AVANCES EN EL CERTIFICADO EUROPEO EUROPSY – ENTREVISTA A JOSÉ RAMOS

13 Sep 2011

En el año 2001, la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA) adoptó el Proyecto EuroPsy, con el objetivo de establecer un referente de calidad para la educación y la práctica en psicología, mejorar el servicio a los usuarios en los diferentes países europeos y facilitar la movilidad de los psicólogos en el entorno europeo («EuroPsyT: Un marco para la educación y el entrenamiento de psicólogos en Europa»).

Como resultado del establecimiento de este acuerdo, se desarrolló el Certificado Europeo EuroPsy (http://www.EuroPsy.cop.es/), es decir, una certificación de calidad para el ejercicio profesional, que asegura que el psicólogo que lo posee cumple con un determinado estándar europeo de educación y entrenamiento profesional en un área determinada de la psicología, como clínica y salud, educación o trabajo y organizaciones.

España ha sido uno de los países pioneros en iniciar la implantación de este certificado europeo, siendo el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos el encargado del desarrollo y la puesta en marcha del mismo, a través del Comité Nacional EuroPsy, creado para tal fin. Con el objetivo de conocer de primera mano los avances que se están produciendo en relación con el Proyecto Europsy, Infocop ha entrevistado a José Ramos, actual Secretario General del Comité Nacional EuroPsy en España.

ENTREVISTA

Para introducirnos brevemente en el Proyecto Europsy, ¿podría describirnos en qué consiste y qué ventajas supone para el que posee esta certificación?

El proyecto EuroPsy ha analizado los diferentes sistemas de formación en Psicología en los diferentes países europeos, y en el establecimiento de un modelo formativo común que permita comparar la formación y las competencias profesionales adquiridas por los psicólogos y psicólogas de los diferentes países.

Como resultado de este proyecto, se ha desarrollado el Certificado de Psicólogo Europeo (EuroPsy), que se concede a aquellos psicólogos y psicólogas que cumplen con unos requisitos comunes en la formación recibida y en las competencias adquiridas. Además de una formación en psicología de al menos cinco años y 300 créditos ECTS, con unos contenidos mínimos en diferentes ámbitos y áreas de conocimiento de la psicología, los candidatos deben haber desempeñado al menos un año de práctica profesional bajo la supervisión de otro profesional de la psicología con más experiencia a tiempo completo. Como resultado de este año de práctica supervisada, los candidatos/as deben acreditar que han adquirido un conjunto de competencias profesionales que les facultan para desarrollar la profesión (a nivel de entrada en la misma) de forma independiente. Asimismo, deben firmar el compromiso de actuación profesional siguiendo el código deontológico de nuestra profesión, y deben comprometerse a realizar actividades para su desarrollo profesional continuo. La EFPA, a través del Comité Europeo para la Concesión de EuroPsy, y de los diferentes Comités Nacionales, otorgará el certificado a los solicitantes que cumplan los requisitos mencionados, y los incorporará a un registro público para conocimiento de los potenciales usuarios de los servicios profesionales de la psicología.

Por tanto, el Certificado EuroPsy es un certificado de calidad en la formación y adquisición de competencias de los psicólogos y psicólogas que persigue tres objetivos:

1. Promover la disponibilidad de servicios psicológicos adecuados en Europa. Cada ciudadano y cualquier institución debería poder obtener servicios psicológicos de un profesional competente y cualificado, y el sistema debería contribuir a la consecución de este objetivo.

2. Proteger a los consumidores y ciudadanos de Europa a través de una garantía de calidad y proteger al público en general de proveedores no cualificados de los servicios.

3. Promover la movilidad de los psicólogos, permitiéndoles practicar en cualquier lugar de Europa, siempre que tengan las cualificaciones adecuadas.

No obstante, conviene señalar que aunque el certificado EuroPsy pretende favorecer la movilidad de los profesionales de la psicología a través de Europa, en sí mismo no constituye un «pasaporte». Aunque facilita el reconocimiento de las competencias profesionales en los distintos países, para trabajar en cada país europeo los/as psicólogos/as deben cumplir con las legislaciones específicas de cada país.

El pasado 18 de marzo tuvo lugar el primer encuentro anual de representantes de EuroPsy en Bruselas, ¿en qué fase de implantación se encuentra este proyecto en España y en Europa?

Hasta el momento, se ha realizado una fase experimental en seis países europeos (Austria, Finlandia, Francia, Italia y Noruega, además de España), en el que se han puesto a prueba los mecanismos de evaluación y certificación, así como los protocolos de presentación de solicitudes y otros aspectos del proceso. En cada uno de estos países, se cuenta ya con un número de profesionales que recibirán su certificado y serán incorporados al registro europeo en cuanto el Comité Europeo para la Concesión de EuroPsy tenga ultimados todos los aspectos técnicos, lo que esperamos que se produzca en un plazo muy breve.

En la actualidad, se han nombrado ya los Comités Nacionales EuroPsy en buena parte de los países miembros de la EFPA y a lo largo del presente año comenzarán a ponerse en marcha los procesos de acreditación, que presentarán convocatorias abiertas en el tiempo (el plazo de solicitud será permanente, y los respectivos Comités realizarán evaluaciones periódicas de las solicitudes recibidas hasta dicho momento).

Paralelamente, se está trabajando en la definición del segundo nivel del certificado. La adquisición de competencias profesionales se realiza siempre en un determinado contexto o área de especialización concreta. Sin embargo, el certificado EuroPsy acredita las competencias profesionales básicas para el desempeño independiente de la profesión a nivel de entrada en la misma. Conforme los profesionales van adquiriendo una mayor experiencia y van incrementando su competencia profesional en un ámbito determinado, pueden acreditar una mayor formación y un desempeño de calidad de carácter especializado. Por ello, la EFPA pretende completar el certificado EuroPsy con el llamado «Certificado Avanzado EuroPsy», que acreditará las competencias profesionales adquiridas para el desarrollo de una práctica especializada de la profesión. En el momento actual, se encuentran muy desarrollados dos de estos certificados avanzados, uno en el ámbito de la Psicología de las Organizaciones, el Trabajo y los Recursos Humanos y otro en el ámbito de la Psicología Clínica y de la Salud. En un futuro cercano se pretende desarrollar también el certificado Avanzado en Psicología de la Educación, y es posible que algún otro. No obstante, la acreditación de una práctica profesional a nivel de especialización, y la adquisición de competencias profesionales específicas de dicho ámbito profesional, a través del Certificado Avanzado EuroPsy, no equivalen al Título de Psicólogo Especialista, que en nuestro país es un título oficial concedido por el Ministerio de Sanidad.

En relación con la situación de nuestro país y la puesta en marcha del plan Bolonia, ¿cómo se relacionan estos cambios formativos con el Certificado EuroPsy y qué implicaciones tienen?

La puesta en marcha de los Grados en Psicología (en plural, ya que no existen directrices propias, y por tanto cada universidad tiene su propio plan de estudios, aunque el consenso en la mayoría de las universidades es muy alto), siguiendo las directrices del Espacio Europeo de educación Superior, tiene dos implicaciones muy relevantes. La primera de ellas, y la más destacada sin duda, consiste en la clara orientación de los nuevos títulos universitarios hacia la adquisición de competencias por parte de los estudiantes. De esta manera, en el caso concreto de la psicología, los nuevos planes de estudio se han configurado tomando como una de sus principales referencias el Proyecto EuroPsy. La Conferencia de Decanos de las Universidades españolas elaboró en el año 2005, con el apoyo de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), el Libro Blanco del Grado en Psicología, que establece las bases con las que las universidades han elaborado sus respectivos grados en psicología. En dicho Libro Blanco, se asume el modelo de competencias profesionales para la formación en psicología que estableció el proyecto EuroPsy. Así, la formación en psicología incluye, además de una serie de competencias transversales a otras titulaciones universitarias, y una serie de competencias facilitadoras de desempeño de servicios profesionales, un conjunto de 20 competencias específicas en psicología que se agrupan en seis bloques: Análisis de objetivos y necesidades, Evaluación Psicológica, Desarrollo de Productos y Servicios Psicológicos, Intervención Psicológica, Evaluación de programas e intervenciones y Comunicación profesional. Paralelamente, la puesta en marcha de los nuevos títulos ofrece una oportunidad muy interesante para desarrollar una cultura de la supervisión de la práctica profesional en sus niveles iniciales, para establecer estándares de calidad en las funciones de supervisión, y para desarrollar mecanismos de formación para las personas encargadas de actuar como supervisores de la práctica profesional.

