La Comisión Europea aboga por dar prioridad a la salud mental

“Un número considerable de niños sufren problemas de salud mental que, sin los cuidados y el apoyo adecuados, pueden tener efectos duraderos a lo largo de toda su vida”. Así lo afirma el Comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, en respuesta escrita a una pregunta de la vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos, Beatriz Becerra (ALDE), relativa a la ausencia de especialidad de Psiquiatría infantil en España.

En su pregunta, remitida en abril del pasado año 2018, Becerra ponía de relieve las graves consecuencias para la salud mental de los menores en nuestro país que, a su juicio, supone la inexistencia de una especialidad de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia.

Dado que actualmente, España constituye uno de los dos únicos países de la Unión que no cuenta con esta materia, la vicepresidenta de la subcomisión de DD.HH. preguntaba a la Comisión si consideraba que una especialidad de esta índole es fundamental en todos los Estados Miembros y qué medidas pretendía adoptar para establecerla en todos los países.

A este respecto, la Comisión pone de relieve que la organización de los sistemas de asistencia sanitaria es responsabilidad de los Estados miembros, siendo, en cambio, sus funciones, las de ofrecer apoyo para establecer sistemas sanitarios más accesibles, eficaces y resilientes en toda Europa, y contribuir a la adquisición de conocimientos sobre los sistemas sanitarios, principalmente a través del ciclo “Estado de la salud en la UE”.

Precisamente, señala, es en su informe de este ciclo titulado Health at a Glance: Europe, donde se aboga por dar mayor prioridad a la mejora de la salud mental. En esta línea, parafrasea al informe al reconocer que “un número considerable de niños sufren problemas de salud mental que, sin los cuidados y el apoyo adecuados, pueden tener efectos duraderos a lo largo de toda su vida”.

Indica también en su respuesta la reciente decisión por parte del Grupo director de la Comisión sobre promoción de la salud, prevención de enfermedades y gestión de las enfermedades no transmisibles, de priorizar la salud mental, “motivo por el cual determinará las mejores prácticas en materia de salud mental para su ampliación y difusión”, utilizando, por ejemplo, prácticas desarrolladas y difundidas por las acciones conjuntas “Salud Mental y Bienestar”  y la “Brújula de la UE para la Actuación en materia de Salud Mental y Bienestar”.

Andriujaitis se reitera en manifestar que, si bien es rol de la Comisión el de plantear determinados retos, es responsabilidad del Estado miembro idear el modo de abordarlos, mediante la organización de la atención de la salud mental, por lo que, de acuerdo con esto, sería España quien debe regular la especialidad.

En este sentido, hace apenas unos meses, el Gobierno adelantaba (en base a los acuerdos del Consejo Interterritorial de Sistema Nacional de Salud), la intención de iniciar la elaboración de una norma única que contemple las adaptaciones que precisan cada una de las normas vigentes relacionadas con Formación Sanitaria Especializada, en cooperación plena con las Comunidades Autónomas en pro de la mejora de dicho sistema de Formación.

Asimismo, señalaba la importancia de plantear una alternativa al modelo de troncalidad (esto es, agrupación de especialidades en troncos), estableciendo otro modelo que desarrolle contenidos esenciales comunes a todas las especialidades y contenidos específicos propios de especialidad. Con respecto a la decisión del Ministerio de Sanidad de “dar continuidad a los trabajos de elaboración de normativa referida a las especialidades de nueva creación y supresión de especialidades”, para lo cual, revelaba que se cuenta en la actualidad con información documentada sobre la creación de ocho especialidades, entre las que se encuentran, no sólo la  Psiquiatría de la Infancia y de la Adolescencia, sino también la Psicología de la Infancia y de la Adolescencia.

Como ya saben nuestros lectores, esta decisión supondría un gran avance en el reconocimiento de la importancia de la Salud Mental infanto-juvenil, un objetivo que se ha venido impulsando en los últimos años desde el Consejo General de la Psicología, así como por parte de otras instituciones (entre ellas, la Red de Investigación interdisciplinar para la Promoción de la salud mental y bienestar Emocional  en los jóvenes-Red PROEM), y al que recientemente se han sumado algunos grupos parlamentarios en el Congreso a través de sendas Proposiciones No de Ley relativas a la mejora de la atención y promoción de la salud y bienestar emocional de niños y jóvenes, y a la detección temprana de problemas emocionales en la infancia y la adolescencia.

Fuente: Parlamento Europeo