La pandemia de problemáticas psicológicas también requiere su vacuna – Editorial octubre-diciembre 2020
26 Ene 2021
La crisis COVID-19 va camino de cumplir un año, incrementando de manera alarmante el número de personas enfermas, confinadas por cuarentena y fallecidas. En el momento de escribir este texto, en España el número de personas que se han infectado alcanza ya los 2 millones, y el número de fallecidas por esta causa son casi 52.000. Simultáneamente, la reducción de actividades económicas, en nuestro caso especialmente el turismo, está provocando la ruina de numerosas empresas y autónomos, así como la pérdida de muchos empleos, a pesar de las medidas que vienen adoptando las autoridades y la sociedad civil para reducir estos impactos negativos, que están deteriorando las economías familiares, en algunos casos de manera muy grave. Este contexto de crisis sanitaria y económica, con todos los sucesos traumáticos que implica, está afectado de manera grave a la salud mental de la población, como están comprobando diversas investigaciones. La pandemia del SARS-CoV-2 ha generado un incremento sustancial de desórdenes emocionales y problemáticas psicológicas. El estudio Las consecuencias psicológicas de la COVID-19 y el confinamiento, realizado por varias universidades, concluye que aproximadamente un 9,5% de la población en España (4.370.000 personas), están sufriendo efectos emocionales negativos con un nivel moderado-grave, produciéndose el incremento del malestar psicológico en alguna medida en el 45,7% de la población (21.022.000 personas); se sabe que afecta algo más a las mujeres que a los hombres, a las personas más jóvenes que a las más mayores, y que están aumentando sobre todo los sentimientos depresivos, de irritación, enfado, problemas de sueño y síntomas de estrés y ansiedad. | |||
Otra investigación que se puede citar es el estudio global sobre el Impacto psicológico de la COVID-19 en la salud de los trabajadores, llevado a cabo por Affor Prevención Psicosocial. Realizado con posterioridad al anterior, viene a confirmar que los afectados son millones de personas en España. Respecto a las personas que trabajan, entre otros resultados, señala que:
Teniendo en cuenta que las principales guías de práctica clínica basadas en la evidencia científica recomiendan las terapias psicológicas como el tratamiento de primera elección para el trastorno depresivo leve y moderado, el trastorno de angustia, trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias específicas, se hace evidente que en España se necesita de manera urgente un reforzamiento de la atención psicológica. A este respecto entendemos que sería necesario:
El 2021 está arrancando con la administración de las primeras vacunas frente al SARS-CoV-2 y la Covid-19, una noticia muy positiva y esperanzadora para el freno de esa pandemia y la reducción del número de personas enfermas y fallecidas por ese motivo. Por otra parte, gran parte de la población tiene suficientes recursos y resiliencia para superar los sucesos traumáticos que han sufrido, pero millones de personas por desgracia no, y tienen todo el derecho a que se le facilite también las intervenciones psicológicas eficaces para mejorar su bienestar físico, mental y social, su salud. Lamentablemente, observamos que las autoridades están dando pasos muy tímidos a este respecto. Desde la Organización Colegial seguiremos trabajando para reclamar que esto cambie, y que se dé la importancia que requiere al incremento de la atención psicológica en toda España. No se trata de ningún lujo ni capricho, es una necesidad y un derecho que hay que garantizar. Todas las psicólogas y psicólogos, todas las personas que defiendan el derecho a la salud, debemos insistir de manera permanente hasta lograrlo.
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