para evitar la cronificación del trastorno, puesto que, además de ser prioritaria la salud de la propia persona, esta línea de actuación contribuirá a minimizar la probabilidad de repercusión en la asistencia al paciente en nuestro sistema sanitario.
Fuente:
Fundación Galatea
Guía: