La OMS pide implementar intervenciones coste-eficaces para prevenir las ENTs y promover la salud mental

22 Nov 2018

Las enfermedades no transmisibles (ENTs) son las principales causas de muerte en todo el mundo y conllevan un coste humano que es inaceptable.

Con esta afirmación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta su tercer informe sobre los perfiles de las ENTS en los distintos países, a través del cual evalúa los progresos alcanzados a nivel nacional hacia el logro de las metas para luchar contra estas enfermedades.

El documento pone de relieve la importancia de que, para 2030, los Gobiernos cumplan con su compromiso de reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles a través de la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.

Tal y como señala, la carga mundial de las ENT continúa siendo inaceptablemente elevada.

A tenor de sus datos, en 2016, fueron responsables de 41 de los 57 millones de muertes en el mundo (el 71%), y 15 millones de estas muertes fueron prematuras, de entre 30 a 70 años. Asimismo, el suicidio fue la causa de, aproximadamente, 800.000 muertes. Si las tendencias observadas continúan, la OMS considera poco probable que se alcancen los objetivos globales.

Según expone el informe, las cuatro principales enfermedades no transmisibles (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes) se relacionan causalmente con cuatro factores principales de riesgo conductual: consumo de tabaco, consumo nocivo de alcohol, inactividad física y dieta poco saludable. A su vez, estos comportamientos conducen a cuatro cambios metabólicos/fisiológicos clave: aumento de la presión arterial, sobrepeso/obesidad, aumento de la glucosa en sangre y elevación de los lípidos en la sangre. La contaminación ambiental del aire también es un factor de riesgo clave.

El documento recoge los principales factores de riesgo conductual, incluido el uso nocivo del alcohol, el consumo de tabaco, el comportamiento alimentario y la inactividad física, en sus estimaciones comparables por países. Con respecto al consumo de alcohol, manifiesta que, pese al descenso significativo del mismo en los últimos años, la región europea sigue siendo la que presenta una mayor tasa de consumo de alcohol. Asimismo, en relación con la actividad física, las cifras ya revelaban que, en 2016, más de la cuarta parte de los adultos (28%) de 18 años en adelante, no cumplían con las recomendaciones de la OMS para la actividad física. La prevalencia de la inactividad física en los países de altos ingresos fue más del doble que la de los países de bajos ingresos. En todo el mundo, los niveles de inactividad física no han disminuido en los últimos 15 años y, actualmente, es poco probable que se alcance el objetivo global de 2025 para reducirla.

La OMS dedica un apartado al abordaje de la mortalidad por suicidio, cuyas cifras ascendieron a cerca de 800.000 muertes en 2016, siendo las tasas de suicidio más elevadas en las regiones de Europa, Sudeste Asiático y África. Además, los suicidios entre los jóvenes de 15 a 29 años representaron casi un tercio de todos los suicidios en todo el mundo. Según estima, por cada persona que fallece por suicidio, es probable que más de 20 personas intenten suicidarse. Estos intentos previos son un factor de riesgo importante para el suicidio. La OMS lamenta que solo cerca del 10% de los países de bajos y medianos ingresos -donde ocurrieron casi la mitad de los suicidios globales-, contaban con una estrategia nacional independiente de prevención del suicidio, mientras que alrededor de un tercio de los países de ingresos medianos altos y altos sí informó tener tal estrategia.

Dado todo lo anterior, advierte, “sin inversiones significativas ahora, 15 millones de personas seguirán muriendo cada año de enfermedades no transmisibles en la flor de la vida, entre las edades de 30 y 70 años. Y casi 800.000 personas morirán de suicidio, la segunda causa de muerte entre los adultos jóvenes”.

No obstante, el mensaje general transmitido en su informe es optimista: cerca de 10 millones de muertes prematuras por ENT podrían evitarse para 2025 si los gobiernos deciden implementar las «best buys» de la OMS para estas enfermedades (a saber, intervenciones coste-eficaces, basadas en la evidencia para la prevención y control de las ENTs), respaldadas por la Asamblea Mundial de la Salud en 2017.

La Organización Mundial considera que estas intervenciones rentables, asequibles y factibles en todos los entornos, son un punto de partida práctico y alcanzable para la cobertura sanitaria universal. Por ende, su implementación evitaría 17 millones de infartos y ataques cardíacos para 2030 en los países más pobres, y generaría un crecimiento económico de 350 mil millones de dólares. Según estima, cada dólar invertido en las intervenciones probadas para las ENTs, arrojará un rendimiento de al menos 7 dólares para el año 2030.

A este respecto, el informe recuerda que garantizar que el paquete nacional de beneficios públicos de cobertura universal de salud incluya a las enfermedades no transmisibles y los servicios de salud mental, requiere de un liderazgo político responsable en todos los niveles.

En línea con las recomendaciones de la OMS, el pasado 27 de septiembre, los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre ENTs, se comprometieron a fortalecer su compromiso de ofrecer liderazgo estratégico para la prevención y el tratamiento de estas enfermedades.

Su compromiso se basa en la aplicación de una serie de políticas recomendadas por la Organización, que incluyen campañas de educación y concienciación pública para promover estilos de vida saludables, poner freno a la obesidad infantil, promover la actividad física regular, reducir la contaminación del aire y mejorar la salud y el bienestar mentales, entre otras.

En su declaración política se reafirmó también el liderazgo mundial de la OMS en la lucha contra las enfermedades no transmisibles y el fomento de la salud mental, instando a la Organización a seguir colaborando estrechamente con sus principales asociados, incluidos los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.

El informe se encuentra disponible en la página Web de la OMS, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Noncommunicable Diseases Country Profiles 2018

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