Un estudio pone de relieve el impacto de la soledad en la salud mental de niños y adolescentes
15 Feb 2023
Es fundamental promover intervenciones basadas en la escuela, orientadas a reducir la soledad en los centros educativos y a apoyar la salud mental de los/as estudiantes, especialmente, de aquellos y aquellas que experimentan niveles más elevados de soledad. Esta es una de las conclusiones recogidas en un estudio publicado en la revista británica de Psicología Educativa (British Journal of Educational Psychology) bajo el título Mental health and loneliness in Scottish schools: A multilevel analysis of data from the health behaviour in school-aged children study, cuyo objetivo es analizar la relación entre la soledad de los y las adolescentes y la salud mental en los centros educativos. Tal y como manifiestan sus autores, la adolescencia está marcada por períodos de transición y cambios (por ejemplo, pasar de la escuela primaria a la secundaria, uso frecuente y generalizado de las nuevas tecnologías y las redes, mayor importancia de las relaciones sociales, donde la principal fuente de socialización son los/as compañeros/as y el círculo de amigos en lugar de los padres, etc.), algunos de los cuales pueden ser un factor de riesgo para la aparición de la soledad. |
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Los datos procedentes de diversas investigaciones indican que la soledad en este período evolutivo puede ser, a su vez, un factor de riesgo para la ansiedad, la depresión, la ideación suicida y una menor salud mental positiva. Según se indica en este estudio, la soledad representa un importante problema de salud pública debido a sus efectos negativos en la salud mental y física. Sin embargo, a pesar de que es especialmente frecuente entre los y las jóvenes de 16 a 24 años, la mayor parte de la atención de la investigación y las políticas sobre la soledad ha pasado por alto a los jóvenes, de modo que apenas se conoce el impacto de la soledad entre los y las menores de 16 años y, específicamente, su relación con la salud mental en este grupo de edad. Teniendo en cuenta que este período del desarrollo evolutivo es particularmente vulnerable para el desarrollo de problemas de salud mental -ya que en la mitad de casos se inician antes de los 14 años y tienden a persistir hasta la edad adulta-, y ante la evidencia de un incremento exponencial de problemas de salud mental a nivel mundial en las tasas de problemas de salud mental entre los/as adolescentes, los investigadores ponen de relieve la necesidad apremiante de identificar los factores modificables asociados con la mala salud mental durante la adolescencia. Se destaca aquí la relevancia del contexto educativo, estrechamente relacionado con la salud mental y el bienestar infanto-juvenil. Así, un clima escolar negativo se asocia con alto riesgo de mala salud mental entre el alumnado. Igualmente, mientras que el mayor apego y sentido de pertenencia a la escuela puede ser un factor de protección para la salud mental, la desconexión y el desapego escolar pueden contribuir a su empeoramiento. En la mediación entre el sentido de pertenencia escolar y el bienestar subjetivo es importante el papel que juega la soledad, siendo mayor entre aquellos/as adolescentes que se sienten menos integrados en su escuela. Por el contrario, una mayor sensación de conexión escolar puede reducir la soledad y proteger su salud mental. Todo ello, demuestra que es crucial que la investigación considere la soledad y la salud mental de forma conjunta dentro del ambiente escolar. Con este propósito, se ha llevado a cabo el estudio, mediante el cual se pretende identificar los predictores socio-ecológicos clave de la salud mental en los y las adolescentes y examinar la relación entre la soledad y la salud mental en el contexto educativo y en función del centro escolar. Para tal fin, se han utilizado datos transversales sobre adolescentes (5.286 alumnos/as de 208 escuelas, con una media 13 años de edad), pertenecientes al estudio Health Behavior in School-aged Children (HBSC), una investigación internacional sobre los estilos de vida relacionados con la salud en la adolescencia llevada a cabo en diferentes países occidentales con el apoyo de la OMS. Los resultados de la investigación destacan lo siguiente:
Este estudio amplía la evidencia actual al examinar si el impacto de la soledad en la salud mental es mayor en algunos centros escolares en comparación con otros. En opinión de sus autores, «esto permitirá el desarrollo de intervenciones específicas de salud pública o de toda la escuela para mejorar la salud mental». A este respecto, son muchas las voces de expertos que apuntan al psicólogo educativo como una figura clave para llevar a cabo este tipo de intervenciones y para el desarrollo funcional y equilibrado de un centro escolar en todos los niveles. De hecho, en los últimos años, numerosas organizaciones -entre ellas, el Consejo General de la Psicología-, han puesto de relieve la importancia de incorporar psicólogos educativos en los centros escolares, siendo los profesionales cualificados para dar respuesta a los problemas de índole psicológica que puedan surgir en la comunidad educativa. En esta misma línea, el COP, a través de su División de Psicología Educativa, lleva trabajando, junto con Psicofundación, en la realización de un estudio pionero a nivel nacional e internacional, mediante el cual se pretende evidenciar los beneficios de implementar la Psicología en el contexto educativo y la necesidad de incorporar psicólogos/as en el ámbito educativo, sin menoscabo de otros profesionales en este ámbito. El objetivo de este estudio -llevado a cabo por Eduardo Fonseca Pedrero, vicerrector de Investigación e Internacionalización de la Universidad de La Rioja, y coordinado por Pilar Calvo Pascual, coordinadora de la División de Psicología Educativa del COP-, es prevenir los problemas emocionales en contextos educativos a la vez que se mejora el ajuste emocional y social, así como los procesos de aprendizaje del alumnado. Con este fin, se evalúa la eficacia del Protocolo Unificado para el Tratamiento Transdiagnóstico de los Problemas Emocionales en Adolescentes. Tal y como señalan los autores de este estudio, analizar la eficacia del protocolo UP-A en el contexto educativo, permitirá disponer de datos en el campo de la Psicología Educativa de cara a la toma de decisiones informadas. Asimismo, garantizará que dichas intervenciones sean accesibles, empleando protocolos estandarizados, para un gran conjunto de la población y en una etapa del desarrollo humano tan relevante como es la adolescencia. A este respecto, consideran que disponer de programas de intervención psicológica con sólido respaldo empírico será esencial para mejorar los procesos de aprendizaje, el rendimiento académico y el bienestar emocional y calidad de vida de los jóvenes. El estudio se encuentra disponible en la página Web de la British Journal of Educational Psychology o bien directamente aquí: Goodfellow, C., Willis, M., Inchley, J., Kharicha, K., Leyland, A.H., Qualter, P., Simpson, S., Long, E. (2023). Mental health and loneliness in Scottish schools: A multilevel analysis of data from the health behaviour in school-aged children study. British Journal of Educational Psychology, 00: 118 |