¿Cómo puede influir la situación que vive España, respecto al problema del reconocimiento sanitario de la psicología, de cara a EuroPsy y al Plan Bolonia?

Desde el punto de vista de EuroPsy, supone una importante contradicción, ya que a profesionales con una adecuada formación y que disponen de un conjunto de competencias profesionales desarrolladas a través de una práctica profesional supervisada de al menos un año, se les reconoce una cualificación por parte de la EFPA, pero las autoridades españolas restringen su inserción profesional en uno de los principales campos de trabajo. Esta es una situación que no se da en otros países. Cada uno de ellos establece unos niveles distintos de acceso profesional, pero la restricción que existe en España no es comparable a la del resto de países de nuestro entorno.

Por otra parte, desde el punto de vista del proceso de Bolonia, que ha supuesto una desregulación muy notable de los estudios y del acceso profesional, en el caso de la psicología se produce una excepción con efectos muy perniciosos para los profesionales.La formación superior, tras el proceso de Bolonia, se estructura en tres niveles, Grado, Máster y Doctorado, siendo el primero de ellos de carácter generalista, el segundo especializado y el tercero centrado en la investigación. La falta de reconocimiento sanitario de la psicología implica que, en nuestro caso, la formación a nivel de Máster queda sin efectos profesionales en una buena parte de la práctica profesional. Todo ello, sin menoscabo de la formación a través del PIR, que ha demostrado en nuestro país preparar de forma notable a los especialistas. Pero como ya hemos visto, esta formación no es suficiente para cubrir todas las necesidades de nuestro sistema sanitario, y no permite la inserción profesional de todos los profesionales de la psicología que se requieren y que desean acceder. Por ello, la regulación del reconocimiento sanitario a través de un Máster con directrices propias constituiría un paso muy importante.

¿Qué supondría que el Gobierno no aprobase finalmente el Máster de Psicología de la Salud, de cara al reconocimiento mutuo de cualificaciones?

El Máster de Psicología de la Salud, con reconocimiento oficial y directrices propias, es una vía de solución ante la problemática de la falta de reconocimiento sanitario de los profesionales de la Psicología. Seguramente no se trata de la solución perfecta, pero supondrá un avance muy importante, ya que garantizará una formación de calidad en dicho ámbito y permitirá el acceso a la profesión en numerosos contextos profesionales. Si finalmente dicha regulación no se aprobase (aunque el propio Gobierno ya ha establecido por ley que debe regularse una solución de este tipo), supondría una gran paradoja y numerosas dificultades para los psicólogos: por una parte, existen profesionales con formación y competencias para actuar como psicólogos, pero, por otra, tienen vedada su actuación en una parte muy destacada de la actividad laboral. Desde ese punto de vista, el reconocimiento de la cualificación de los psicólogos sería papel mojado en una buena parte del contexto profesional. Además, en comparación con los países de nuestro entorno, los mismos profesionales que podrían actuar profesionalmente en el ámbito sanitario en otros países, no podrían hacerlo en España a falta de dicha regulación.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún otro comentario?

Quiero destacar que, en el último trimestre de este año, la puesta en marcha del certificado EuroPsy va a experimentar un impulso importante, y que también avanzan a buen ritmo los trabajos para establecer los certificados avanzados EuroPsy en diversas especializaciones de la psicología. Desde aquí animamos a nuestros colegas a solicitar el certificado EuroPsy.

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