EL CSTM: UN INSTRUMENTO PARA LA EVALUACIÓN DEL COMPORTAMIENTO SEXUAL DE PERSONAS TRANSEXUALES

28 May 2012

Trinidad Bergero1, Rafael Ballester2, Isolde Gornemann1, Guadalupe Cano1 y Susana Asiain3
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Hospital Carlos Haya (Málaga), 2 Universidad Jaime I (Castellón de la Plana), 3 Hospital de Navarra (Pamplona)

El Cuestionario de Comportamiento Sexual de Transexuales, Málaga (CSTM) fue desarrollado en la Unidad de Transexualidad e Identidad de Género del Hospital Carlos Haya. Desde el principio, se descartó administrar un cuestionario estándar de conducta sexual porque queríamos contar con un instrumento que no cayese en el reduccionismo de las definiciones de los manuales diagnósticos (DSM-IV y CIE 10) y que fuera capaz de dar cuenta de la enorme heterogeneidad que se encuentra en estas personas y que también era esperable que se manifestara en su sexualidad. Éramos conscientes de que el efecto de los estereotipos de género sobre la organización cognitiva de la realidad no es en absoluto despreciable y que éstos actúan ignorando la diversidad y aplicando divisiones que simplifican la complejidad (Martín Casares, 2006).

Pensábamos que esos estereotipos sobre la masculinidad y la feminidad estarían presentes en los transexuales igual que en nosotros mismos, porque tales estereotipos son organizadores de pensamientos y conductas (Bergero et al., 2008).

A la luz de nuestra experiencia clínica, podíamos encontrar al menos dos realidades distintas: a) la transexualidad concebida como una simple inversión de patrones en relación con la identidad y -como consecuencia- de las prácticas sexuales; y b) la transexualidad como otra posibilidad en la organización y representación del género y de la sexualidad que desborda la dicotomía hombre-mujer (Martín-Casares, 2006). Se hipotetizó que el primer grupo tendría probablemente dificultades en sus relaciones sexuales derivadas del hecho que, para estos transexuales, lo genital se constituye en configuración central y exclusiva de la identidad y la sexualidad. Pensamos que estas personas mejorarían con la reasignación sexual. Pero existía también la segunda realidad, la de los transexuales que sintiendo una identidad cruzada, no solicitan la reasignación sexual.

Aunque en el diseño del instrumento se tuvieron en cuenta las dos hipótesis expuestas, nuestro trabajo nos pone en contacto fundamentalmente con personas del primer grupo que solicitan la reasignación de sexo y sobre todo la cirugía de genitales. Con esta solicitud, sostienen la idea de la existencia de dos sexos opuestos y de conductas, temperamentos, emociones y orientaciones sexuales constituidas sobre la base de una polaridad biológica. Esta oposición está representada por los genitales, símbolos de las diferencias reproductivas y base para la asignación del sexo biológico (Bergero et al.,2008).

Existe un gran vacío en la literatura científica sobre la vivencia que los transexuales tienen de su sexualidad. La mayoría de los estudios se limita a investigar la repercusión que la cirugía de reasignación sexual tiene en su capacidad orgásmica.

En el diseño del CSTM, hemos partido de la idea de que la sexualidad es una dimensión básica del ser humano, que no puede separarse de la historia personal y que debe entenderse como un emergente del contexto histórico y relacional, y como tal, dependiente de historias particulares y con significados simbólicos variables según las culturas.

El hecho transexual ha centrado tanto la atención en su aspecto biológico y médico, que ha motivado que el interés respecto a la sexualidad se reduzca fundamentalmente a la capacidad para alcanzar el orgasmo antes y después del proceso de reasignación sexual, utilizando la capacidad orgásmica como el criterio de una anatomía sexual que funciona adecuadamente. La otra cuestión que ha atraído la atención es la orientación sexual probablemente como consecuencia de la extrañeza que puede ocasionar el hecho de que la motivación por tener un cuerpo distinto, que puede llevar a la persona transexual al quirófano, no tenga nada que ver con el sexo del objeto sexual hacia el que se siente atraída.

Pero la sexualidad y su disfrute son conceptos mucho más amplios y complejos que el mero fenómeno del orgasmo y el de la orientación sexual. El interés hacia estas cuestiones, sin dejar de estar justificado, ha eclipsado otros aspectos de la sexualidad de estas personas que resultan fundamentales, como sus primeras sensaciones sexuales, la actitud frente al propio cuerpo, cómo se sienten al acariciarse, sus fantasías sexuales, su comportamiento sexual dentro de la pareja, su inhibición a mostrar su cuerpo a la pareja o a ser acariciada, la relación con sus propios genitales, su respuesta de excitación ante ciertos estímulos, sus sentimientos tras la relación sexual, su grado de satisfacción con las relaciones sexuales y la satisfacción de su pareja.

El CSTM, está compuesto por 73 Ítems. Permite una evaluación cualitativa y cuantitativa de la sexualidad de las personas transexuales. La utilidad clínica de este instrumento no sólo viene avalada por incluir en su contenido la dimensión evolutiva (actitud de los padres ante su sexualidad durante la infancia y adolescencia, experiencias sexuales traumáticas, primeras sensaciones sexuales, primeras relaciones de pareja… ), sino también por explorar todo lo relativo a las distintas fases de la respuesta sexual (desde el deseo hasta el orgasmo), tanto en la expresión más conductual como cognitiva (fantasías sexuales), y tanto en las manifestaciones individuales y solitarias de su sexualidad (masturbación y autoerotismo) como en las interpersonales (relaciones de pareja).

Nuestro instrumento ha sido construido desde un planteamiento teórico que defiende la heterogeneidad del fenómeno transexual, que va más allá de la demanda de reasignación sexual, para englobar vivencias muy diversas de la transexualidad. Además, su desarrollo vino motivado por las deficiencias existentes en la literatura respecto a la evaluación de la sexualidad de los transexuales. Sin duda alguna, el transexualismo constituye una de las manifestaciones de la sexualidad más complejas y de mayor interés para clínicos e investigadores.

El estudio original en el que se basa este artículo se encuentra publicado en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica:

Bergero, T., Ballester, R., Gorneman, I., Cano, G. y Asiain, S., (2012). Desarrollo y validación de un instrumento para la evaluación del comportamiento sexual de los transexuales: el CSTM. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 17, 1, 11-30.

Referencias:

Martín, A. (2006). Antropología del género: culturas, mitos y estereotipos sexuales. Cátedra: Madrid.

Bergero, T., Asiain, S., Gorneman , I., Giraldo, F., Lara, J., Esteva, I. y Gómez, M. (2008). Una reflexión sobre el concepto de género alrededor de la transexualidad. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq, vol.28, n.1, pp. 211-226.

Sobre los autores:

Trinidad Bergero Miguel es psicóloga Clínica y trabaja en la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Carlos Haya de Málaga. Desde 1999 es psicóloga de la Unidad de Transexualidad e Identidad de Género.

Rafael Ballester es profesor titular del Departamento de Psicología Básica, Clínica y Psicobiología de la Universitat Jaume I de Castellón, y Director de la Unidad de Investigación sobre Sexualidad y Sida (UNISEXSIDA). Autor de numerosos artículos sobre sexualidad y prevención del VIH.

Isolde Gorneman Schaffer es Epidemióloga. Especialista en Epidemiología Psiquiátrica.

Guadalupe Cano Oncala es psicóloga Clínica y trabaja en la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Carlos Haya de Málaga.

Susana Asiain Vierge es Licenciada en Antropología y enfermera.

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