Tenga cuidado con las etiquetas: no haga referencia a las personas por su problemática
Una persona que vive con un problema de salud mental es mucho más que su experiencia o diagnóstico. De igual modo en que las personas no pueden describirse a sí mismas con una sola palabra, es fundamental evitar el uso del lenguaje diagnóstico cuando se refiera a alguien: ¡Un diagnóstico no representa la identidad completa de una persona!
Así, se pueden utilizar expresiones del tipo: es una persona con un problema de salud mental o los usuarios de servicios de salud mental, en lugar de es un psicópata/un esquizofrénico/un depresivo, o los enfermos mentales.
Hable de la experiencia, no de los síntomas
Todos tenemos salud mental y es posible que en algún momento de nuestra vida experimentemos angustia psicológica, debido a la ocurrencia de determinados eventos o circunstancias específicas. Las experiencias de angustia mental pueden variar mucho de un individuo a otro. Cuando hablamos sobre la mala salud mental de alguien, es mejor hablar sobre lo que están experimentando, en lugar de utilizar términos psiquiátricos.
Términos como enfermedades o trastornos puede ser útil para algunas personas a la hora de ayudarles a buscar ayuda y/o apoyo, empero, también pueden obstaculizar nuestra comprensión de la angustia mental como un amplio espectro de experiencias y sentimientos.
En este sentido, MHE recomienda utilizar expresiones del tipo: una persona está experimentando cambios de humor, él/ella está escuchando voces o tiene creencias inusuales, ha recibido un diagnóstico de
, alguien que actualmente está experimentando
, una persona que está recibiendo apoyo por
, y aconseja evitar referirse a las personas como: el paciente, tiene síntomas de depresión, él/ella tiene un trastorno bipolar, enfermedad mental, sufre de, etc.
Cuide su lenguaje, los clichés pueden ser perjudiciales
Con demasiada frecuencia, los diagnósticos psiquiátricos se utilizan incorrectamente en nuestro lenguaje cotidiano, independientemente del idioma. Nuestro(s) idioma(s) evoluciona(n), y debemos ser extremadamente cuidadosos para no perpetuar los clichés y reforzar los estereotipos negativos cuando se habla de salud mental. Los medios de comunicación también tienen una gran influencia sobre las actitudes de las personas, y pueden ayudar a estar mejor informados sobre el modo correcto de evitar el uso de términos sensacionalistas y adoptar descripciones más realistas y sensibilizadas con la salud mental.
A este respecto, la MHE expone ejemplos de buen uso del lenguaje al referirnos a la salud mental (Las estadísticas muestran que la mayoría de las personas que viven con problemas de salud mental no son más propensas a ser violentas que cualquier otra persona. Desafortunadamente, las personas que experimentan este tipo de problemas tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia o agresión), así como una muestra de expresiones negativas que es conveniente evitar:
Soy obsesivo/a-compulsivo/a: he limpiado nuestra habitación dos veces esta semana
¿Qué pasa con el tiempo, parece bipolar?
La policía ha detenido al atacante psicópata del cuchillo
El esquizofrénico que envió la carta
Como orientación, la infografía finaliza instando a hacerse la siguiente pregunta:
«¿Es útil a la hora de escribir o comentar una noticia, el mencionar que esta persona ha tenido mala salud mental?»
Asimismo, y en relación con las expresiones anteriores, recomienda, al hablar con amigos, escribir en un blog o publicar en las redes sociales, evitar el uso de términos relacionados con la salud mental como modismos, siendo más correctas las expresiones del tipo: He limpiado mi habitación dos veces esta semana, soy ordenado
En la misma línea, la MHE lamenta la escasez de noticias positivas sobre salud mental, del tipo la tasa de recuperación con la terapia psicológica supera el 50%.
Se puede acceder a la infografía desde la página Web de Mental Health Europe o bien directamente a través del siguiente enlace: