La importancia de la atención psicológica especializada en el abordaje del cáncer, nuevo informe de la AECC

13 May 2020

“Resulta necesario garantizar medidas de protección y atención psicológica para las personas afectadas por cáncer, y estás medidas de ayuda y atención deben considerarse en igualdad de condiciones para los familiares de los pacientes”.

Así lo afirma la Asociación Española contra el Cáncer en su último informe sobre la eficacia y utilidad clínica de la atención psicológica especializada, a través del cual analiza la intervención psicológica que viene desarrollando la AECC, con el fin de aportar información sobre cómo se pone en práctica la Psicología en el contexto oncológico de nuestro país.

Tal y como señala en su informe la Asociación, los diferentes estudios llevados a cabo en este ámbito ponen de relieve que cuando se ofrecen intervenciones psicológicas y sociales a pacientes que presentan elevados niveles de sufrimiento (ansiedad, depresión), “la eficacia de la intervención psicológica es muy sólida”.

Foto: Kat Jayne Fuente: pexels Fecha descarga: 02/03/2020

A través de su informe, la AECC pretende determinar el contexto clínico habitual en Psicooncología, analizando, para ello, las características y tratamientos aplicados en una muestra de personas afectadas por cáncer en su servicio de atención psicológica. De acuerdo con su argumentación, conocer la práctica asistencial en el ámbito oncológico, permitirá identificar el tipo de problemáticas por las que se demanda atención psicológica, de modo que puedan establecerse modelos de intervención que faciliten el trabajo de los profesionales de la Psicología y el de las personas que planifican y distribuyen los recursos sociosanitarios.

A continuación, recogemos los principales resultados del estudio:

  • El cáncer genera un importante sufrimiento psicológico que alcanza niveles de malestar emocional clínico en la mitad de las personas que lo padecen y se acompaña de trastornos psicopatológicos en más del 30% de los casos que precisa atención psicológica especializada, una prevalencia superior a la de la población general.

  • El malestar emocional es elevado desde el inicio hasta el final de los tratamientos, e incluso durante el periodo de supervivencia. Es un factor de riesgo de trastornos psicopatológicos.

    Se detecta también malestar emocional y afectaciones clínicamente significativas en el entorno familiar más cercano: los familiares presentan niveles de distrés y síntomas de ansiedad y depresión, en ocasiones superiores a los observados en población general e incluso en los propios pacientes.

  • De las 10.072 personas afectadas por cáncer (pacientes y familiares) que han recibido atención psicológica en las sedes provinciales de la AECC y en los diferentes hospitales con los que colabora la AECC a nivel nacional, un 74% son mujeres y un 26% varones. La media de edad es de 55 años; un 64% están casados o con pareja estable.

    En el 62% de los casos, el usuario es el propio paciente y en el 38% restante un familiar, la mayoría cónyuges/pareja (43%), hijo/a (34%), y padre/madre (8%).

    El 22% de las personas se encuentra en activo en el momento de la solicitud del servicio, un 21% son jubilados o pensionistas y un 19% se encuentra en situación de incapacidad laboral temporal o baja médica.

  • Los tipos de cáncer más frecuentes y que representan la mayoría de las patologías oncológicas tratadas (52%) son: el de mama (29%), seguido del cáncer de pulmón (14%) y de colon (9%).

  • La mayoría de las personas están en fase de tratamiento activo (40%), cuidados paliativos sintomáticos de enfermedad avanzada (27%) y supervivencia (12%).

  • Se encuentran elevados niveles de distrés en la práctica diaria, con un porcentaje que varía entre el 2% (malestar mínimo), un 13% (moderado), un 21% (malestar severo) y un 64% (alto); el 85% de los beneficiarios que solicitan y reciben atención psicológica presentan niveles de sufrimiento emocional altos o severos.

  • Las personas con cáncer presentan puntuaciones medio-altas tanto en sintomatología depresiva como en sintomatología ansiosa, detectándose diferencias estadísticamente significativas en función del género tan solo en la variable ansiedad (78% de mujeres frente a 44% de los hombres).

  • Los y las pacientes que reciben atención psicológica se encuentran, mayoritariamente, en la fase de tratamiento activo de la enfermedad (42%). Los familiares están principalmente en la fase de duelo tras la pérdida de un ser querido (31%).

    El nivel de distrés o malestar emocional percibido es superior en el colectivo de familiares que en el de pacientes. Se evidencia también una mayor presencia de sintomatología depresiva en familiares que en pacientes, si bien no hay una significación estadística.

  • Con respecto a la eficacia y utilidad clínica de la intervención psicológica, el informe indica que una media de 6 sesiones de tratamiento (el 54% recibió 4 o menos sesiones, el 33% entre 5 y 10 y solo un 13% más de 10 sesiones).

    En función del motivo de consulta, estas cifras varían significativamente: se observa una correlación entre las intervenciones con menor nº de sesiones y el malestar emocional asociado a la enfermedad. Así, según los datos de la AECC, de 4 a 10 sesiones los motivos más frecuentes son malestar emocional (31%), sintomatología ansiosa (12%) y duelo (11%). En intervenciones más largas, con un nº de sesiones mayor de 10, los motivos de consulta más frecuentes son duelo (35%) y sintomatología depresiva (12%).

  • Tras la post-intervención, se detecta como disminuye el promedio de distrés percibido. Asimismo, la intervención evidencia un efecto beneficioso sobre los niveles de sintomatología ansiosa y depresiva en las personas afectadas por cáncer, “reduciendo los niveles iniciales de dichas variables y mejorando la estabilidad emocional”. Todas las medidas utilizadas para la evaluación muestran mejorías significativas.

  • La eficacia de la intervención psicológica es independiente de la edad, de la fase de la enfermedad, del tipo de tumor o del género. Tampoco hay diferencias entre los pacientes y los familiares, siendo igualmente útil la intervención para ambos colectivos.

  • El informe concluye exponiendo una serie de recomendaciones orientadas a la mejora, entre ellas, las siguientes:

    • Teniendo en cuenta el dilatado lapso temporal entre la aparición/diagnóstico de la enfermedad y la demanda de tratamiento psicológico, la AECC recomienda emprender acciones dirigidas tanto a reducirlo (evitando así largos periodos de sufrimiento a las personas afectadas) como a prevenir la problemática a través de medidas de screening y diagnóstico precoz de la sintomatología psicológica por parte de los profesionales sociosanitarios.

    • Cuando la enfermedad ha avanzado y el pronóstico cambia, la intervención psicológica se convierte en un servicio fundamental, por lo que requiere una cierta priorización y urgencia para el/la paciente y su familia.

    • Dado que los familiares presentan niveles de malestar emocional superiores a los propios pacientes, las medidas de atención psicológica especializada deben considerarse en igualdad de condiciones en ambos colectivos.

    • Considerando el importante efecto beneficioso de la intervención psicológica sobre los niveles de distrés, y la sintomatología de ansiedad y depresión de las personas con cáncer, “debería garantizarse este servicio a las personas afectadas desde las instituciones sanitarias y, en caso de no disponer de recursos, deberían integrarse con los sistemas de atención psicológica que actualmente se están desarrollando desde las asociaciones como la Asociación Española Contra el Cáncer desde hace más de 30 años”.

    • Se evidencia un efecto positivo muy significativo del tratamiento psicológico para pacientes de cáncer y sus familiares. Los resultados son también muy positivos con un número de sesiones de tratamiento relativamente reducido. Si bien la variable más importante es la calidad de vida de los pacientes y el alivio de síntomas, la AECC añade aquí la variable coste-eficacia de los tratamientos psicológicos aplicados en oncología.

    • El informe recuerda que un servicio de atención psicológica especializada implica la puesta en marcha de procesos de evaluación psicológica y de tratamientos específicos, realizada por profesionales sanitarios especialistas. Esta labor, manifiesta, debe dirigirse “tanto a la prevención de problemas psicológicos como a la valoración y tratamiento de todos aquellos asociados al cáncer (principalmente trastornos adaptativos, ansiedad y depresión)”, favoreciendo así la adaptación al proceso de enfermedad, mejorando la adhesión a los tratamientos oncológicos y la comunicación con la familia, equipo médico, etc., para que las personas diagnosticadas puedan alcanzar el mayor bienestar personal y social durante la enfermedad, el tratamiento, así como durante la fase de supervivencia y en el final de la vida.

Se puede acceder directamente al informe de la AECC a través del siguiente enlace:

Eficacia y utilidad clínica de la atención psicológica especializada en la Asociación Española Contra el Cáncer

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