La calidad de vida de los niños con cáncer mejora cuando realizan actividades de ocio, según un estudio

21 Nov 2017

Las Actividades Extrahospitalarias con niños y adolescentes en tratamiento oncológico, o crónico, en aquellos con enfermedades de difícil curación, son una pieza fundamental para el abordaje de la mejora del bienestar físico, emocional y social y de la autoestima, y autonomía de ellos y de sus padres y hermanos, ya que es una problemática que afecta a la familia en su conjunto.

Así lo afirma el estudio titulado Investigación Psicosocial sobre el Efecto del Programa de Actividades Extrahospitalarias de la Fundación Blas Méndez Ponce en la Calidad de Vida de Niños y Adolescentes con Cáncer y/o Enfermedades de Difícil Curación, llevado a cabo por la Fundación Blas Méndez Ponce, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid.

Bajo el título “Píldoras de ilusión (el complemento que funciona)” –nombre, con el que se ha denominado a esta investigación psicosocial-, el pasado 8 de noviembre, se presentaron sus resultados, en un acto que contó con la presencia de representantes de la Fundación-entre ellos, su presidenta Milagros Ponce-, responsables de la universidad, autoridades relacionadas con la Sanidad y la investigación del cáncer, profesionales de los hospitales, y algunas familias y niños de la Fundación.

Momento de la presentación del Estudio Píldoras de Ilusión

Tal y como señaló la autora del estudio y responsable del Informe resultante, Carmen Almazán, en el mismo participó una muestra de 273 niños y adolescentes con cáncer o con una enfermedad de difícil curación, tratados en los hospitales de la Comunidad de Madrid con los que la Fundación tiene un convenio de colaboración, que realizaron un total de 15 actividades extra-hospitalarias organizadas por la Fundación desde 2012 a 2016. En estas actividades los niños viajaban solos, con sus hermanos o en familia, acompañados siempre de un equipo socio-sanitario necesario para un desplazamiento grupal de esas características. De forma transversal, además de las actividades lúdicas y de ocio, se trabajaban objetivos psicosociales y educativos como la autoestima, el bienestar emocional, la autonomía, la socialización con iguales y el autocuidado.

Con el fin de evaluar su impacto en la calidad de vida de los participantes, se analizaron cuantitativa y cualitativamente los datos extraídos durante estos 5 años, revelando una mejora estadísticamente significativa en todos los indicadores de calidad de vida de los niños y adolescentes (bienestar físico, emocional, autoestima, autonomía, bienestar social y bienestar general), referida también por padres y monitores.

El estudio concluye afirmando los enormes efectos positivos del Programa de Actividades Extrahospitalarias, gracias a las cuales, los niños y adolescentes pasan a formar parte de un grupo en el que la enfermedad deja de ser lo que les diferencia, para ser “lo que les normaliza como niños y adolescentes que se enfrentan a cambios”, dotándoles, a su vez, de herramientas para hacer frente a las dificultades, así como un motivo diferente para hablar “de lo que nada tiene que ver con una rutina que se hace dura”.

Los resultados del estudio pueden descargarse desde la página Web de la Fundación, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Investigación Psicosocial sobre el Efecto del Programa de Actividades Extrahospitalarias de la Fundación Blas Méndez Ponce en la Calidad de Vida de Niños y Adolescentes con Cáncer y/o Enfermedades de Difícil Curación, presentado, el pasado 8 de noviembre, por la Fundación Méndez Ponce 

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