El pasado mes de octubre de 2009, un grupo de expertos en Psicología social y de la comunicación del Center for Research on Environmental Decisions (CRED) de la Universidad de Columbia en Nueva York (EEUU) publicó una guía sobre Psicología de la comunicación y cambio climático, "The Psychology of climate change communication: a guide for scientists, journalists, educators, political aides, and the interested public", que puede descargarse de manera gratuita en la página web del CRED. El CRED es un centro de investigación interdisciplinar que trabaja sobre los procesos de toma de decisiones, tanto a nivel individual como grupal, relacionados con el problema del cambio climático, cómo afrontarlo y los riesgos asociados al mismo.

Los autores de la guía entienden que, a rasgos generales, el cambio climático es un proceso que depende de dos factores –la varidad o evolución del clima propiamente dicha y la influencia del hombre en dicha evolución-. Sin duda, el desarrollo de nuevas tecnologías y de nuevas fuentes de energía sostenibles, así como de políticas comprometidas con el medio ambiente, aunque necesarias, no son suficientes para afrontar de manera eficaz el cambio climático, porque se requiere una modificación de los hábitos de vida de las personas para desarrollar un estilo de vida comprometido con el medio ambiente.

No obstante, a pesar de que actualmente nadie cuestiona la realidad del cambio climático, las acciones que se están desarrollando, ya sea a nivel personal como social, para frenarlo o moderar su impacto son poco significativas. Entre otras razones, el hecho de que sus efectos no se vean de manera inmediata, así como tampoco se observen a corto plazo las consecuencias positivas de desarrollar una conducta ambientalmente responsable, constituiría el principal aspecto que dificulta una modificación de hábitos en la vida cotidiana de las personas.

La modificación del estilo de vida no es un proceso sencillo, aunque existen técnicas psicológicas fundamentadas en la evidencia empírica que son eficaces para ello. Sin embargo, antes de iniciar una intervención para desarrollar un hábito más saludable, es necesario comunicar de manera efectiva el porqué de la necesidad de dicho cambio, qué puede hacerse, cómo puede lograrse, etc. Por ello, este grupo de investigadores se plantearon la necesidad de realizar esta guía con el objetivo de ofrecer principios básicos para una comunicación efectiva, fundamentados en la evidencia empírica, que puedan ayudar a cualquier agente social (educadores, periodistas, políticos, etc.) a fomentar un comportamiento responsable ante el cambio climático.

Los principios básicos para una comunicación efectiva que se recogen en esta guía son los siguientes: