Aquí y ahora. Trasladando la esencia del Mindfulness a estudiantes universitarios
31 May 2021
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Para. Respira. Obsérvate. ¿Estas aquí o estás pensando qué harás a continuación? ¿Tienes ganas de adentrarte de lleno en este artículo o simplemente lo vas a sobrevolar? Inundados de información y sin tiempo para digerirla, solemos picotear un poco de aquí y de allí, sin estar nunca en ningún lado y sin aprender nada en toda su magnitud. Y no nos comportamos así sólo ante un artículo, sino ante la vida. La mente tiene prisa. Una absurda aceleración que no nos lleva a ningún puerto. La celeridad pretende alcanzar el próximo objetivo lo antes posible, pero detrás del mismo, en el mejor de los casos, sólo encontramos un efímero subidón. Lo único que logramos con tanta urgencia es alejarnos del presente que es el único lugar donde podemos vivir en paz. |
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Todas las investigaciones sobre Mindfulness sólo han hecho que darle la razón a Lao Tse. Este filósofo chino ya nos aclaraba en el siglo VI a.c.: Si estás deprimido, vives en el pasado. Si estás ansioso, vives en el futuro. Si estás en paz, vives en el presente. Esta es la esencia del Mindfulness que quisimos trasladar a estudiantes de primer curso de Psicología. La descripción del estudio se puede encontrar en: Moix et al. (2021). Los resultados, comparando los grupos controles con los que habían asistido a tres sesiones de Mindfulness, le hubieran encantado a Lao Tse. Pudimos demostrar que los alumnos instruidos aumentaban su capacidad de estar en el aquí y en el ahora, y disminuían su nivel de ansiedad de una forma significativa a nivel estadístico. Y mejor aún, significativa a nivel subjetivo porque en las entrevistas quedaba claro como los participantes extrajeron enormes beneficios para su vida personal. Lo que se trataba de trasmitir se estructuró en 5 grandes conceptos que no sólo eran explicados, sino que se practicaban con distintos ejercicios. Lo que se pretende con la práctica del Mindfulness es instalarnos en el presente sin juzgar; esto es, fluir con la vida, no pensarla. Nos basamos en el estudio de Baer et al. (2006) en el que la capacidad para estar en el aquí y el ahora, se compone de 5 subcapacidades. Y estas fueron las que entrenamos. 1.- Observar. Vivimos con la superficie de nuestros sentidos dormida. No olemos, no saboreamos, no nos deleitamos con los colores, ni con la textura de lo que tocamos, no nos paramos a escuchar los pájaros que viven cerca Y es que para nosotros la felicidad se encuentra escondida en algún punto del futuro, detrás de algo que todavía no hemos conseguido, así que no nos entretenemos disfrutando de nuestra sensibilidad. Observar consiste en despertar nuestros sentidos. 2.- Describir. Para describir una rosa; para apreciar todos sus detalles no podemos tenerla pegada a los ojos, se necesita una distancia para contemplarla bien. Nuestras emociones, nuestros pensamientos actúan sin que nosotros nos demos cuenta porque no los vemos, los llevamos insertados. Acostumbrarnos a describirlos de la manera más precisa posible, comporta tener que alejarnos de ellos y así, tenemos la posibilidad de que nos afecten menos. 3.- Actuar con conciencia. Uno puede ser enormemente feliz barriendo su jardín, incluso más que tumbado en una playa del Caribe. Lo que nos llena no es lo qué hacemos sino cómo lo hacemos. No solemos acomodarnos dentro de las actividades que llevamos a cabo, nos colocamos de cualquier manera. Actuar con conciencia significa estar plenamente por lo que estamos haciendo, concentrados, sin una mente que ya se encuentra en el futuro o regañando sobre el presente. 4.- No juzgar. De alguna forma nos creemos superhéroes, si no fuera así no nos exigiríamos tanto, ni nos culpabilizaríamos por todo. La humildad y la compasión por nosotros mismos requiere de una sabiduría que nos lleve a darnos cuenta de que no sabemos nada. Si bajáramos del pedestal al homo sapiens, seríamos más capaces de perdonarnos. No juzgarnos significa simplemente aceptarnos tal como somos. 5.- No reaccionar. Somos como un artilugio lleno de botones. Cualquier cosa nos activa uno y reaccionamos. Puede ser un comentario, un email, el espejo, una factura, básicamente todo. Pavlov nos podría explicar muy bien los mecanismos que hay detrás de cada reacción. El estímulo y la respuesta están pegados. No reaccionar consiste en crear un espacio entre ambos, un tiempo para observar, para decidir nuestro comportamiento. Y estas cinco capacidades no son objetivos para conseguir, sino un camino por el que andar. El artículo completo puede encontrarse en Clínica y Salud: Moix, J., Cladellas, M., Gayete, S., Guarch, M., Heredia, I., Parpal, G., Toledo, A., Torrent, D., & Trujillo, A. (2021). Effects of a mindfulness program for university students. Clínica y Salud, 32(1), 23-28. | ||||
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